Coronación de Carlos III: su emocionado agradecimiento a Guillermo, la visita exprés de Harry y una deslumbrante Kate
En una ceremonia de pompa, peculiaridades y tradición, el hijo de la fallecida reina Isabel II fue coronado oficialmente como el monarca número 62 de Gran Bretaña.
En el mayor acto ceremonial celebrado en el país en las últimas siete décadas, un suntuoso despliegue de pompa que se remonta a 1.000 años atrás, el rey Carlos III fue coronado oficialmente este sábado como el monarca número 62 de Gran Bretaña, en un momento en que la monarquía británica enfrenta un futuro incierto. A sus 74 años, el hijo de la fallecida reina Isabel II tendrá que trabajar para unir a una nación multicultural y mantener la relevancia de la Casa Real justo cuando el apoyo a la misma está disminuyendo, especialmente entre los jóvenes.
Pese a estos desafíos para Carlos III, el afamado presentador de televisión británico Piers Morgan destacó en una columna publicada este sábado en el diario The Sun, la importancia del evento vivido durante la jornada en la Abadía de Westminster con la coronación del monarca. “Tras décadas de inexorable declive de poder e influencia, hoy Gran Bretaña volverá a ser la envidia del mundo”, escribió el ex jurado del programa Britain’s Got Talent.
“La vida no ha sido fácil últimamente para los británicos (…) Hubo un tiempo en que Gran Bretaña lideraba el mundo en casi todo, desde la invención de la máquina de vapor, el teléfono y la computadora, hasta tener los mejores escritores (Shakespeare, Dickens), bandas (los Beatles y los Rolling Stones), idioma (inglés), espías (James Bond) y políticos (Churchill) (…) Había un tremendo orgullo de ser británico”, comentó Morgan.
“Pero cuando esté sentado afuera del Palacio de Buckingham hoy, copresentando la cobertura de la coronación para Fox News en Estados Unidos, estaré lleno de emoción y orgullo, sabiendo que no hay otro país que se acerque a ser capaz de hacer lo que nosotros hacemos en estos grandes días reales”, agregó.
El rey murmura al heredero
Carlos se convirtió en el cuadragésimo soberano reinante en ser coronado en la Abadía de Westminster, en una ceremonia que se remonta a Guillermo el Conquistador en 1066, cuando el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, colocó la corona de San Eduardo en su cabeza.
Luego, el rey se mostró emocionado cuando el príncipe Guillermo -heredero al trono- le rindió homenaje, rompiendo con la tradición, arrodillándose para prestar juramento de lealtad a su padre. Él dijo: “Yo, Guillermo, Príncipe de Gales, te prometo mi lealtad y te daré fe y verdad, como tu señor de la vida y el cuerpo. Así que ayúdame Dios”.
Luego se puso de pie, tocó la corona de San Eduardo que llevaba su padre con su mano derecha y besó al rey en la mejilla izquierda, siguiendo así los pasos de su abuelo, Felipe de Edimburgo, que también juró lealtad a Isabel II, una promesa que cumplió hasta el fin de sus días. Un gesto muy emotivo para el monarca que asintió con la cabeza mientras le daba las gracias a su primogénito. Un conmovido Carlos, según el diario Daily Mail, dijo “amén” y murmuró “gracias Guillermo”.
El tributo de Kate a Lady Di
Pero fue la esposa de Guillermo, Kate, quien se robó las miradas durante la ceremonia. “Kate, la grande”, tituló el diario británico The Sun, que aseguró que la princesa de Gales “lució majestuosa con un tocado deslumbrante y un vestido de Alexander McQueen en la coronación del rey Carlos”.
Harper’s Bazaar apuntó que Kate “no se olvidó de Lady Di” en la coronación Carlos III, luciendo sus famosos pendientes de perlas. Se trata de un par de pendientes de diamantes y perlas, ligeramente modificados por Kate, que lució en numerosas ocasiones Diana desde los años 80. Los mismos que ya llevó Kate Middleton, por cierto, en el Día del Recuerdo de 2022.
Tan llamativo como sus pendientes de perlas fue el tocado elegido por la princesa de Gales, que todo el mundo dudaba entre si era una desconocida tiara o no. La respuesta al misterio no tardó en llegar: se trataba de una diadema realizada en hilos de plata y cristal de Jess Collette X Alexander McQueen, una colaboración entre esta firma especializada en diademas y tocados y la mítica firma que en tantas ocasiones ha vestido a Kate.
Tanto Kate como su hija, la princesa Charlotte, lucieron vestidos de Alexander McQueen. Su hijo menor, Louis, llevaba puesto un conjunto hecho por Dege & Skinner. El sastre de Saville Row es el favorito de los miembros de la familia real británica.
El vestido de la reina consorte, por su parte, fue confeccionado por Bruce Oldfield, un creador de 72 años que ya ha diseñado muchas prendas para Camila. Pero la elección de Oldfield sorprendió en Reino Unido, porque este se hizo famoso hace décadas gracias a la princesa Diana, primera esposa de Carlos. El vestido color marfil que vistió en la coronación fue elaborado en Peau de Soie, un tejido de seda con un acabado lustroso, obra de Stephen Walters en la localidad inglesa de Suffolk, informó el Palacio de Buckingham.
Harry, de la abadía a Heathrow
Luego de la coronación en la Abadía de Westminster, la familia real regresó al Palacio de Buckingham. Los reyes Carlos III y Camila salieron al balcón para saludar a sus súbditos, acompañados por el heredero al trono Guillermo y la esposa de este, Kate, pero no estuvieron presentes el príncipe Harry, hijo menor del monarca, ni su hermano Andrés, ambos apartados de las funciones oficiales de la realeza.
Harry permaneció en un segundo plano durante la ceremonia solemne en la Abadía de Westminster. Ataviado con un traje oscuro y varias medallas en la solapa, conversó con su prima Beatriz y su esposo, Edoardo Mapelli Mozzi, al llegar a un evento en el que no desempeñó ningún papel formal.
El protocolo ubicó al príncipe, de 38 años, en la tercera fila durante la ceremonia, dos por detrás de su hermano, el príncipe Guillermo, y también más atrás de la segunda fila que ocupó durante el funeral de Isabel II, en septiembre.
El duque de Sussex dejó a su recién coronado padre y a otros miembros de la realeza en la Abadía de Westminster alrededor de las 13.15, según The Sun. Se subió a un BMW eléctrico que poco después fue cazado por los fotógrafos saliendo de Londres hacia el oeste, en dirección al aeropuerto de Heathrow, lugar al que llegó junto a un convoy policial alrededor de las 14.05. Más tarde, fue captado mientras lo llevaban a la suite VIP Windsor en la Terminal 5. Harry lucía apresurado para regresar a tiempo a Los Ángeles, California, para los festejos de su hijo Archie, que este sábado cumplió cuatro años.
De Macron a Katy Perry
Alrededor de 100 jefes de Estado asistieron al servicio de coronación, pero el Presidente chino, Xi Jinping, y su homólogo estadounidense, Joe Biden, no se encontraban entre ellos.
Han Zheng, el recién nombrado vicepresidente de China, y la primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, asistieron en su lugar. El Presidente Biden asistió al funeral de la reina Isabel II en septiembre, y el entonces vicepresidente chino, Wang Qishan, lo hizo en lugar de Xi.
Xi Jinping, y su esposa, Peng Liyuan, enviaron un mensaje de felicitación al rey Carlos III y la reina Camila de Gran Bretaña. El mundo está experimentando “transformaciones profundas y complejas”, y la comunidad internacional enfrenta muchos desafíos sin precedentes, decía el mensaje, según Xinhua. “China y Gran Bretaña, ambos miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, deben adoptar una visión estratégica a largo plazo para promover conjuntamente la tendencia histórica de paz, desarrollo y cooperación de beneficio mutuo”, proseguía el texto.
A través de Twitter, Biden también mandó sus saludos al monarca británico. “Felicidades al rey Carlos III y a la reina Camila por su coronación. La amistad perdurable entre EE.UU. y Reino Unido es una fuente de fortaleza para ambos pueblos. Estoy orgulloso de que la primera dama represente a Estados Unidos en esta ocasión histórica”, escribió.
Asistieron a la coronación la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; la primera dama ucraniana, Olena Zelenska; el Presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro canadiense Justin Trudeau, entre otros líderes políticos.
En la lista de invitados también figuraban los cantantes Katy Perry, Lionel Richie y Nick Cave, el compositor Andrew Lloyd Webber, y los actores Stephen Fry, Emma Thompson y Judi Dench. Richie y Perry están entre los cabezas de cartel en un concierto que celebra la coronación en el Castillo de Windsor el domingo, evento en que el también participarán miembros de Take That, Andrea Bocelli y Bette Midler.
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