¿Cuánta cuerda le queda a la ministra Marcela Ríos?

La ministra de Justicia, Marcela Ríos, en una actividad en La Moneda. Imagen de archivo. Foto: Sebastián Beltrán Gaete / Agencia Uno.
La ministra de Justicia, Marcela Ríos, en una actividad en La Moneda. Imagen de archivo. Foto: Sebastián Beltrán Gaete / Agencia Uno.

Con la UDI y RN pidiendo su renuncia y preparando una acusación constitucional en su contra, que podría tener adeptos oficialistas en el Senado, la titular de Justicia no pasa por sus mejores días. A esos factores se suma el accidentado proceso de nominación del próximo fiscal nacional, el que podría despejarse con la elección de Ángel Valencia, candidato que -sin embargo- fue resistido desde un inicio por La Moneda y fue objeto de reparos por parte de la propia militante de Convergencia Social y sus pares Carolina Tohá (Interior), Ana Lya Uriarte (Segpres) y Antonia Orellana (Mujer). En otro orden queda la tensa relación del gobierno con el Poder Judicial, que en el oficialismo, aseguran, Ríos no ha sabido contener.


No es un secreto en La Moneda que una de las grandes damnificadas del accidentado proceso para nombrar al nuevo fiscal nacional es la ministra de Justicia, Marcela Ríos. Los fallidos nombramientos de José Morales y Marta Herrera, pero también el error en la nómina de indultos que se conoció la semana pasada y que se atribuyó a sus equipos, han dejado en un pie complejo a la militante de Convergencia Social, partido del Presidente Gabriel Boric.

Ello se suma a la incómoda posición en la que quedó tanto ella como las ministras Carolina Tohá, Antonia Orellana y Ana Lya Uriarte -quienes se habían negado a la nominación del abogado Ángel Valencia como tercera carta de La Moneda- tras la decisión del Mandatario de finalmente plantearlo a él como candidato a fiscal nacional ante el Senado.

Ya para el cambio de gabinete de septiembre, posplebiscito, Ríos fue una de las alternativas que evaluó Boric para sacar del cargo que asumió el 11 de marzo pasado, y así lo reconocen en Palacio. Sin embargo, en esa oportunidad, y pese a los problemas de gestión que se advertían, el Mandatario optó por mantenerla. Algo que -según confirman fuentes del gobierno y los partidos oficialistas- podría cambiar en las próximas semanas.

En La Moneda admiten que la cuenta corriente de Ríos se está acabando y que su permanencia en el gabinete no está asegurada. Fuentes oficialistas afirman que el círculo cercano del Presidente está convencido de que su permanencia a cargo del Ministerio de Justicia se hace cada vez más insostenible. Aunque en Palacio afirman que Boric tiene una relación cercana y de confianza con la secretaria de Estado, quien, además, cuenta con un aliado estratégico -el jefe de gabinete del Mandatario, Matías Meza-Lopehandía-, lo que está por verse, según las mismas fuentes, es el timing para una eventual salida.

En el gobierno temen que pueda ser contraproducente hacer cualquier movimiento antes de que se vote el nombre de Ángel Valencia el próximo día lunes o en las semanas venideras. Sobre todo, porque desde Chile Vamos están presionando con su salida para revaluar la acusación constitucional que preparan en el sector en contra de la secretaria de Estado y que ingresarían ese mismo lunes.

“Es una pregunta que hay que hacerles a los partidos de Chile Vamos. Pero creo que si el Presidente decidiera cambiar a la ministra de Justicia evidentemente bajaría mucho la tensión y habría que evaluar si sigue adelante o si es útil la acusación constitucional. La acusación le quita mucho tiempo a este Congreso, muchas horas de trabajo en que no se están aprobando leyes importantes”, dijo ayer, tras conocerse el nuevo nombramiento del Mandatario al Ministerio Público, el jefe de bancada de la UDI, Jorge Alessandri.

En el gobierno, de todas formas, descartan que la claudicación que hicieron respecto de Valencia -un nombre que fue resistido desde un inicio por La Moneda y que terminaron nombrando en este tercer intento- haya tenido como moneda de cambio el desactivar acciones fiscalizadoras como las que prepara la derecha tanto en contra de la titular de Justicia como en contra del ministro de Desarrollo Social, Giorgio Jackson, libelo que el martes fue presentado por el Partido Republicano.

“Yo no hago monedas de cambio en estas cosas, acá me parece que hay que actuar por convicción. Lo que yo lamento es que en este debate los desafíos que tiene la fiscalía como ente persecutor del delito haya quedado en segundo plano para centrarnos en rencillas personales que algunos senadores han levantado para hacer un gallito con el gobierno”, afirmó el Presidente en Los Ríos este jueves.

En Palacio reiteran que la determinación del Presidente por Valencia responde a que entendían que no podían asumir un nuevo revés en esta materia y -con pragmatismo- asumieron el costo de un giro total respecto del abogado. Esto, pese a los reparos que Orellana había planteado relacionados a la defensa que hizo de acusados por delitos sexuales. Y también pese a que Uriarte y Tohá habían sido enfáticas en sostener que el Senado no podía imponerle un nombre al Mandatario.

Y si bien los dardos en contra de Ríos están hoy concentrados en la derecha, entre los senadores oficialistas no esconden la mala evaluación que existe respecto de su gestión. De hecho, varios le atribuyen a ella en particular la incapacidad de construir acuerdos sostenibles para evitar que se cayeran los nombres de Morales, donde solo faltaron dos votos con rechazos y ausencias de legisladores afines al Ejecutivo, y Herrera, carta que dejó caer la derecha.

Algo que no le perdonan en el Senado a la secretaria de Estado son las críticas que en julio ella planteó en La Segunda, justo cuando estaba en riesgo el fin de la Cámara Alta en virtud de las discusiones en la Convención Constitucional. “El clima en el Senado ha estado muy marcado por las decisiones de la Convención. Uno puede empatizar con su molestia, pero en algunos casos el comportamiento hacia los ministros ha sido extremadamente descortés. He tenido varias ocasiones en comisiones donde el diálogo ha sido muy brusco. Es mi trabajo y no tengo problema, pero eso no le hace bien a la política ni al país”, dijo Ríos.

Desde entonces la relación entre la ministra y senadores oficialistas -sobre todo de la Comisión de Constitución, instancia donde luego tendría que conseguir el consenso para nombramientos tan relevantes como el del líder del Ministerio Público- se ha deteriorado. Esto obligó a que ella buscara intermediarios y otros representantes en estas conversaciones por un nuevo fiscal.

Con todo, en el gabinete empatizan con Ríos y aseguran que le “ha tocado duro” y que ha sorteado lo mejor posible una gestión compleja. En su entorno, en tanto, afirman que con el error en la nómina de indultos, la ministra se complicó y que, por lo mismo, aceptó la renuncia de su ahora exdirectora de comunicaciones Alejandra Lazo. Sin embargo, las mismas fuentes dicen que Ríos sigue haciendo su trabajo y que no se le ha visto “afligida”, pese a los momentos complejos que enfrenta.

Prueba de ello fue una reunión que la socióloga tuvo con parte de la directiva de Convergencia Social el lunes. “Respaldamos con firme convicción a la ministra Marcela Ríos, quien, llevando adelante el mandato del Presidente, ha firmado los decretos de indulto”, declararon tras la cita en la que participaron la vicepresidenta Ximena Peralta, las diputadas Gael Yeomans y Emilia Schneider, entre otros dirigentes.

En el complejo momento que enfrenta la secretaria de Estado, este jueves sostuvo un almuerzo -además- con diputados de distintas bancadas oficialistas en Valparaíso. Concurrieron, entre otros, Maite Orsini (RD), Tomás de Rementería (PS) y Gael Yeomans (CS). Según presentes, la cita que pidió el equipo de Ríos para abordar la agenda legislativa de su cartera también tuvo espacio para hacer reflexiones sobre los turbulentos días de la titular de Justicia. En ese marco, los diputados le entregaron su apoyo.

El control de daños de Uriarte

La titular de la Segpres se lo había comentado a varios senadores: Valencia no sería la carta que elegiría el Presidente, porque implicaría permitir que el Senado le impusiera un nombre al gobierno. Tal era su convicción que incluso deslizó a algunos de ellos que si eso llegaba a ocurrir ella podría dar un paso al costado.

Expuesta a ese nivel, ayer la gran duda entre legisladores oficialistas y de oposición era si Uriarte cumpliría o no su palabra. Y fue ella misma, según confirman senadores contactados, la que llamaría a algunos para desactivar ese rumor. La socialista entendía, según las mismas fuentes, que quedaba en una posición compleja con la determinación del Mandatario, pero -aseguró- se mantendría alineada con la posición oficial de La Moneda.

“Está molesta, pero no va a tirar el mantel”, decía ayer una fuente oficialista que conversó con la secretaria de Estado.

Pese a eso, fuentes del gobierno aseguran que Uriarte -que hoy no hará apariciones públicas pues se someterá a un procedimiento médico- no escondió su opinión contraria a inclinarse por Valencia.

La ministra Orellana, en tanto, sostuvo una conversación telefónica con el Presidente Boric la tarde de ayer. En ese contacto, este le confirmó que sería Valencia el candidato de La Moneda a su ministra de la Mujer.

Con el resto del comité político, señalaban hoy en La Moneda, se comunicó varias veces por medio del grupo de WhatsApp que todos comparten.

Tohá, en tanto, ha sido hasta ahora la única de las ministras en abordar el tema durante la jornada. “Este es el tercer nombre que el Presidente de la República propone al Senado. En cada oportunidad el Presidente ha hecho un balance de lo que le parece la mejor propuesta que puede hacer en las condiciones que tiene en el Senado para que ese nombre tenga la posibilidad de concitar estos apoyos tan amplios que se requieren”, dijo esta mañana tras participar de un balance de la PDI sobre su gestión en 2022.

En esa línea, aseguró que “esto no tiene que ver con otros cálculos que eso mismo: el mejor nombre disponible dentro de la quina y que tenga posibilidades de obtener estos amplios quórums que se requieren”. “Es de esperar que en esta oportunidad ello sí se alcance, porque ya en dos ocasiones anteriores no fue así”, agregó.

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