¿Cuántas personas tienen TOC en Chile?
Gabriel Boric confesó a través de su cuenta de Instagram que estaría con licencia por dos semanas por un Trastorno Obsesivo Compulsivo, un cuadro que afecta a cerca de medio millón de chilenos, que en los peores casos, deben operarse.
El diputado Gabriel Boric Font, dio a conocer anoche a través de su cuenta de Instagram (gabrielboric), que sufría un trastorno obsesivo compulsivo, conocido como TOC. En su relato, anunció que estará con licencia un par de semanas, pero que su equipo "sigue trabajando firme", instancia en la que también aprovechó de decir, que se trata de un trastorno "que se aborda poco en el país".
El diputado ya había confesado en 2014 en una entrevista a la Revista El Sábado, que iba al psicólogo, ya que sufría de TOC. Relató que tenía manías como pestañear cuatro veces cuando entraba a su pieza o girar cuatro veces la perilla.
En Chile, aproximadamente entre un 2% y 3% de la población sufre algún grado de TOC, es decir, hasta 500.000 personas podrían padecer este trastorno.
Según Guillermo Gabler, psiquiatra de Clínica Alemana, "el TOC es la recurrencia de una o varias ideas que invaden la vida del paciente, que son totalmente involuntarias en su aparición y que el paciente considera como absurdas en la gran mayoría de los casos. Pese a eso, no las puede combatir voluntariamente y tiene que recurrir a un tipo de acción para mitigar la angustia que le genera la aparición de la idea. A esa acción, se le llama compulsión, que es un acto como ordenar o lavar. El paciente busca hacer lo que sea para mitigar esa angustia".
Gabler explica que el TOC se produce por ciertos desequilibrios de neurotransmisores. La gravedad la da la interferencia que genera el problema en la vida del paciente. "Si bien hay escalas para medirlo, sirven más para estudios clínicos, pero no se aplican necesariamente a los pacientes".
Carmen Luz Letelier, psicóloga de la Universidad Gabriela Mistral, señala que el TOC se inscribe dentro de los trastornos de ansiedad, y que suele tener una base y explicación en la biología del paciente, que muchas veces es vulnerable. "Se relaciona con el continuo control/descontrol, y sus temáticas giran en torno a la culpa, ruina y enfermedad. El paciente reconoce sus obsesiones como algo irracional, pero no puede dejar de padecer estos pensamientos".
Gabler añade que la enfermedad tiene solución, con resultados positivos. "El tratamiento consiste en farmacoterapia, asociado a psicoterapia, es decir, trabajo psiquiátrico y psicológico. El tratamiento debe ser recurrente, no necesariamente de por vida, pero si por mucho tiempo, ya que la enfermedad tiende a reaparecer . Hay muchos pacientes que no consultan por el TOC y pueden llegar a tener un cuadro grave".
Respecto al tratamiento psicológico, Letelier establece que lo que más funciona es el cognitivo-conductual. "En mi caso, me ha dado muy buen resultado utilizar conceptos y técnicas provenientes del mindfulness (atención plena). Lo óptimo es que el paciente esté con tratamiento psicológico y psiquiátrico".
La especialista dice que en algunos casos extremos, incluso se puede requerir psicocirugía. "En casos más graves, en que el TOC se convierte en una enfermedad muy invalidante y que han sido refractarios al tratamiento, se ha usado psicocirugía, con bastante éxito".
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