Cuatro despidos en dos semanas: las remociones que empantanan a la Municipalidad de Ñuñoa

En un periodo de dos semanas, Ñuñoa vio partir -despedidos- en un abrir y cerrar de ojos a cuatro funcionarios relevantes de sus distintas corporaciones, lo que que hoy tiene el ambiente caldeado entre los funcionarios que aún permanecen allí. “Se ha apoderado entre nosotros la desconfianza hacia los pares y hacia la alcaldesa Emilia Ríos”, señalan desde las entrañas del municipio.

Y es que en los últimos días la comuna que lidera la edil RD ha sido testigo de cómo fueron despedidos Paulina Tranchino, directora de la Corporación Cultural, Joaquín Muñoz, coordinador de Administración y Finanzas de dicha corporación, Gerardo Jara, subdirector del Espacio Literario, y este jueves Andrea Ortiz, directora de Salud de la Corporación Municipal de Desarrollo Social. Sus salidas ya son un hecho y ellos mismos ya han ido diciéndole adiós por distintas vías a sus ahora excompañeros.

El tema es que, aunque como en cualquier trabajo un despido es algo habitual, son los motivos de las salidas de los exfuncionarios ñuñoínos los que tienen enrarecida la convivencia interna. Y con versiones, por cierto, encontradas, sobre todo porque, así como casi todos llegaron junto con la alcaldesa, el adiós se da casi en simultáneo.

“Algunos se fueron porque se abultaron los sueldos”. Si bien en el municipio declinaron referirse públicamente a los despidos y los motivos de estos, en el entorno de la alcaldesa Ríos, que en los últimos días ha tenido que lidiar con la destitución del director del Liceo Augusto D’Halmar y sus propias declaraciones, cuentan que el dinero extra fue el motivo que la llevó a tomar la decisión.

Sin embargo, cercanos a los despedidos de la Corporación Cultural -quienes o no pudieron ser contactados por este medio o declinaron hablar de sus salidas- son enfáticos en descartar esta versión.

De hecho, desde su entorno si bien reconocen que hubo un mes en que recibieron más dinero del debido, esto se produjo por, según describen, un error del área de Administración y Finanzas de la corporación y que se resolvió una vez advertido que en la nómina de salarios se había incorporado el alza del 12% del IPC. Las mismas personas agregan que lo anterior fue resuelto mediante la devolución total de los recursos adicionales con un descuento en el último sueldo de los involucrados. “Se pasan, pero la gente de RD quiere usar eso para justificar los despidos que en verdad se produjeron por temas que más tienen que ver con darle paso a personas más afines políticamente hablando”, suman.

Pero, ¿por qué aseveran esto? Algunos lo atribuyen a “desacuerdos editoriales”, con el hecho concreto de que algunos de los despedidos no son militantes. “No extrañaría que quienes lleguen sí lo sean”, aseveran en el entorno de los despedidos, quienes añaden que “ahora metieron a un ingeniero comercial sin experiencia en gestión cultural, que ya está teniendo roces con el equipo que quedó”.

Francisco Valenzuela es el nombre de la persona a la que se hace referencia y que llegó a ocupar el puesto de Tranchino.

Su llegada, en todo caso, no debiese ser la única, así como tampoco que Tranchino, Muñoz, Jara y Ortiz, quien recién ayer fue despedida, sean los únicos que le digan adiós a Ñuñoa.

“Hablé personalmente con ella (Tranchino). Dijo que la habían desvinculado porque había una nueva línea cultural”, señala el concejal Julio Martínez (RN), mientras que su par Mireya Del Río (PC), expone que aún no tiene toda la información de las salidas: “Vamos a ver cómo sigue la corporación porque no hemos tenido el detalle de cuáles son las razones del despido”.

Al cierre de esta edición los despidos continuaban en Ñuñoa: Diana Torres, creadora y fundadora de Ñuñoa Tu Radio, Marilina Arancibia, periodista del medio comunal, y Nadia Sandoval, de la Secpla, fueron cesadas de sus funciones.