De la suspensión de Rojo a la postergación de su nuevo estelar de concursos: Los complejos días de TVN
Por estos días, el canal ha comenzado una nueva reformulación para seguir paliando su crisis financiera, sumando varios despidos de figuras emblemáticas y programas postergados. “¿No encontraron otro momento? Esto nos duele a todos los que salimos en esta pasada”, dice Gonzalo Cordero, ex productor de Rojo, programa que no saldrá al aire en un tiempo inmediato.
Con una crisis financiera que se arrastra hace seis años, TVN ha enfrentado en los últimos días otro difícil momento, agudizado por la emergencia del coronavirus, lo que ha impactado a la TV abierta en general.
La situación del canal público, sin embargo, entra en un escenario mucho más complejo, con proyectos cancelados, suspendidos, y varios despidos, incluso de figuras emblemáticas.
Desde la misma estación reconocen esta contingencia al ser consultados: “TVN atraviesa hace mucho tiempo una profunda crisis financiera y estas medias tienen que ver con un paquete de acciones para resolverla; el coronavirus ha acelerado alguna de esas decisiones”.
Primero fueron las medidas tomadas a partir de la emergencia por el coronavirus. En esa pasada, el gran damnificado fue el programa A todo o nada, espacio de concursos conducido por el periodista Gustavo Huerta y que, bajo el argumento de las medidas sanitarias, fue cancelado tras poco más de un mes en pantalla.
Por las mismas razones se decidió aplazar el estreno del programa periodístico Maestros del engaño, que debutaría el viernes 20 de marzo en horario estelar. Su estreno iría acompañado del regreso de la serie El Reemplazante, cuyo primer capítulo iría ese mismo día en segunda franja. Ambos proyectos retrasaron sus estrenos, y hasta ahora se desconoce cuándo verán la luz.
La situación se ha complejizado luego de otro anuncio que hizo la propia señal hace una semana: una reducción en los sueldos de sus “rostros” televisivos hasta en un 50%, como parte de “un robusto plan de salvataje económico y la profundización del rol de servicio público de la estación, por medio de la incorporación de programación educativa y cultural a la parrilla del canal".
Sobre eso habló hace algunos días el animador Ignacio Gutiérrez con este medio. “A mí me parece una medida correcta bajarnos los sueldos. Podría uno decir que es “acatar”, pero creo que esa no es la palabra, tiene que ver con que es la medida correcta de un plan de salvataje del canal, que viene de un tiempo. Son medidas que por lo demás pretenden mantener a los equipos juntos”, comentó entonces.
Tras ese anuncio hubo más cambios. Uno de los proyectos afectados fue el programa de concursos Yo me la sé, promocionado durante el pasado Festival de Viña y que tenía contemplado en la animación a Karen Doggenweiler -aunque nunca llegó a confirmarse públicamente-. Se trataba de un formato comprado a España y que se centraba en responder preguntas de trivia.
Fuentes al interior del canal indican que el espacio fue suspendido por la crisis del coronavirus, debido, entre otros factores, a que se hacía con público en el estudio.
Eso sí, parte del equipo que estaba trabajando para el proyecto fue cesado en sus funciones. Algunas voces dentro del canal suponen que el proyecto fue cancelado y no postergado. Sin embargo, al ser consultados de manera oficial por el tema, en la red estatal aseguran que muchos equipos fueron reducidos con el objetivo de reestructurarlos. Por tanto, según precisan, los despidos en algunos grupos de profesionales no significa que el programa no se haga, pudiendo contemplarse para fin de año o cuando la situación global vuelva a la normalidad.
Desde TVN aseguran que “estos espacios están suspendidos temporalmente, producto de la crisis sanitaria, ya que implican una presencia de público en estudio y muchas personas trabajando, que en este momento no es posible reunir. Adicionalmente, a raíz de la crisis financiera que vive TVN desde algún tiempo, el canal ha continuado con su plan de eficiencias, que implica una reestructuración, fusión de áreas y gerencias, así como de equipos de trabajo. En esta contingencia tenemos sólo a los equipos críticos trabajando en las instalaciones, que representan menos de un 40% de la dotación total del canal. El resto se encuentra en teletrabajo”.
Por otro lado, se iniciaron además una serie de despidos, como la salida del productor ejecutivo del programa Rojo, Gonzalo Cordero, la que siguió con una masiva desvinculación a cerca del 70% del equipo que realizaba dicho programa de talentos: espacio que se estrenaría en abril y que según informó ayer el propio canal, ha “suspendido temporalmente” su realización.
"Estoy triste y sorprendido. El programa estaba listo", comentó Cordero a La Tercera. Y profundizó: "Bueno, el canal está en una crisis tremenda, y esto no hace más que ahondarla. Pero sobre eso es imposible no sentir que cuántas veces uno se puso la camiseta por el canal, en cada minuto, cuántas veces, dándolo todo por el canal, una incondicionalidad tremenda. Y decir ¿en este minuto me van a echar? ¿No encontraron otro momento? Esto nos duele a todos los que salimos en esta pasada".
Según algunas fuentes, el espacio –uno de los más emblemáticos de la señal y que arrojaba buen rating- recién podría volver en 2021.
Mientras tanto, el resto del equipo que queda vinculado al programa, incluido su animador, Álvaro Escobar -quien mantiene contrato vigente con el canal por este y el próximo año,-, no han recibido más detalles sobre este receso sin fecha de retorno. El programa contaba con unas 40 personas trabajando a diario para cada capítulo, a lo que se sumaba una gran cantidad de profesionales contratados a través de una empresa externa, y que se dedicaban mayormente a labores técnicas.
Otros profesionales desvinculados en estos días fueron el director de programación, Jaime Boetsch tras poco más de un año en el cargo -que ahora ocupa José Antonio Edwards-, y el emblemático periodista Mauricio Bustamante.
“Como le ha pasado a tanta gente, y según me comentó la persona con quien conversé, el director ejecutivo del canal, me dijo que mi desvinculación fue por razones económicas”, comenta escuetamente el periodista a La Tercera. A través de redes sociales, el conductor de noticias agregó: “No sé si por desinformación o mala intención algunos han escrito que no acepté reducir mi sueldo. Eso ya lo había hecho en años anteriores, pero esta vez fui despedido sin negociación alguna. Se me dijo que era uno de los menos costosos de indemnizar”.
Justamente Bustamante era parte de los trabajadores que luego de tener un contrato “de plazo corto” con TVN -figura donde los profesionales firmaban contratos constituidos como “empresas”, renovados cada dos años-, volvió a tener un contrato como profesional “de planta”. En su caso, eso se regularizó en enero de 2019, cuando firmó ese nuevo trato. Por tanto, lo que acaba de recibir como indemnización tras su despido es lo que corresponde a ese periodo.
En un comunicado oficial, la red pública explicó la situación de Bustamante: “Esta decisión es parte de un paquete de medidas que TVN ha implementado para procurar su viabilidad financiera y sostenibilidad en el tiempo y que involucra, entre otras, alivianar la estructura y rebajar el sueldo de ejecutivos y rostros hasta en un 50%".
Por tanto, hoy el periodista, que llevaba 25 años en la estación, tendría reparos en la forma que se explicó su salida, debido a que su partida no habría tenido relación con la medida de disminuir los sueldos.
Por otro lado, entre 2014 y 2017 TVN acumuló pérdidas por $56.000 millones. Para paliar de alguna forma esa situación, a fines de 2017 el Congreso aprobó la capitalización de 47 millones de dólares para el canal. De ese monto, US$22,3 millones fueron entregados en 2018, mientras que el resto sería entregado de manera fragmentada.
Aunque las pérdidas se han reducido, las cifras siguen siendo críticas. Durante el 2019, por ejemplo, el canal registró pérdidas de $8.398 millones acumulados al tercer trimestre del año pasado: algo más auspicioso que lo registrado en el mismo periodo de 2018 -con pérdidas por $11.159 millones-, gracias a los ingresos publicitarios del Festival de Viña y la Copa América.
Un nuevo plan de rescate se dio en enero pasado: un préstamo con aval del Estado por $70 mil millones que “permitirán reprogramar los pasivos actuales de la empresa y superar la apremiante situación financiera que se arrastra desde 2014 y que ha tenido en riesgo su supervivencia”, comentó entonces su director ejecutivo, Francisco Guijón.
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.