¿Déjà vu? Tomarse el andén, la protesta secundaria que se repite en el Metro
El martes y miércoles de esta semana, estudiantes de un establecimiento de Santiago lograron detener el servicio del transporte público luego de sentarse al borde de las líneas del tren. El fenómeno tiene en alerta a las autoridades.
La escena se repitió dos días seguidos en la estación Santa Ana del Metro: luego de protagonizar manifestaciones en el exterior, casi un centenar de estudiantes evaden el pago del pasaje, descienden hasta el andén y se sientan en el borde de los rieles, con los pies colgando, lo que impide que los vagones ingresen al lugar por el riesgo que implicaría.
Según testigos de los hechos (así también se puede ver en redes sociales), las acciones han derivado en enfrentamientos verbales con los pasajeros que ven interrumpido su desplazamiento.
La información policial del martes, por ejemplo, señalaba que un grupo aproximado de 100 estudiantes que se manifestaban en la intersección de Manuel Rodríguez con calle Compañía, ingresaron a la estación, evadiendo el pago del pasaje saltando los torniquetes y que luego accedieron al sector de los andenes donde se sentaron, lo que motivó un corte de energía eléctrica por precaución. Las fuentes policiales, de hecho, señalan que la manifestación la originaron alumnas del Liceo 1 Javiera Carrera por lo que consideran promesas incumplidas de parte del municipio.
Desde Metro detallan que el martes 17 de mayo tuvo lugar una manifestación de este tipo, “donde un grupo de entre 50 y 100 de estudiantes del Liceo 1 entró a la estación Santa Ana en Línea 2 y se sentó al borde del andén manifestándose por demandas sobre la infraestructura de su establecimiento educacional”, mientras que el miércoles 18 de mayo “se llevó a cabo una manifestación del mismo tipo, con las mismas características, también en la estación Santa Ana Línea 2″. En ambas instancias, aseguran, la estación se mantuvo cerrada y la combinación con Línea 5, suspendida. Esto duró casi una hora.
En la mayoría de los casos, según revelan desde la empresa de transportes, las personas que protagonizan estas movilizaciones ingresan a la estación evadiendo el pago del pasaje en el torniquete.
“Cuando se produce este tipo de manifestaciones la primera acción que toma Metro es evaluar el impacto en términos de riesgo. Al tratarse de personas sentadas al borde del andén con los pies hacia las vías, se procede al corte de corriente para resguardar la seguridad de quienes se están manifestando”, agregan desde Metro, donde explican que con su personal en estación y a través de sonorizaciones por parlantes se ha intentado persuadir a esas personas de terminar la manifestación y alejarse de las vías. “Si esto no tiene resultados, se procede al cierre de la estación y en este caso, de la combinación”, aseguran.
Pero el cierre tiene además otras implicancias, toda vez que posteriormente se ha procedido a suspender el servicio de manera parcial en el tramo afectado por el corte de energía y, según exponen desde Metro, luego “Carabineros adopta el procedimiento de desalojo”.
La mayor María Irene Campos, comisario de la 60ª Comisaría Metro de Carabineros, dice al respecto que, para reforzar la seguridad de los usuarios, así como también “para el resguardo de la integridad de los manifestantes”, ella misma ha desempeñado “de manera permanente un rol de agente de diálogo, con el propósito de invitarlos a deponer su actuar y poder restaurar y reanudar el normal funcionamiento del Metro de Santiago”.
Pero, ¿qué lleva a las alumnas a manifestarse así? “El liceo estuvo tomado hasta fines de abril y fue devuelto porque se llegó a algunos acuerdos que no se han respetado. Esta es la única forma de que nos escuchen”, dicen algunas de ellas, quienes explican que los principales problemas son de infraestructura.
Desde la Dirección de Educación de la Municipalidad de Santiago (DEM), sostenedora del establecimiento de dichas estudiantes, aseguran condenar “todos los hechos de violencia o acciones que obstaculizan la circulación de las personas que transitan por la comuna” y que desde marzo están abordando los petitorios de los liceos, las demandas y las movilizaciones estudiantiles “a través del diálogo permanente”.
En ese sentido, si bien el tomarse la estación es un acto que ya se había observado a partir del estallido social y en este caso es por una situación particular de conflicto en un establecimiento escolar, la recurrencia actual del mismo tiene en alerta a las autoridades. El temor a que las protestas escalen, tal como ocurrió en octubre de 2019, es latente por lo reiterativo y similar a lo vivido hace algunos años.
Así las cosas, desde la DEM explican que buscan que las conversaciones con las estudiantes “ocurran de forma previa a las movilizaciones y que puedan darse en terreno -en los establecimientos, con los Centros de Estudiantes y los Consejos de Delegados de Cursos (CODECU)- cada vez que sea posible”. En esa línea, detallan que se han instalado mesas de trabajo que muchas veces sesionan en la DEM, “donde el diálogo es la principal estrategia”. Además, ejemplifican que con los liceos Aplicación, Isaura Dinator e INBA “la conversación ha llegado a buen puerto y tenemos tareas comprometidas que llevaron a sus estudiantes a deponer las tomas”.
“Con las estudiantes del Liceo 1 ya estamos conversando, quienes están movilizadas y durante la próxima semana asume su nueva directora -Alondra Zúñiga- quien se sumará a la estrategia de gestión centrada en el diálogo y en analizar y atender sus demandas, lo que es nuevo en Santiago, lo cual está lejos del castigo y la represión. Somos educadores y nuestra apuesta es desde esta disciplina”, cierran desde la Dirección de Educación santiaguina.
No solo Santa Ana
Pero las manifestaciones con personas sentadas al borde del andén no solo han ocurrido ahí. Ha habido otras esporádicas en estaciones como Vicente Valdés, Quinta Normal, Pedro de Valdivia o Cumming de las líneas 1, 2 y 5, en horarios y estaciones variados, “y generalmente están asociadas a manifestaciones de estudiantes secundarios”, según detallan desde la empresa.
En ese sentido, la mayor Campos expone que con el propósito de fortalecer la seguridad de todos los usuarios del servicio que presta el tren subterráneo, Carabineros de la 60ª Comisaría Metro desarrolla servicios preventivos en las principales estaciones de la red, labor que es monitoreada por la central de cámaras de la empresa en conjunto con patrullas de Carabineros, “cuya tarea es informar respecto a los acontecimientos que puedan ocurrir tanto en el exterior como también en el interior de dichas estaciones”, agrega.
Metro, en tanto, “condena esta forma de manifestación por tratarse de una acción arriesgada, que puede revestir peligro para quienes la realizan y también para quienes se encuentran en la estación, además de afectar el viaje de otros pasajeros de la red”.
Consultados por estos hechos, desde el Ministerio del Interior no entregaron respuesta hasta el cierre de esta edición.
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