Depresión en la cárcel, sus "lecciones de vida" y las gestiones del gobierno: Los detalles no conocidos del juicio de los chilenos en Malasia
El informe del magistrado que condenó a ambos chilenos por el delito de homicidio culposo reveló el interés del gobierno en el resultado del caso. El documento detalla que Felipe Osiadacz y Fernando Candia anticiparon las dificultades que tendrían para su reinserción laboral en Chile debido a "la amplia publicidad y toda la atención de los medios que recibió este caso".
"El 4 de agosto de 2017, alrededor de las 5.32 a.m., el cabo de policía Sazali Zainal que estaba de servicio en el Centro de Control Dang Wangi de IPD recibió una llamada de emergencia de 999 de Lim Ah Fong, un empleado del mostrador de registro en Star Town Hotel Inn, alertando de una pelea en el hotel".
Así comienza el informe dirigido por el juez Mohd Nazlan Bin Mohd Ghazali el 24 de enero de este año a la Corte de Apelaciones de Kuala Lumpur. El documento -que fue enviado a la Cancillería chilena el 14 de marzo- presenta los argumentos sopesados por el magistrado en su sentencia de dos años de cárcel en contra de Fernando Candia y Felipe Osiadacz por el homicidio no culposo del ciudadano malasio Yusaini Bin Ishak.
La Tercera PM obtuvo copia del escrito a través de una solicitud de Ley de Acceso a la Información Pública efectuada al Ministerio de Relaciones Exteriores. El informe, que cuenta con 28 páginas, desclasifica los detalles del juicio en contra de ambos jóvenes y es una pieza clave en el proceso que la fiscalía del país asiático sigue en contra de ambos. Ello, a pesar de que ambos retornaran sin contar con el permiso de las autoridades y a pocos días de que se conociera la apelación de la entidad persecutoria.
A inicios de abril retornó Felipe Osiadacz y –según sus redes sociales– se ha dedicado a recorrer Chile, manteniendo total hermetismo sobre lo ocurrido. Mientras que Candia -en su regreso en agosto de este año- efectuó una conferencia de prensa en dependencias de la Municipalidad de La Florida en la que abordó las circunstancias de su salida de Malasia. Ambos originalmente arriesgaban una pena de horca, algo que sus padres expusieron cuando solicitaron ayuda a Cancillería el 12 de abril de 2018.
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Mohd Nazlan Mohd Ghazali[/caption]
Luego de 16 meses presos en el penal Sungai Buloh, ubicado en la ciudad de Kuala Lumpur, en noviembre del año pasado el juez Ghazali -autor del documento- los decretó culpables del delito de homicidio no culposo, descartando la pena de muerte. En el escrito conocido hoy, el magistrado de la High Court de la capital malasia relata que, al llegar los policías al Star Town Hotel Inn, vieron a Fernando Candia sentado encima del fallecido, usando su cuerpo para presionar el pecho de la víctima en frente del mostrador del vestíbulo. "El segundo acusado (Felipe), sin camisa, caminaba de un lado a otro cerca. Ambos acusados fueron arrestados".
"El conserje testificó que el fallecido había seguido a los dos acusados de regreso al hotel y exigió dinero a los dos acusados e intentó evitar que los dos ingresaran al ascensor. Mientras los dos acusados continuaban ignorando al fallecido, este último comenzó a atacarlos usando sus zapatos de tacón alto. Los acusados inmediatamente pidieron llamar a la policía", detalla.
El juez afirma que la víctima tenía pruebas "de asfixia" en diversas partes del cuerpo.
"El cadáver fue enviado al Institut Perubatan Forensik Negara del Hospital Kuala Lumpur para su examen post mortem. Sobre la base del informe post mortem elaborado por el especialista forense Dr. Slew Sheu Feng, el examen externo del cuerpo reveló trazas de congestión alrededor de la cara, el cuello y la parte superior del pecho del fallecido consistentes con la presencia de equimosis, siendo la decoloración de la piel resultante del sangrado por debajo, donde la sangre se filtra de un capilar roto en el tejido circundante debajo de la piel", consignó el informe judicial.
"La autopsia del fallecido encontró pruebas de asfixia en la cara, el cuello y la parte superior del pecho. No hubo lesión en el cuello debido al estrangulamiento. Tampoco hubo contusiones en el cuerpo que sugirieran una asfixia traumática. El informe encontró que la presencia de manchas en el cuerpo debido a la asfixia experimentada por el fallecido antes de su muerte, la cual se debía a una compresión intermitente", complementó el documento forense.
El escrito refrenda que "en el momento en que ocurrió el incidente, el fallecido tomaba seis drogas (o medicamentos) diferentes, de las cuales se encontraron rastros en la sangre y la orina del fallecido".
"Lección más valiosa de la vida"
El juez Ghazali dividió su informe en siete partes. Los antecedentes descritos anteriormente forman parte de los hechos claves del caso, pero también detalló las "mitigaciones" o descargos presentados por los acusados, los que consideró a la hora de redactar su sentencia. Entre ellos destaca el estado mental de los prisioneros chilenos, quienes -según el documento- estaban arrepentidos y colaboraron con la investigación. Según el informe, los abogados de ambos acusados destacaron que sus clientes habían vivido algo que los marcó para el resto de sus vidas.
"Realmente lamentaron todo lo que había sucedido y se comprometieron a ser ciudadanos respetuosos de la ley y pidieron clemencia para permitirles regresar a Chile lo antes posible. Y ambos habían cooperado con la policía desde el momento de su arresto", afirma.
"Las personas acusadas, de acuerdo con su abogado, se esfuerzan aún más por trabajar duro y aprovechar el tiempo que habían perdido con sus familias y seres queridos y para tratar de recuperar el tiempo que habían perdido en su carrera profesional. Admitieron que no sería fácil después de la amplia publicidad y toda la atención de los medios que recibió este caso. No obstante, confiaban en que seguirían siendo buenos ciudadanos, serían hijos y esposos responsables en el futuro cercano y buenos padres en el futuro. Este incidente realmente les había enseñado la lección más valiosa de la vida", remató el documento.
"El Gobierno de Chile ha seguido de cerca el caso"
Otro capítulo sobre el que aún quedan líneas por escribir es el apoyo que el estado chileno brindó a los prisioneros. En su escrito, el juez Ghazali da cuenta de las gestiones que la Cancillería realizó ante el caso: visitas semanales a la cárcel, en las que se acreditó que ambos prisioneros sufrieron de infecciones cutáneas y depresión.
"El caso ha generado un gran interés público en Chile. El Gobierno de Chile ha seguido de cerca el caso y ha prestado asistencia a las familias para que puedan estar en Malasia durante la mayor parte del juicio. Su Excelencia el Embajador de Chile en Malasia (Rodrigo Alonso Pérez Manríquez) estuvo presente en casi todos los días del juicio. El cónsul de la embajada de Chile (Juan Francisco Mason) también había hecho visitas casi semanales a la prisión de Sungai Buloh para visitar a los acusados que, según el abogado, habían padecido infecciones cutáneas, heces sangrantes, pérdida de peso grave y depresión", consignó el magistrado.
"Ambos acusados provienen de familias muy unidas. Sus familias no son ricas, pero, a pesar de todas las limitaciones financieras, han hecho varios viajes a Malasia para visitar a los acusados y tratar de proporcionarles todo el apoyo que puedan costear", acotó el mismo informe.
El interés de la Cancillería en el resultado del juicio se reflejó en distintos aspectos. Según la información que ese ministerio desclasificó vía Transparencia, la subsecretaría de RR.EE. costeó a través del canje de millas en siete ocasiones pasajes aéreos a los padres de Fernando Candia y Felipe Osiadacz para viajar entre el 13 de julio de 2018 hasta 20 de noviembre de 2018, en pleno juicio.
El ministerio, además, encomendó a la subdirectora de prensa Verónica Arqueros a viajar hacia el país asiático, para apoyar las gestiones durante el juicio. "Con motivo del juicio de los señores Osiadacz Sanhueza y Candia Olcay, este Ministerio de Relaciones Exteriores comisionó por el término de diez días, a contar del 27 de julio y hasta el 5 de agosto del año 2018, a la señora Verónica Arqueros Sáez, con el objeto de prestar apoyo a la Embajada de Chile en Malasia, pagándole por concepto de viáticos y pasajes la suma total de US$5.816", respondió la Cancillería.
En su minuta N° 67 del embajador Pérez enviada a la Subsecretaría de RR.EE detalló que la Corte de Apelaciones cuenta con tres jueces y falla por consenso o mayoría simple. "Si el fallo resulta insatisfactorio a alguna de las partes, siguiente proceso de apelación se presentaría ante la Corte Federal, proceso que tardaría, en promedio, otros seis meses en resolverse".
La posición de la fiscalía malasia
Al finalizar el documento, el juez Ghazali expone que descartó la pena de muerte y tomó la decisión de darles dos años de cárcel y declarar culpables de homicidio no culposo a los dos chilenos por distintos factores. Entre ellos, los que pesaron fue que ambos se declararon culpables del delito, lo que es un atenuante, y que el juez sopesó que debía haber una "sentencia proporcionada" entre la gravedad de la ofensa y la responsabilidad de los causantes. Ghazali apunta, además, que ambos tenían "fuertes factores mitigantes", pues, sumado a los factores recién expuestos, era primera vez que delinquían.
La Tercera PM tuvo acceso a la apelación presentada por el fiscal Khairul Anuar bin Abdul Halim, que cuestionó duramente la sentencia del magistrado de la High Court de Kuala Lumpur.
El 12 de marzo de este año -tres meses después de que el juez Ghazali redactara el documento-, la Fiscalía de Malasia presentó su escrito de tres páginas, buscando una pena más alta a ambos chilenos. Entre los argumentos que expuso el persecutor se encuentra que "el interés público que debería ser superior al interés de los demandados al imponer un castigo justo y apropiado".
"El juez de la High Court de Kuala Lumpur cometió errores de hecho y de derecho al considerar excesivamente los factores atenuantes de los demandados", acotó en su apelación el fiscal.
Además aseguró que la sentencia condenatoria es totalmente "inapropiada por la gravedad del delito cometido por los demandados".
De igual manera, el informe de magistrado detalló que para la fiscalía "ambos acusados son adultos profesionales que ciertamente han madurado lo suficiente y habrían sabido que su conducta en la disputa con el fallecido podría haberle causado la muerte o lesiones graves", remató.
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