Descifrando el voto chileno en el exterior: cómo se distribuyeron las preferencias para la primera vuelta
En los cinco continentes, los chilenos en el extranjero dieron la victoria a Gabriel Boric. Mientras los países más estables y con mejor calidad de vida giraron a la izquierda, otros, como Venezuela o China, viraron hacia el Partido Republicano.
A cuatro días de las elecciones y a 24 días de la segunda vuelta en la que se enfrentarán José Antonio Kast y Gabriel Boric, varios son los aspectos que analizan los candidatos para rearmar su estrategia electoral. A nivel internacional, los datos del voto en el exterior serían claves para entender cómo ven los chilenos en el extranjero el crucial balotaje y cuáles serían las motivaciones para acudir a las urnas a cientos de miles de kilómetros de su país de origen. En los cinco continentes, la carta de Apruebo Dignidad se llevó la victoria, pero países como China, Venezuela, Bolivia, Ecuador y Colombia viraron hacia la del Partido Republicano.
En un zoom a las mesas escrutadas, en América un 43% de las preferencias presidenciales fueron para Gabriel Boric, un 30% para JAK, un 12% para Sebastián Sichel, un 6,9% para Yasna Provoste, un 2,6% para Marco Enriquez-Ominami, un 2,6% para Franco Parisi y un 1,6% para Eduardo Artés.
Al ver los resultados más de cerca a nivel regional, en Bolivia, Colombia, Paraguay y Ecuador se impuso Kast, con un 65%, 44%, 60% y 48%, respectivamente. “En el caso de Bolivia y Colombia, el componente principal del voto de la presencia chilena en aquellos lugares obedece a personas que están allá trabajando en negocios y comercio, incluso hay capitales y empresas chilenas. Por lo tanto, en varios de estos países se trata de nacionales que definitivamente no están satisfechos con algunas de las propuestas del ámbito económico, como tratados de libre comercio y otros, que ha propuesto la candidatura de Boric. Era esperable que esa candidatura no ganara y que la que se impusiera más frontalmente iba a ser abrazada por estos nacionales”, señala a La Tercera PM Gilberto Aranda, académico de la Universidad de Chile.
En Venezuela y Perú, ambos países con gobiernos izquierdistas, como es el de Nicolás Maduro -que el domingo pasado celebró comicios locales- y el de Pedro Castillo, los chilenos optaron por JAK. En Caracas, un 54% votó por el Frente Social Cristiano y un 22% por Apruebo Dignidad. En tanto, en Lima, un 53% por Kast y un 18% por Boric. “En el caso de Venezuela, un país en una emergencia humanitaria crítica, con 5,6 millones de venezolanos que se han distribuido en un 85% en América Latina, los chilenos que viven allá si bien pueden haber llegado en otras condiciones, quizás incluso algunos refugiándose de la dictadura chilena, un porcentaje importante entra en la suma polaridad que hay y no es extraño pensar que una parte de ellos corresponda a la oposición al madurismo o chavismo”, explica Aranda.
Para Mario Herrera, académico de la Universidad de Talca, “la conducta electoral en estos países tradicionalmente se inclina por electores de derecha. En las elecciones de 2017 ocurrió el mismo fenómeno. Particularmente en Venezuela, la diferencia entre los votantes de derecha y el resto suele ser mayor. En 2017, (Sebastián) Piñera obtuvo un porcentaje cercano al 60% y en esta elección la suma de Sichel y Kast da un porcentaje similar. Esto puede estar relacionado con la experiencia de un país con bajos niveles de estabilidad y con escasas credenciales democráticas. Al convivir con esa realidad, esto puede generar que los chilenos en el extranjero sean más adversos a candidaturas de izquierda”.
No obstante, en Argentina, con el gobierno peronista de Alberto Fernández, y en Brasil, con el ultraderechista Jair Bolsonaro, el voto chileno en el exterior benefició a Gabriel Boric. Un 53% de los votos en territorio argentino y un 49% en zonas brasileñas le dieron luz verde al diputado de Magallanes. “El bolsonarismo si bien perdió una mayoría por el manejo en la pandemia, tiene un segmento de la sociedad adherente al mandatario y es probable que una parte de la chilenidad en Brasil lee la conexión cierta y evidente entre el tipo de político que es Bolsonaro y Kast, que son muy convergentes, ambos exponentes de la nueva derecha radical”, apunta Aranda.
Si se analiza por tendencias ideológicas, Rusia, Cuba y Nicaragua se cuadraron con la opción presidencial de izquierda en Chile, otorgando un 44%, 83% y un 45% de apoyo a Boric. Sin embargo, una de las sorpresas fue China, país en que los chilenos votaron con un 34% para JAK y un 28% para Boric. “Lo de China también responde a una conducta electoral previa. Piñera en 2017 obtuvo el 59% de los votos y al sumar a Kast con Sichel da casi idéntico porcentaje. Probablemente, este fenómeno se relacione con una migración por motivos económicos más que políticos”, explica el docente Herrera.
Siguiendo con una vista a nivel continental, en África un 40% respaldó a Boric frente a un 31% para Kast; en Asia, un 34% se cuadró con Boric y un 29% con Kast; en Oceanía, un 58% votó por Boric y un 15% por Kast. Sin embargo, el continente que mayor respaldo dio a Gabriel Boric fue, sin duda, Europa, con un 64% de respaldo en las mesas escrutadas, frente a un 12% de José Antonio Kast. Los chilenos ubicados en países con mayor estabilidad política, con mejor calidad de vida y beneficios sociales estatales brindaron su voto a Apruebo Dignidad. Mientras que en zonas con alta inestabilidad política, como Líbano, Israel y Filipinas, se posicionó en primer lugar el Frente Social Cristiano.
“Las condiciones para que los votantes chilenos se inscriban en otro país están establecidas, requieren un tiempo con antelación en los consulados y, en general, es un voto no impulsivo, sino que meditado. En general, en Occidente se trata de un voto de estudiantes universitarios de pre y posgrado o profesionales que se han desplazado a otros países con mayor calidad de vida, que no tienen las mismas oportunidades en Chile o son jóvenes con definiciones identitarias claves y es un voto duro. Era esperable la avalancha de votos para Boric, porque son votantes descontentos con las clases políticas chilenas y tienen serias críticas de cómo se ha desplegado el sistema en Chile en los últimos años. Por lo tanto, ni la vieja centroizquierda, ni candidatos pro-sistema conservadores los convencen y el cambio los encanta. Independiente del giro que tomen los candidatos durante la campaña, estos resultados no van a variar mucho en segunda vuelta”, finaliza Arana.
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