Dirigentes y jugadores enfrentados y mucho dinero sobre la mesa: el foco de conflictos que se abrió en Colo Colo por la cancha del Monumental
El domingo, el equipo de Gustavo Quinteros recibe a Unión Española, en un partido clave para la aspiración del Cacique de optar al título. Sin embargo, el campo de juego difícilmente estará a la altura, ya que está muy dañado por los conciertos. Para colmo, el último recital está agendado para este jueves, a solo tres días del trascendental duelo frente a los hispanos.
El domingo, Colo Colo se juega el Campeonato. No es exageración. El equipo de Gustavo Quinteros se reinstaló en la discusión por el título después de estar, virtualmente, fuera de ella. Una conversación que le era totalmente ajena cuando estuvo a siete puntos de distancia del liderato. Hoy está a dos, con seis unidades en disputa. Sin ir más lejos, el domingo pasado, luego de ganarle a Audax Italiano en La Florida, los albos y sus hinchas celebraron como si hubieran levantado el trofeo.
La ocasión parece imperdible. El siguiente partido es frente a Unión Española y en una condición que los albos suelen transformar en determinante, sobre todo en situaciones decisivas: como locales. El encuentro ante el equipo de colonia se jugará en el estadio Monumental, aunque lejos de las condiciones ideales. Los conciertos de Roger Waters, la semana pasada, dejaron severamente dañada la cancha y aún falta que se presente The Cure, este jueves. Recién después del show de la banda británica el Cacique podrá intervenir un campo que luce severamente afectado.
Trabajos intensos
En Macul aseguran que el terreno de juego llegará en buenas condiciones al choque frente a los hispanos. Aspirar a la plenitud, eso sí, parece una quimera. Entre viernes y sábado tendrán que desmontar estructuras y acondicionar el césped. El resto quedará en manos del equipo de cancheros del club, quienes tendrán que apelar a todos sus conocimientos y a la experiencia acumulada, especialmente este año, para intentar presentar una cancha en las mejores condiciones posibles.
“Se ratifica que jugamos en el Monumental. Es una lástima el daño producido, que son dos franjas horizontales grandes. Hay una irregularidad, por supuesto, porque el contrato (con la productora DG Medios) dice que se nos debe devolver la cancha en perfectas condiciones”, se excusó Alfredo Stöhwing, presidente de Blanco y Negro. “Estamos haciendo todos los esfuerzos. Se va a trabajar desde el jueves en la noche inmediatamente terminado el concierto, 24 horas, para llegar con la cancha en buen estado para el domingo”, aseguró.
Las bases del Campeonato ponían al Cacique en aprietos. El artículo 19º establece cómo debe actuar el directorio de la ANFP para designar un estadio distinto del inscrito por un club y los plazos para que esta decisión se produzca. “El Directorio podrá programar y reprogramar, en el más breve plazo, los partidos en estadios distintos de aquellos inscritos por cada club, cuando concurra alguna de las siguientes circunstancias: a) Que el estadio pertinente, a su juicio o en opinión de la Delegación Presidencial respectiva, no ofrezca condiciones adecuadas de seguridad para los jugadores, cuerpo técnico, árbitros, dirigentes y/o espectadores; b) Que el estadio pertinente se encuentre suspendido por resolución del Tribunal Autónomo de Disciplina u otro órgano competente de la Asociación. c) Que, faltando cinco días para la realización del partido, el club no haya definido el estadio en el que ejercerá su localía”, plantea.
Quejas y distancia
La cancha del recinto de Macul luce mal. Decir que está destruida no parece un despropósito. Sí lo parece el estado en que está, considerando que entre la última parte del año pasado y el inicio del actual se le sometió a una intensa remodelación para ponerla a la altura de las más importantes de Sudamérica: además de renovar el sistema de drenaje, se cambió la mezcla de pasto por una que resultara más resistente para el invierno y que soportara de buena forma el verano.
Sin embargo, con el transcurso de los meses, el que tenía que ser un gran alivio para el Cacique se transformó en su principal dolor de cabeza. En principio, porque fueron los propios jugadores albos quienes criticaron la dureza de la superficie. Y luego, porque, para peor, las intensas lluvias que se registraron en septiembre y que coincidieron con la presentación de Bruno Mars, produjeron efectos nefastos: el paso de un Yale para retirar la estructura del escenario destruyó un sector considerable de la cancha, que se acondicionó a duras penas para el partido entre la Selección y Colombia. Esa vez, hubo fuertes quejas de la delegación cafetalera y también de la ANFP. Las que emanaron de Quilín tenían que ver con el alto costo que piden los albos por el arriendo: US$ 200 mil más IVA.
Las quejas llegaron a octubre, cuando la Roja recibió a Perú. Aunque los albos realizaron trabajos para reparar el campo de juego, los incaicos no disimularon su inquietud por las condiciones en que lo encontraron cuando realizaron el tradicional reconocimiento. Esa vez, por ejemplo, fueron evidentes los gestos de preocupación del técnico Juan Reynoso, quien antes del duelo había manifestado sus aprensiones. “Imagino que la cancha estará mejor que el partido pasado, por eso venimos con anticipación y así reconocerlo”, dijo. Sus aprensiones no hicieron más que confirmarse.
En el camarín albo no han escondido su preocupación ni molestia. Después de las dos presentaciones del cofundador de la banda Pink Floyd, y considerando que aún queda la presentación de The Cure, las imágenes son preocupantes. De hecho, antes del desastre, la inquietud de Gustavo Quinteros fue pública y notoria. “La vez anterior, cuando hubo un concierto, el piso en una parte se dañó, porque llovió un montón y en el desarmado de todo se hizo daño. Esta vez espero que no suceda lo mismo, que no puedan dañarlo como la última vez”, advirtió. Lamentablemente para sus pretensiones, su peor temor se transformó en realidad. “Están tomando las precauciones necesarias para que esté bien y que en ese partido, el último del año como local, tengamos un piso ideal para que el equipo juegue lo mejor posible”, agregó. Está a la vista que las medidas de protección resultaron insuficientes.
Con la misma fuerza se había pronunciado el capitán Esteban Pavez. “Lo hemos hablado mucho, porque nos perjudica bastante. Los dirigentes tienen que pensar un poco más en el fútbol. A lo mejor no pensaron en llegar peleando el título”, acusó el volante. Eso sí, después relativizó su postura. “También sabemos que con esa plata de los conciertos nos pagan los salarios”, complementó.
Hasta un exjugador se involucró. “Yo le hubiese pegado más fuerte (a los dirigentes). Fue muy condescendiente el capitán de Colo Colo, viendo que la cancha está asquerosa”, disparó Jorge Valdivia. “A todo eso le sumo que en verdad no puede estar en ese estado la cancha del Monumental. Yo hubiese sido más duro. Yo, como capitán de Colo Colo, me hubiese plantado, internamente, con los responsables, pero no puedes jugar en esa cancha; está asquerosa”, enfatizó.
Otro flanco
La situación produce ruido. Primero, entre los hinchas, que no entienden cómo no se priorizaron las obligaciones deportivas en una fecha a la que, habitualmente, Colo Colo llega peleando por objetivos importantes, muchas veces el título local.
A nivel directivo, también hay molestia. Al margen de que la situación se analizó en la reunión de directorio de Blanco y Negro, el Club Social y Deportivo Colo Colo alzó la voz. “Es preocupante, porque el primer objetivo y uso que debe tener el estadio es el juego, el fútbol. Es un estadio de fútbol y de Colo Colo, por lo tanto Colo Colo debe ejercer su localía en las mejores condiciones. Entendemos que sí o sí se debe jugar en el estadio Monumental y ejercer todas las presiones posibles a la productora, que no ha cumplido de la mejor manera por la cancha después de los recitales”, declaró su presidente Matías Camacho.
“El estado de la cancha no es el óptimo y hay que hacer inversiones de último minuto, estar corriendo para llegar con nuestra cancha en las mejores condiciones, como lo necesita nuestro plantel y el cuerpo técnico para ojalá poder dar la vuelta y jugando en nuestro estadio”, insistió.
La cancha del Cacique no ha tenido respiro. La explicación surgió en el seno del directorio de Blanco y Negro: los recursos que se acercaban a través de las productoras que organizaban los shows que se han podido ver en el reducto dejaron millonarias utilidades, que en Macul estimaron como compensación para los encuentros que se han disputado con restricción de aforo producto de la mala conducta de los fanáticos. En una economía altamente exigente como la del club albo, principalmente por los millonarios gastos que hay que financiar al mes, cada peso cuenta. Y la pérdida en recaudaciones era estimada como un factor primordial.
Con el Estadio Nacional destinado a los Juegos Panamericanos y, después, a los Parapanamericanos, las presentaciones de Bruno Mars, Roger Waters y The Cure, que cerrará la agenda artística este jueves, han sido parte del ajetreo que ha tenido que soportar la superficie, a pesar de las precauciones que se han tomado para aminorar los daños. En esos casos, además de las pesadas estructuras que soportan los escenarios, se incluye la presencia de público sobre la carpeta que cubría el césped. A eso hay que sumarles los partidos que ha disputado Colo Colo, la despedida de Matías Fernández y los encuentros que ha jugado la Roja.
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