Duterte, el incómodo invitado a la APEC de noviembre en Chile

"No queremos una foto con Duterte. Si no viene, es mejor para nosotros", explican desde las capas más altas del Ejecutivo ante una hipotética escena en que el Presidente Sebastián Piñera, como anfitrión de la Cumbre APEC 2019 que Chile, le estreche la mano y le dé la bienvenida al mandatario filipino Rodrigo Duterte y Roa como uno de los 21 jefes de estado asistentes.

La eventual llegada del mandatario filipino a Chile promete ser más que polémica ahora que surgen críticas contra la decisión de la Cancillería de que nuestro país se abstuviera de votar a favor la resolución del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, que ordenó investigar las ejecuciones ilegales que ha practicado el gobierno de Manila.

La política explícita de Duterte de ordenar y fomentar que maten a narcotraficantes y consumidores de drogas en su país ha disparado la cifra de asesinatos a más de 27 mil (la policía local habla de 6 mil), según la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, y ha hecho que -para muchos- a su figura que le quede bastante corto el apelativo "polémico".

Ante eso, esta mañana tres ex cancilleres criticaron la decisión de Chile, pidieron explicaciones y uno de ellos hasta sugirió que la determinación obedecería a evitar un desaire al mandatario filipino, y que éste termine ausentándose de la APEC que se efectuará en cuatro meses más.

De momento, su visita no está confirmada. En el equipo organizador de la cumbre explican que son los países los que confirman inicialmente su asistencia, y que después precisan quién vendrá. Aunque los convocados están sobre aviso desde el año pasado , las invitaciones oficiales fueron despachadas hace aproximadamente un mes, y hasta ahora solo ha ratificado su presencia la República Popular China. Pero Duterte sí suele asistir, y en la última versión de la APEC, en Papúa Nueva Guinea, estuvo al menos dos veces a centímetros del Presidente Piñera.

Eso ocurrió durante las dos fotos oficiales del evento. En ambas, el gobernante filipino le correspondió la segunda fila, y al chileno la primera, ubicado entre el presidente chino Xi Jinping y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau. En ninguna de las dos ocasiones se dieron la mano, a juzgar por los registros audiovisuales que pueden revisarse aquí y acá.

"Francamente, creo que esto tiene motivaciones de carácter político, la relación con Filipinas, la reunión de APEC de fin de año, probablemente", sugiere el hoy senador PS José Miguel Insulza, uno de los ex cancilleres que hoy criticaron la medida. "No tengo explicación. Supongo que tendrá que ver con eso, para asegurarse que el presidente no vaya a dejar de venir", comenta.

"Esta sí que nunca ha sido nuestra política", observa. Y cuenta que "cuando yo era canciller criticaba a algunos países que se hacían elegir para la Comisión de Derechos Humanos en Naciones Unidas, y después se abstenían cuando llegaba el momento de decidir. ¿Para qué se hacen elegir, hacen todo ese trabajo para eso, si después se van a abstener? No, pedimos ocupar ese cargo para hacer lo que corresponde, y nunca tuvimos problemas por eso; no veo por qué tendríamos que tenerlo ahora".

Advierte también que "es muy lamentable. Están todos los antecedentes para la condena que el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas emite contra Filipinas, son cosas conocidas, no requieren investigación. Ha muerto mucha gente. Lamento mucho la decisión de la Cancillería".

"Absolutamente sorpresivo e mpresentable" fue el adjetivo que eligió otro ex ministro de Relaciones Exteriores, Ignacio Walker Prieto, respecto al voto de abstención chileno.

"Hay una sola cosa que Chile no puede hacer en su política exterior: tener un doble estándar en materia de derechos humanos", dice.

"Chile adhiere a la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948 a este concepto como el fundamento ético de la civilización, no solo de la democracia", explica, y sentencia que "es un contrasentido que a dos semanas del pronunciamiento de la Alta Comisionada sobre las violaciones a los derechos humanos en Venezuela, Chile se abstenga frente a lo que -a todas luces- ha sido el gobierno de Duterte en Filipinas, que ha violado sistemáticamente los derechos humanos como una política de gobierno. Él lo ha hecho así desde su campaña".

Walker es tajante: "El asesinato se ha convertido en una política en Filipinas. Lo menos que uno puede hacer desde el Comisión de Derechos Humanos de la ONU es aprobar, apoyar con mucha fuerza una resolución como ésta. El gobierno y la Cancillería le deben una explicación pública al país".

-José Miguel Insulza cree que la próxima APEC podría tener que ver.

"NO quiero especular ni trabajar sobre hipótesis sobre cuál es la razón. Constato que Chile se abstuvo y, por lo tanto, el gobierno y la Cancillería le deben una explicación al país".

Heraldo Muñoz, en tanto, reiteró que "las razones, más explicaciones, las tiene que explicar el gobierno".

-El también ex canciller Insulza dice que probablemente lo hayan hecho para asegurarse que Duterte no se ausente de la APEC de fin de año en Chile.

"Bueno, no quisiera a referirme a eso. Las explicaciones tiene que darlas el gobierno"

En el Ejecutivo, el canciller Teodoro Ribera salió hoy a aclarar la decisión, remarcando que "la abstención de Chile es  consistente con la posición ya asumida por el país en las dos declaraciones de 2017  y la de 2018". Y que "manifiesta su profunda preocupación sobre la situación de derechos humanos" en Filpinas,  y "lo insta a cooperar con los mecanismos de investigación de denuncias de violaciones a los derechos humanos y rendición de cuentas correspondientes".

Ante las críticas de sus antecesores, en el gobierno estiman que ellos pasaron por alto que Chile ya había hecho esto, y que ahora el país da un paso más en ese sentido. Y, ante el supuesto que Duterte venga, pues que no es una prioriadad. Pero que, dado todo lo que se sabe, es mejor que no venga. Y reiteran que lo menos que desean es una fotografía con él.