El control de daños de Allamand tras el anuncio de una acusación constitucional en su contra
Luego de que se presentara el libelo en su contra, se dieron un par de llamados y conversaciones entre el propio acusado y algunos de sus estrechos colaboradores. Todo ello mientras su partido elucubra una estrategia de arremetida: Amenazar al oficialismo con una acusación constitucional de vuelta contra la ministra del Interior, Izkia Siches.
Una conversación por teléfono sostuvo el lunes el exCanciller Andrés Allamand (RN) con el secretario general y diputado de su partido, Diego Schalper.
Horas después de que se diera cuenta en la Cámara Baja de la acusación constitucional que un grupo de diputados, principalmente del Partido de la Gente (PDG), presentó en su contra, el actual secretario de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB) estaba pendiente del ánimo en el Congreso Nacional. No solo porque un libelo en su contra podía generarle un daño comunicacional a su trabajo en España, sino que también por las implicancias que ello podría generar en su continuidad en el cargo.
Cercanos a Allamand dicen que se enteró de la formalización de la acusación por su esposa, la convencional constituyente, Marcela Cubillos, quien se comunicó con él. De ahí que luego del aviso, el exCanciller conversó con otros parlamentarios como el presidente de RN, el senador Francisco Chahuán, el diputado integrante de la comisión acusadora, Andrés Celis (RN) y el jefe de bancada de los diputados, Andrés Longton. Hasta este miércoles en la mañana, Allamand seguía en contacto con algunos diputados.
“Me he comunicado con él y me ha manifestado su tranquilidad respecto a la acusación, en atención a que tiene la seguridad de que no ha incumplido con la Constitución y la ley y que finalmente esta acusación tiene un carácter más político respecto de ciertos sectores. Pero tiene la claridad de que hoy estamos en un clima muy polarizado donde lamentablemente estas herramientas se están ocupando de mala manera con la pena de que esto implica un daño a él en lo personal y a su círculo familiar y más cercano”, dice Longton a La Tercera PM.
No solo eso, sino que desde España Allamand conversó con algunos de sus antiguos colaboradores, entre ellos el exdiputado y exjefe de gabinete suyo, Tomás Fuentes (RN). Este último mantuvo diálogos con diputados de distintos partidos: El propio RN, el Partido Republicano de José Antonio Kast y el actual oficialismo. Ahí a la conclusión que llegaron es que la acusación no contaría con los votos requeridos en la Cámara de Diputadas y Diputados, ni mucho menos en el Senado. De todas maneras, el diagnóstico era que el objetivo de los diputados acusadores era traer a Allamand a volver a Chile, algo que no es obligación según establece la actual Constitución. Con Fuentes además hablaron sobre cómo debería ser la apuesta comunicacional del exministro.
Con todo, en su entorno han visto con preocupación algunas señales de los últimos días. Una de ellas fue por ejemplo una reunión que tuvo el pasado domingo en Costa Rica la actual Canciller, Antonia Urrejola, con su par de España, José Manuel Albares. En el entorno de Allamand preocupan ambas figuras.
Del ministro Español se dice que fue uno de los principales detractores de la candidatura de Chile a la SEGIB.
En el entorno del ex ministro, en tanto, marcan que Urrejola mantendría distancia con él pues no apoyó su repostulación a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). En esa oportunidad, el gobierno de Sebastián Piñera se concentró en apoyar a su exministra Patricia Pérez como jueza de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Desde España, Allamand ha estado acompañado por el exasesor de Presidencia, Marcelo Meza, a quien se llevó para trabajar en la SEGIB. Ahí, ambos han podido monitorear la situación. Quienes han hablado con Allamand por estos días dicen que está preocupado por cómo podría repercutir en su cargo. Descartan que el exCanciller vuelva a Chile para una defensa.
Otras fuentes sostienen que Allamand es consciente que la acusación es parte del juego político, pero que se puede defender bien ya que considera que el escrito presentado por los diputados es muy pobre.
La moneda de cambio de RN
Fue el lunes cuando antes de que se diera cuenta en sala, los diputados de RN intentaron bajar las firmas de la acusación. Y si bien lograron que la diputada del Partido Republicano, Gloria Naveillán, se restara, fue imposible convencer al PDG. En ese momento el diagnóstico era compartido: Si se consolidaba la acusación constitucional contra Allamand, el partido respondería acusando de vuelta a la ministra del Interior, Izkia Siches por notable abandono de deberes. Los abogados del sector han estudiado varias opciones para sustentar un libelo contra la jefa de gabinete, entre ellos la denuncia falsa que hizo sobre un avión con migrantes expulsados.
En RN molestó particularmente que la acusación contra Allamand fuera apoyada por diputada Clara Sagardía, quien integra el comité del Frente Amplio. En vista de ese hecho, algunos en el partido sostienen que es válido advertir que si se acusa constitucionalmente a Allamand, también puede avanzar una acusación contra la ministra Siches.
En los otros partidos de Chile Vamos afirman que aun está verde la posibilidad de acusar a la ministra Siches, pero aseguran que si avanza el proceso contra el ex ministro Allamand, el asunto podría reevaluarse en la UDI y Evópoli.
Con todo, el apoyo en RN a Allamand era transversal y el lunes pasado la comisión política del partido iba a emitir una declaración pública en su respaldo. Pero el exCanciller por un tema estratégico intervino para bajarla, y finalmente no se publicó.
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