El drama del Hospital San José: cómo la urgencia colapsó y la falta de insumos habría propiciado una muerte

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Los box están repletos, las carpas de emergencia también, no hay circuitos para los respiradores mecánicos, ha faltado oxígeno y sus trabajadores están angustiados. Esta es la realidad que, según retratan sus médicos, vive el único hospital de alta complejidad de la zona norte de Santiago y en el que, en las últimas horas, falleció un paciente de 36 años mientras esperaba una máquina de ventilación invasiva.


La Federación de Asociaciones de Salud Pública (Fedasap) fue el primer gremio en hacer la denuncia. Casi a las 23.00 horas de ayer publicaron en Twitter que un paciente de 36 años que había llegado a la Urgencia del Hospital San José había fallecido “por no contar el hospital con ventiladores mecánicos disponibles”.

El hecho se divulgó de inmediato y hoy, a primera hora, fue el director del hospital, Luis Escobar, quien salió a desmentir la acusación: “Eso no es efectivo, habían ventiladores mecánicos disponibles”. Lo mismo fue comentado por el subsecretario de Redes Asistenciales, Arturo Zúñiga, durante el reporte de hoy. Al ser consultado por esta situación, Zúñiga aseguró que se había contactado directamente con Escobar para pedirle una explicación. "Hablé con el director del hospital, Luis Escobar, y él me informó que el paciente llegó en una situación muy grave (...) Descartamos que haya habido falta de ventiladores”, dijo el subsecretario.

Sin embargo la versión entregada por Escobar difiere de lo que dicen los propios funcionarios del hospital. “El día de ayer un paciente de 36 años requería ser intubado, llegó con una falla respiratoria importante. Ese paciente quedó a la espera de un ventilador mecánico invasivo. En el intertanto, en la espera, el paciente cayó en paro y se intentó reanimar durante 30-35 minutos, sin embargo no fue suficiente. Finalmente falleció y la causa del paro fue una hipoxia, es decir, por falta de oxígeno y falta de soporte ventilatorio”, dice el anestesiólogo y capitular del Colegio Médico de ese establecimiento, Manuel Lorca.

La versión de Lorca es respaldada por otro médico del Hospital San José. Este facultativo, que pidió el resguardo de su identidad por temor a represalias, es categórico en su diagnóstico: “Los pacientes efectivamente se están muriendo porque no hay ventiladores”.

Este es el drama que vive el Hospital San José, uno que ya tiene todas sus camas críticas ocupadas y que es el único de alta complejidad del Servicio de Salud Metropolitano Norte.

Una Urgencia que no da más

Que en campaña invierno la Urgencia del Hospital San José colapse, no es una novedad. Pasa todos los años. Por eso los trabajadores del recinto siguen sin entender por qué no se tomaron las medidas preventivas adecuadas al saber que se venía la pandemia y que los pronósticos del Ministerio de Salud fijaban el peak de contagios para mayo. Sea cual sea la razón, lo que no se hizo ya está teniendo sus efectos.

Al inicio de la pandemia, el hospital le pidió ayuda al Ejército para poder cumplir con la separación de los flujos de pacientes que llegan a Urgencia, de manera de no mezclar a los respiratorios con los no respiratorios. Así fue como se instalaron dos carpas de campaña en el patio de las ambulancias. Pero esa solución implicó contar con un lugar solo para atención básica ambulatoria.

El mismo médico que pide reserva de su nombre cuenta que la situación está desbordada. Dice que el establecimiento ha llegado a tener problemas con los cuerpos de los fallecidos que se han tenido que apilar debido a que algunas familias no han podido ir a retirarlos por estar en cuarentena y que incluso está en planes tener un container frigorífico.

La espera en las ambulancias —que puede ir de 30 minutos a 12 horas—, dice el mismo profesional, se debe a que falta espacio en la Urgencia. Los box están todos ocupados por lo tanto los pacientes no pueden ingresar para ser evaluados. Eso ha provocado que por día se estén derivando al extrasistema, es decir a otros recintos hospitalarios, entre 8 a 15 pacientes. Hacer cada derivación es todo un trabajo que aumenta aun más la carga laboral y que hace más escaso el personal. Esto implica presentar al paciente, hacerle un informe y trasladarlo a la ambulancia. Un médico puede gastar entre media hora a 60 minutos solo en estas labores, mientras los box de la Urgencia están repletos de pacientes esperando ser atendidos.

Uno de los puntos más graves, dicen las mismas fuentes, es que la Urgencia “no tiene asignado ningún ventilador mecánico”. Actualmente solo tienen dos de estas máquinas invasivas que fueron “prestadas” por otras unidades del hospital. Tampoco tienen ventiladores de transporte.

El drama se vive a diario y el fin de semana tuvo un ejemplo muy concreto, el mismo que fue denunciado por Fedasap la noche del domingo. A las 17.00 horas llegó un paciente a la Urgencia. Según pudo reconstruir La Tercera PM esta persona ingresó “ahogado” por lo tanto fue atendido inicialmente con un ventilador no invasivo mientras el equipo que estaba de turno intentaba conseguirse un ventilador mecánico invasivo. A esa hora había uno disponible, pero el problema fue que no existían los circuitos para instalarlo y poder hacerlo funcionar.

Los circuitos son los dispositivos del ventilador que se conectan al tubo del paciente. Es una especie de manguera. Ese insumo, básico para hacerlo funcionar, no estaba disponible. Lo complejo de estas máquinas es que los circuitos no son universales y no son esterilizables, es decir, al ser usado se desecha. El personal de salud que estaba en ese momento buscó por dos horas algún circuito para instalar el ventilador, lo que recién pudieron hacer alrededor de las 19.00 horas. Sin embargo, el paciente estuvo todo ese tiempo esperando y no fue capaz de tolerar el ventilador no invasivo. Apenas llegó el circuito, se procedió a realizar la intubación, pero a esa altura ya estaba agotado, en un estado grave y terminó falleciendo de un paro cardiorrespiratorio. “Si no hay insumos para el ventilador, no hay ventilador”, dice la misma fuente del hospital.

La descripción de los hechos calza, en parte, con el comunicado que publicó el recinto para explicar esta situación: “El paciente ingresó el domingo 10 de mayo, alrededor de las 17:00 horas, con insuficiencia respiratoria grave, es dirigido directamente a la sala de reanimación, se logró compensar parcialmente donde se hospitalizó con diagnóstico por medicación médica de sospecha de Covid-19, quedando en ventilación mecánica. A pesar de los esfuerzos y las maniobras de reanimación, el paciente sufrió un paro cardiorespiratorio, tras lo cual fallece. Cabe recalcar que no es efectivo que no se dispusiera de equipo de ventilación mecánica invasiva en el momento de la atención del paciente”.

Cerrar la puerta

La realidad de los box de Urgencia es bien precaria. Ninguno de estos espacios cuenta con presión negativa. Eso es lo que permite aislar completamente a un paciente con Covid-19 ya que implica tener un mecanismo que extrae el aire, lo purifica y lo saca al exterior. ¿Cómo hacen el aislamiento? “Solo nos queda cerrar la puerta del box”, dice el mismo médico. En las últimas semanas pacientes han fallecido esperando en el box. Esto ha ocurrido al menos dos veces.

Las consultas en Urgencia se duplicaron la semana pasada. La dos carpas están recibiendo entre 150 y 270 pacientes diarios. Varios de ellos para toma de muestra PCR. Otros, que cumplen con criterios de gravedad, deben ser pasados a la Urgencia central, que también está colapsada. Este sector recibe, al día, cerca de 300 pacientes, casi todos por problemas respiratorios.

Ahí se produce el atochamiento. Las carpas del Ejército hasta hace unas semanas no contaban con oxígeno, lo cual pudo ser habilitado recientemente. Pero no ha sido suficiente. El sábado, por ejemplo, las carpas se quedaron sin oxígeno por cerca de dos horas. Los que estaban de turno tuvieron que buscar por todas partes un repuesto, hasta que pudieron instalar un balón grande para hacer la recarga.

“La angustia se siente, ya no damos más. No tenemos tiempo ni de ir al baño por el nivel de colapso que estamos teniendo. Ver pacientes morir sabiendo que tenemos los conocimientos para darle tratamiento, pero no podemos porque nos faltan insumos es algo, de verdad, muy angustiante”, afirma el mismo médico del hospital.

La situación está llegando a su límite. Hoy temprano se convocó a una reunión de emergencia para abordar la contingencia por la muerte del paciente de 36 años. En el encuentro, convocado por el director, estuvo presente la plana mayor del recinto, los jefes de servicio, las enfermeras coordinadoras y los administrativos que ven la parte de insumos. En esa cita, según pudo saber este medio, se le trasladó la responsabilidad por el fallecimiento a la unidad de Urgencia, algo que no fue bien recibido por los médicos. De hecho el director ha reiterado en varios ocasiones que la Urgencia no debería tener ventiladores invasivos porque no debiera tener pacientes hospitalizados. Algo que, dicen, funciona bien en teoría, pero no tiene ningún asidero en la realidad.

Luego de la reunión se comentó que de aquí a una semana van a aumentar las camas intensivas y que van a traer más ventiladores mecánicos, pero sin dar detalle de cuántos, en qué fecha ni tampoco señalando a qué unidad van a ser asignados.

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