Edo Miquel, coach de Niemann: "La cabeza es su fuerte; trabajamos harto eso"
Fundamental en la carrera del campeón del Greenbrier, el entrenador asegura que no le sorprende el título. Explica cómo es su trabajo juntos y adelanta qué espera de él. O qué no lo sorprendería en el futuro.
Eduardo Miquel (38 años) es el entrenador de Niemann y celebró como nadie el triunfo del golfista en el Greenbrier, el fin de semana. El coach preveía una mejora en el juego de Joaco, tal vez no verlo ganar tan pronto, pero sí avizora victorias importantes.
¿Sorprendido o esperaba un resultado como este triunfo de Joaquín?
El triunfo es una sorpresa, pero la verdad es que no me sorprende que haya tenido una muy buena semana porque lo veo muy bien técnicamente, estuvimos entrenando acá las semanas anteriores a que se fuera y estaba muy bien con su swing, está muy tranquilo también y me imaginaba que iba a tener un buen comienzo de temporada.
¿Qué tan importantes fueron los cambios que él mismo comentó, en el swing y el putt?
En el fullswing, que es la parte técnica en que más me meto, siempre estamos haciendo ajustes. Los jugadores como Joaco o Mito (Pereira), cualquier jugador del PGA Tour siempre está ajustando la máquina, siempre se desalinea, siempre están haciendo cambios para mantenerse y sí, a mediados de temporada hicimos algunos cambios en el backswing y en la zona de impacto que lo ayudaron bastante. Se había desalineado un poco la última semana de los playoffs. Pero donde más hemos visto los resultados es que contrató un nuevo coach de putter que le ha enseñado otra metodología para entrenar, no tantos cambios técnicos, porque Joaco lo hace muy bien. El español Ramón Bescansa, diseñador del Perfect Putter, una metodología súper precisa a la hora de entender las caídas, las velocidades del green. En el Greenbrier Joaco fue número uno en putter, algo que no había hecho nunca.
¿Qué porcentaje del triunfo de Niemann es obra de los entrenadores?
Creo que el logro es de ellos, la verdad es que Joaco es tremendo atleta, disciplinado, obviamente uno pone unos granitos de arena en este cuento de los entrenadores, pero creo que esto es de él.
Pero Joaquín se puso a llorar cuando se acordó de la familia y los técnicos.
Hemos vivido muchas cosas juntos, como amateur, juvenil, profesional, hemos viajado harto, creo que en ese minuto él se acuerda de todo lo que ha vivido para llegar a ese momento… Me quedó dando vuelta la pregunta, no sé que porcentaje sea, pero todos sumamos un poquito. Soy creyente de que un buen instructor te ayuda, pero hay que tener cuidado con no tener uno malo que te puede destruir. Pero estos jugadores que son tocados por la varita mágica creo que andarían bien, no sé si decir que con cualquier instructor, pero son atletas que solos podrían estar arriba igual.
Joaquín Niemann ha llamado mucho la atención por su tiro de salida en Estados Unidos.
Espectacular. Es de los más sólidos desde el tee, tiene una pegada larga, no el más, pero es de los que pega bastante, sobre la media, súper consistente, súper recto.
Sobre el swing, que siempre es tema…
...por lo de la espalda.
Sí, por eso también. ¿Es posible enseñar esa técnica a otros jugadores, o es única de Niemann?
Hay jugadores que tienen una técnica parecida a la de él, pero es un tema físico. De los jugadores míos que tienen una técnica parecida a Joaco Niemann están Guillermo Pereira, Antonia Matte. Tienen que tener mucha flexibilidad, una capacidad de disociar el cuerpo, con ellos se puede trabajar más o menos parecido a lo que hace Joaco. Pero no necesariamente a los jugadores les pido que tengan las mismas posiciones de Joaco. Me encantaría, pero no todos tienen la capacidad física.
¿Y la parte mental?
La cabeza yo creo que es su fuerte, hemos trabajado harto eso, le hago bastante coaching a Joaco, lo estoy siempre tratando de guiar un poco, de ser súper exigente con él en ese aspecto, porque en el PGA hay jugadores que son realmente extraordinarios mentalmente y Joaco de repente se ofusca un poquito, es súper exigente con él, bueno, tiene 20 años. Pero sabe salir rápido y eso lo entrenamos mucho, que después de un mal tiro ir rápido al otro hoyo.
¿Qué futuro, qué techo tiene Joaquín?
No, Joaquín no tiene un techo. Para mi gusto es un jugador que puede ganar un major, puede estar entre los mejores jugadores del mundo como ha demostrado. Puede llegar a ser el número uno del mundo algún día perfectamente.
¿Recuerda la primera vez que lo vio jugar?
Los vengo viendo jugar desde los siete años, no sé, en Golf Action, porque miraba otros alumnos míos, yo siempre voy a los campeonatos. Cuando empezó a manejar la presión, a rendir afuera, a ganar los sudamericanos, ahí empecé a decir, este puede ser bueno.
¿Cómo comenzó la relación?
No recuerdo bien, pero creo que el papá se me acercó, me preguntó qué opinaba de Joaco, empezamos a conversar y le dije que me encantaría entrenarlo, ahí se vino un día aquí al Club de Polo y desde ahí que trabajamos.
¿La relación personal fue buena inmediatamente?
Sí, es que Joaco es un siete, una persona muy educada, muy fácil de trabajar con él, venía abierto a aprender. Hicimos hartos cambios al principio, un muy buen alumno.
Hay jóvenes a los que se les pide un cambio y no vuelven más.
Es increíble lo buen alumno que es en ese sentido, hasta el día de hoy le digo 'es así, probemos por acá' y el va y lo hace. Siempre ha sido así.
¿Cómo se relaciona el trabajo suyo y de Lucas Morandé, coach de putt, con los entrenadores de Estados Unidos?
Me llevo muy bien con Ramón (Bescansa), siempre conectados. Y con el coach de físico, Andrew, también. Hay muy buena onda con el equipo en general, con el manager (Carlos Rodríguez), Joaco está rodeado de un muy buen equipo, hay muy buena onda alrededor de él y eso es importantísimo.
¿Cómo funcionó…
Me quedó dando vuelta la primera pregunta, la del porcentaje, porque no quiero que suene… sé que casi toda la pega es del deportista, pero aunque no me gusta ser autorreferente, creo que un buen equipo de trabajo ayuda mucho. El feeling, que el alumno le crea al técnico. Son cosas difíciles de medir, todos le aportamos en cierto modo harto. Para mí es como mi hermano chico, mi gran amigo, tenemos una relación súper chora. Nos encantan las mismas cosas, tenemos un grupo muy entretenido con Mito Pereira, Toto Gana, Carlos Bustos, tenemos chat, con los otros coachs. Creo que el valor agregado de Joaco hoy es que hay buena onda alrededor de él.
¿Cómo funcionó durante su etapa de crecimiento la familia? Hay algunas que están muy encima y otras, tal vez ausentes.
Ese es un buen punto, creo que en el caso de Joaco, la familia ha hecho un trabajo buenísimo, son un siete, conmigo se han portado muy bien, han hecho un buen rol de padres en el sentido de dejarlo ser a él, de no meterse en las partes técnicas de los entrenadores. Están presentes, pero están como padres y no como técnicos, no juzgando.
Uno ve a Joaco de pocas palabras, ¿ha sido así siempre o es con quienes conoce menos?
Es así. Hoy encuentro que ha cambiado muchísimo, lo veo extrovertido, echa la talla, con nosotros siempre está bien. Creo que ha cambiado harto. Habla mucho más que antes.
¿Le falta en habilidades sociales?
A mí me ha sorprendido la evolución que ha tenido, encuentro que lo hace súper bien. Yo he estado con él afuera y las veces que le ha tocado estar con niños, con gringos, es súper atento con los fans, de firmar, de hablarles. En las entrevistas habla lo justo y necesario.
¿Qué le falta aún a Niemann por aprender?
Creo que la misma experiencia que fue tomando este año pasado, seguir conociendo las canchas, sentirse familiar con los jugadores, pero el trabajo es seguir afinando la guitarra constantemente. Esta cuestión se afina, estás en constante ajuste. Por algo no ganan los mejores todo el rato. Ni los mejores están siempre en la posición que quieren estar con respecto a su técnica.
Pero algo del juego de Joaquín que le quite el sueño.
No. Lo encuentro muy completo, muy regular. Pero obviamente que cuando pasa algunos períodos de que su putter está un poco flojo. Casi nunca juega muy mal, tiene días malos, pero si falla un corte, es por poquito, está siempre ahí.
Y ¿algo que le haya costado mucho desarrollar?
En los dos aspectos importantes, que son el putter y la parte mental, la seguimos siempre reforzando. Es bueno mentalmente, hay otros jugadores que son mejores y son súper sólidos, fríos a la hora de definir, creo que Joaco debe seguir aprendiendo y tratando de ser cada día mejor en eso.
¿Cómo es la relación de Joaco con el caddie? ¿Es un personaje importante?
Él es un jugador poco dependiente, en general tiene una relación súper buena con su caddie, confía harto, pero si bien en el green no le pide información, lo ayuda con las distancias, pero creo que podría hacerlo con cualquier caddie, de esa categoría, no es tan quisquilloso.
¿Fue fundamental haber conocido la cancha del Greenbrier, por tercera vez, para la victoria?
Creo que ayuda y le gusta, pero no, así como puede ganar en esa puede ganar en una donde no ha jugado nunca.
Niemann aseguró el Tour hasta 2022. ¿Piensa cambiar su rutina, viajar más, tal vez?
Joaco sabe que a mí me dice 'vente mañana' y voy, tratamos de vernos cada tres semanas o una vez al mes, y ha andado bien esa relación. Hoy con la tecnología siempre estamos en contacto, pero por ahora mantenemos eso, por ahora. Los golfistas no viajan con sus coachs, viajan en torneos importante o están con ellos los primeros días de la semana, van y vienen, no se les ve constantemente.
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