El horror de los drones kamikazes iraníes sobre Kiev: mujer embarazada de seis meses y su esposo mueren en último ataque ruso a la capital ucraniana

Bomberos trabajan después del ataque con drones contra edificios en Kiev. Foto: AP

A una semana de la ofensiva más extensa realizada por el Kremlin en suelo ucraniano, la confirmación del uso de drones iraníes y el deceso de una joven familia hoy en Kiev pusieron en duda las palabras de Putin, quien había dicho que no había “necesidad de más ataques masivos”.


Cuando los habitantes de Kiev, la capital de Ucrania, comenzaban a recuperar ligeramente la normalidad de su vida, dentro de lo que eso significa en un contexto de guerra, dos inicios de semana consecutivos de bombardeos se encargaron de eliminar esa falsa sensación. Primero fue el lunes pasado, con la muerte de 19 personas en todo el país, junto con más de 100 heridos. Hoy, una nueva ronda de ataques con drones iraníes “kamikazes” dejó un saldo de siete fallecidos, incluido una mujer embarazada de seis meses y su esposo.

El nuevo ataque contrasta tanto con la negación de Teherán, cuando aseguró que no se hizo parte de la guerra ni vendió armamento a Moscú, como con la afirmación del Presidente de Rusia, Vladimir Putin, quien dijo tras el ataque del 10 de octubre que la mayoría de los objetivos a los que su país apuntaría en represalia por la destrucción del Puente Kerch, en Crimea, ya habían sido alcanzados.

“No hay necesidad de ataques masivos. Ahora tenemos otras tareas”, había dicho el mandatario ruso. Con la muerte de una familia al interior de su hogar, en Kiev, ambas afirmaciones fueron puestas en duda por medios internacionales, lo que es leído por analistas como una estrategia para sembrar terror entre los ucranianos, y no como una estrategia militar que apunte a objetivos estructurales.

Una jornada de horror

Para la capital ucraniana, las sirenas antiaéreas son una triste cotidianidad. A tal punto llega esa costumbre, que cuando a las 6:25 de la mañana de este lunes sonaron anunciando un posible ataque, según el diario británico The Guardian, muchos ucranianos la ignoraron. Diez minutos más tarde, a las 6:35 y luego a las 6:58, una serie de explosiones rompían la tranquilidad de Kiev.

Personas rescatadas, periodistas y policías se ponen a cubierto mientras suena una sirena antiaérea durante un ataque de drones rusos en Kiev. Foto: Reuters

Fueron 28 los aviones “kamikaze” no tripulados que surcaron los cielos ucranianos, impactando instalaciones energéticas, pero también edificios residenciales. En uno de esos barrios residenciales de Kiev, en el céntrico distrito de Shevchenko, Victoria y Bohdan, ambos de 34 años, esperaban la llegada de su hijo tras seis meses de embarazo. Ambos murieron en el ataque a la capital, detalló el alcalde de la ciudad, Vitali Klitschko.

De los casi 30 aviones, más de la mitad tenían como destino la principal región política del país. Según Yurii Ihnat, un portavoz de la Fuerza Aérea de Ucrania, al menos 13 drones provenientes del sur fueron derribados en la región de Kiev, informó el medio News Shopper. Sin embargo, otros cinco sí impactaron en la capital, elevando a 18 los ataques dirigidos hacia la región.

El periódico ucraniano Pravda detalló que en el ataque también se registró la muerte de una mujer de 59 años, afirmó el jefe de la Policía Nacional de Ucrania, Ihor Klymenko. Uno de los drones habría impactado el edificio residencial, derrumbando desde el segundo hasta el cuarto piso de la estructura.

Cat rescued from residential building destroyed by Russian drone strike in Kyiv
Rescatistas ayudan a un gato que fue socorrido de un edificio residencial destruido por un ataque de drones. Foto: REUTERS.

De entre los escombros se logró salvar a dos personas, además de los cuerpos de los tres fallecidos, pero las tareas de rescate continúan, dijo el alcalde Klitschko. Otros 18 residentes, incluidas mascotas, fueron rescatados de sectores impactados por drones, pero que no se derrumbaron a causa del ataque.

“Toda la noche y toda la mañana, el enemigo aterroriza a la población civil”, dijo el Presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, a través de redes sociales.

“Los drones kamikazes y los misiles están atacando toda Ucrania. Un edificio residencial fue alcanzado en Kiev. El enemigo puede atacar nuestras ciudades, pero no podrá doblegarnos. Los ocupantes solo obtendrán un castigo justo y la condena de las generaciones futuras. Y nosotros obtendremos la victoria”, aseguró.

Las autoridades ucranianas también informaron de ataques en la provincia de Sumy, en el noroeste del país, así como en Dnipró, en el suroeste. En ambos lugares se apuntó contra instalaciones energéticas, pero en Sumy se incluyeron víctimas civiles. Así lo informaron autoridades del lugar, afirmando que al menos cuatro personas murieron en dicha provincia producto del ataque, elevando a siete los fallecidos a nivel nacional.

El primer ministro de Ucrania, Denys Shmyhal, dijo que ya estaban “trabajando en la reparación de las consecuencias de los bombardeos y en el restablecimiento del suministro eléctrico” en las ciudades donde eso había ocurrido, detalló The Guardian.

Los drones iraníes

A pesar de que constantemente lo han negado, tanto medios independientes como el Ejército ucraniano refutaron el alegato iraní de que no le han vendido armamento a Rusia. “Irán ha declarado repetidamente que no es una parte en la guerra entre Rusia y Ucrania y que no ha enviado armas a ninguno de los dos bandos”, dijo a la agencia estatal de noticias IRNA el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Nasser Kanaani.

Sin embargo, el vuelo de drones Shahed-136, capturado incluso por fotógrafos de The Associated Press, demuestran lo contrario.

Un dron se ve en el cielo segundos antes de disparar contra edificios en Kiev, Ucrania. Foto: AP

Según News Shopper, el jefe de la Guardia Revolucionaria de Irán se ha jactado de suministrar armas a las principales potencias del mundo, nuevamente, contradiciendo la postura oficial de Teherán. Funcionarios estadounidenses también habían declarado en julio a CNN que Irán había iniciado una serie de demostraciones a Rusia de los drones de la serie Shahed en el aeródromo de Kashan, al sur de Teherán.

Rebautizados por el Kremlin como Geran-2, que significa geranio en ruso, estos serían los drones “kamikaze” utilizados tanto este lunes como el pasado para atacar objetivos estratégicos como civiles en Ucrania.

Su carácter de “kamikaze” viene del hecho de que son “desechables”. Al ser un arma relativamente barata, la que ronda los US$ 20.000, y con la capacidad de portar misiles y llevar una carga útil de cerca de 50 kilogramos, es utilizada con frecuencia como un misil teledirigido que se autodestruye al impactar con su objetivo.

Citando a los servicios de inteligencia de Ucrania, el Presidente Zelensky aseguró que el Kremlin habría comprado 2.400 de estos drones a Teherán, en línea con lo planteado por la inteligencia norteamericana.

La primera demostración de su efectividad fue la semana pasada, cuando un enjambre atacó objetivos del sur de Ucrania, para luego ser redistribuidos a Bielorrusia durante los días siguientes, explicó The Guardian. Los 18 drones que volaron sobre Kiev este lunes eran usados por primera vez en la capital.

Para el general de división retirado del Ejército australiano, Mick Ryan, este tipo de armamento es “generalmente, de utilidad limitada contra objetivos militares que requieren precisión”, dijo a CNN.

“Así que los rusos están utilizando estos drones bastante poco sofisticados contra objetivos grandes como las ciudades. No hay ninguna utilidad militar en estos ataques, se trata de satisfacer a los partidarios de la línea dura en Rusia, que estaban en éxtasis la semana pasada después de los ataques con misiles y probablemente lo estarán después de éstos”, agregó el experto.

La muerte de 19 personas durante la semana anterior más las registradas este lunes, parecen corroborar la idea de que aterrorizar a la población ucraniana es una herramienta que el Kremlin aún está dispuesta a usar, pese a que Putin afirmara que desistirían de los ataques masivos abocándose a “otras tareas”. Cientos de capitalinos corriendo a refugios o incluso al tren subterráneo mientras explosiones se registraban en Kiev, tal como cuando el Ejército ruso invadía la ciudad en marzo de este año, son prueba de aquello.

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