El laberinto de Emilio Berkhoff: cómo el exintegrante de la CAM fue atrapado traficando drogas en el sur
Tras condenas por porte ilegal de armas, ataque incendiario y robo con violencia, el exestudiante de Antropología arriesga otra pena de 13 años de cárcel por tráfico de drogas. La Fiscalía del Biobío logró acreditar en juicio que era parte de una organización que fue sorprendida transportando más de 800 kilos de cocaína base y marihuana. El Ministerio Público en sus alegatos enfatizó: "Es un delincuente común que va de menos a más".
Detenido por desórdenes públicos, maltrato de obra a Carabineros, porte ilegal de armas, ataque incendiario y robo con violencia. Esos son parte de los antecedentes delictuales de Emilio Juan Pablo Berkhoff Jerez, exintegrante de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM) y quien la jornada de este martes 25 sumó a su prontuario una condena por tráfico de drogas y uso de instrumento público falso, ilícitos por los que la fiscal Carla Hernández pide más de 13 años de cárcel en su contra.
El hecho se remonta a junio de 2020, cuando junto a otros 16 imputados el exestudiante de Antropología se trasladó desde el Biobío a las regiones de Atacama y Antofagasta para recibir unos cargamentos de droga que el líder de la agrupación, Yohanni Albornoz, había adquirido dado sus nexos con traficantes bolivianos. Como en ese momento la pandemia del Covid-19 había obligado la disposición de fuertes restricciones, todos se movilizaban utilizando salvoconductos colectivos obtenidos desde la plataforma “Comisaría Virtual” en base a información falsa.
No contaban, eso sí, con que desde noviembre de 2019 la fiscalía les seguía los pasos y ya varios tenían sus teléfonos “pinchados”. Por lo mismo, en momentos que realizaban las transacciones, efectivos de la PDI de Concepción y de otras ciudades también estaban en el Norte monitoreando sus acciones. Sabían que días antes del viaje habían coordinado la emisión de los permisos para movilizarse, que lo hacían en cinco autos distintos, que tuvieron cambios de planes repentinos y que en el viaje de retorno al Biobío, entre la Región Metropolitana y el kilómetro 130 de la ruta 5 Sur, tuvieron que detenerse para dividir el cargamento: 823 kilos, 994 gramos brutos de droga, específicamente cocaína base y cannabis sativa (10 kilos 462,4 gr).
El primero en caer fue el chofer de uno de los vehículos involucrados, Jorge Muñoz, por lo que ya era inminente la detención del resto. De hecho, sólo tres horas después de esa aprehensión, detectives localizaron a Berkhoff, lo que marcó oficialmente su vinculación con el tráfico de drogas. Y es que hasta ese momento, como reveló en conversación con La Tercera PM la fiscal Hernández, no se tenía certeza de que el Emilio al que se referían sus compañeros de delitos era efectivamente él.
Así, es la primera vez que el ex CAM arriesga una sentencia tan alta, y aunque aún es posible que su defensa recurra, el hecho marca un antes y un después en su trayectoria como “activista”. Anteriormente sus actuaciones estaban vinculadas a la reivindicación de demandas mapuche y en su momento se posicionó como un fiel seguidor de la doctrina de la organización liderada por Héctor Llaitul, la que posteriormente terminó abandonando. Es más, luego de que el joven oriundo de Valdivia fuera formalizado en el marco de esta causa, dicha estructura radicalizada emitió una declaración pública donde se desligó totalmente de él.
“Aclaramos enfáticamente que nunca ha sido dirigente ni líder de nuestra organización”, sostuvieron en ese momento.
¿Cómo fue que estableció nexos con una banda ligada al narcotráfico? Según comenta la fiscal Carla Hernández, en el marco de la indagación se pudo establecer que varios de los imputados, como Berkhoff, tenían domicilio en Los Álamos, por lo que se presume que se conocieron en dicha comuna. Además, al analizar los antecedentes de los involucrados, la persecutora también manifestó que algunos coincidieron en la cárcel de Lebu, por lo que aquello podría ser otro factor que incidió en el posterior vínculo.
Consultada respecto de la evolución criminal que ha tenido el activista, Hernández indicó: “Lo que uno puede decir a la luz de las certezas que hoy se tienen, es que es un delincuente común que va de menos a más. Probablemente en algún minuto estuvo vinculado a la CAM, pero no tengo certezas de que eso sea así o si se autoproclamó”.
El rol de “soldado”
Durante el transcurso de la investigación que llevó la Fiscalía Regional del Biobío en conjunto con la Policía de Investigaciones, se pudo establecer que si bien él no tenía una posición en la primera línea de la asociación -apareciendo como una suerte de “soldado”-, estaba encargo de analizar las rutas por las que podrían transitar con mayor seguridad para mover la droga.
“Se acredita su participación y su rol referente a analizar el despliegue de policías, debía ver si había control militar, de la PDI o sanitario, y también participaba de decisiones que se tomaban en conjunto respecto de aspectos operativos, producto de situaciones que se iban dando, como el qué hacer ante el hecho de tener un auto en panne”, comentó la fiscal.
Eso, además, quedó reflejado en registros de audio que se obtuvieron desde su celular y por medio de interceptaciones telefónicas que se realizaron. Por ejemplo, hay declaraciones de él enviadas a Jorge Muñoz, donde le da indicaciones respecto de las mejores rutas.
“Hay que esperar que se levante el toque de queda y vuelva el flujo, porque los hue... andan peinando por el toque de queda, hermano”, le comentó en medio del “operativo”.
Asimismo, hay otros registros de audio donde le comenta las acciones a seguir, cuando ya están en plena carretera: “Pasado Pichi, pesca el mapita, oríllate y busca un achampamiento y esperemos que pase la noche, hermano. Mañana después del toque de queda, vamos a buscar una solución para ese sistema, porque nosotros igual ahora estamos vegetales (sic)”.
“Al momento no se ve nada, nada, nada. Nos vamos acercando y al parecer está limpio, no hay frontera sanitaria, veo una baliza ambulancia de bomberos, no son los giles. Está limpio, hermano, no se ve policía (...) Está ultra tranquilo, así que póngale nomás, con confianza. Acabamos de pasar el control de los giles y está tirado, hermano, póngale con tranquilidad, no hay ningún bastardo (sic)”, se escucha en otro de los audios enviados por Berkhoff a Muñoz.
En medio de la carpeta de la indagación, igualmente, aparecen fotografías donde se ve a Berkhoff junto a otro de los imputados.
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