Todo notas azules: el positivo informe arbitral de Osses que enfurece a los clubes

Eduardo Gamboa | U. de Chile vs Colo Colo 2019
Foto: Photosport.

El presidente de los árbitros evaluó con nota alta a todos los réferis pese a que su escrito consigna que reprobaron en el 32% de los partidos y que hubo un error grave cada tres. Los timoneles exigieron medidas: tres colegiados de Primera dirigirán por jornada en la B y tres de la B harán de cuarto árbitro en la división de honor.


Pese a la lluvia y al pésimo estado de la cancha del CAP, el árbitro Eduardo Gamboa decidió no suspender el duelo entre Huachipato y Universidad Católica. ¿El resultado? Acereros y cruzados jugaron un partido atípico, en un verdadero barrial, que terminó con futbolistas lesionados y con ambos equipos descontentos por las condiciones en que se desarrolló el encuentro.

Lo acontecido en Talcahuano, este domingo, en la primera fecha de la segunda rueda, nuevamente puso en cuestionamiento el criterio de los jueces chilenos. Esto ocurre justo tres días después de que Enrique Osses, presidente de la Comisión de Árbitros, exhibiera las notas de sus réferis en el último Consejo de Presidentes de la ANFP.

La Tercera tuvo acceso a este informe, que sacó chispas entre los timoneles, sobre todo de Primera B, debido a lo positivo de sus evaluaciones. En general, la opinión de los clubes coincide: el arbitraje chileno pasa por el momento más crítico de su historia.

Sin embargo, aquello no se reflejó en las notas del primer semestre, ya que los 15 árbitros de la máxima categoría obtuvieron nota azul (dos quedaron fuera por problemas físicos).

¿Cuál es la escala que se utilizada para este ránking? No es antojadiza, sino que está determinada por una pauta estándar de la FIFA. Tampoco es de uno a siete, sino que de 6 a 10. Por ejemplo, si un réferi obtiene de 6 a 6,9, quiere decir que su rendimiento es Inaceptable; de 7 a 7,4, Deficiente; de 7,5 a 7, Insuficiente; 7,8, Un fallo grave claro (el resto entre 8 y 8,2); 7,9, Un fallo grave claro (el resto 8,3 o más); 8 a 8,1, Satisfactorio con aspectos importantes que mejorar; 8,2, Satisfactorio con pequeños aspectos que mejorar; 8,3 a 8,4, Bueno (nivel esperado); 8,5 a 8,9, Muy bueno; 9 a 10, Excelente.

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En el primer semestre, del total de 15 jueces de Primera División, seis promediaron entre 8 a 8,1; cuatro, entre 8,11 a 8,2 y cinco, entre 8,21 y 8,3. O sea, todos sacaron Satisfactorio, al menos. El promedio de la categoría fue de 8,18, o sea, Satisfactorio con aspectos importantes que mejorar. El informe nunca señaló con nombre y apellido quiénes eran los mejor y peor puntuados.

Según la presentación que le hizo Osses a los presidentes de clubes la semana pasada en Quilín, los réferis obtuvieron notas iguales o mayores a 8 en el 68% de los 112 partidos disputados en la primera rueda del campeonato.

En el 32% restante, los jueces sacaron nota roja (menor a 8), ya que cometieron algún fallo grave. En otras palabras, en 36 de los 112 cotejos hubo un fallo serio: en 23 cotejos erró el árbitro central y en 13, los asistentes. El detalle es el siguiente: en el 20,5% de los duelos jugados, el juez falló al cobrar o no cobrar un penal y/o al expulsar o no expulsar a un jugador; mientras que en el 11,6%, los asistentes se equivocaron al cobrar o no cobrar un fuera de juego.

¿Cómo pudieron aprobar el semestre los árbitros chileno, pese a fallar en 36 de los 112 partidos de la primera rueda? La explicación de Osses fue que los jueces mal evaluados luego lo hicieron bien y subieron su promedio, finalizando con nota azul.

Las evaluaciones de Primera B causaron más polémica, porque fueron mucho mejores que las de Primera División, cuando las quejas de los presidentes han sido mayores y recurrentes: apenas hubo 14 partidos con fallos graves de 120 disputados. Es decir, en el 88% de los compromisos los árbitros aprobaron el ramo.

Aquí fue cuando Osses lo pasó mal, cuentan los timoneles presentes ese día en el salón plenario de la ANFP, porque los de la B se le fueron encima. "Es insólito. El arbitraje chileno pasa por su peor momento, pero todos los jueces tienen buena evaluación. ¿Cómo puede ser? Al final, Osses reconoció la crisis del referato, aunque le echó la culpa a los sorteos que se hacían antes, ya que según él, eran aberrantes", revela un directivo de club.

Ante la presión de los timoneles y del propio Sebastián Moreno, presidente de la ANFP, el jefe de la Comisión de Árbitros tuvo que anunciar medidas para salir del hoyo: designará semanalmente tres árbitros de Primera que bajarán a la B para ser jueces centrales; los tres que queden libres en la B subirán a Primera para ser cuartos árbitros; por último, viajarán dos delegados a los partidos de la B que no serán transmitidos por el Canal delFútbol (CDF), con el fin de aumentar la fiscalización de esos compromisos.

Para tranquilizar a los presidentes, Osses les aseguró que con la implementación del VAR, a partir de las semifinales de la presente Copa Chile, los fallos graves se reducirán a un 1%, y que las nuevas polémicas ya no serán en torno a un gol mal anulado o a un penal mal cobrado, sino a por qué el videoarbitraje no intervino en determinada jugada.

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