Las disputas internas que enredan los fichajes de la U
Aunque existe unanimidad para sumar tres jugadores y un nuevo técnico para el próximo semestre, una parte del directorio exige el menor gasto posible dentro del próximo presupuesto. Incluso, hay quienes plantean solo conseguir futbolistas a costo cero.
El diagnóstico casi unánime al interior de Universidad de Chile es que de cara al segundo semestre, con el fantasma del descenso acechando, es que los hombres que lleguen al club para tomar la dirección técnica y sumar los tres nombres permitidos por el reglamento, no se puede fallar. Es más, a la hora de elegir los nuevos rostros del plantel está decidido dejar de lado el tema de rejuvenecer el equipo, algo que se impuso la dirigencia a principio de año, para privilegiar la experiencia en situaciones límites, como es justamente pelear en el fondo de la tabla. Sin embargo, el deseo de traer a las tres caras nuevas choca con un tema no menor al interior de Azul Azul: el presupuesto. Como si fuera un mal chiste para los hinchas, la U no tiene plata para refuerzos.
Y es que a diferencia de temporadas anteriores, no está la generosa billetera de Carlos Heller para darse gustitos, por lo que todas las nuevas incorporaciones deben someterse al nuevo régimen de austeridad que fijó el presidente José Luis Navarrete. De hecho, en la última reunión que sostuvo la comisión ejecutiva deportiva se fijó que la llegada del nuevo entrenador no puede suponer un gasto superior a US$ 500 mil por un año de contrato. Una cifra evidentemente inferior a lo que costó traer a Kudelka (US$ 850 mil) y Alfredo Arias (US$ 650 mil), los dos últimos técnico que llegaron al banquillo azul.
Aunque a Alfredo Arias le resta todavía un partido, el que disputará la U ante Iquique el domingo en Calama, en la concesionaria ya comenzaron a sondear a sus potenciales reemplazantes. La idea de la directiva es que el trabajo del nuevo entrenador comience de inmediato, tomando en cuenta que la Copa Chile arranca en junio. Por ahora, en Azul Azul prefieren manejar los nombres con cautela, aunque dos parecen correr con ventaja para suceder al charrúa: Miguel Ángel Russo y Beñat San José. Ambos, por lo demás, están sin club.
Los números no cierran
La claridad que existe con el presupuesto para salir a buscar un nuevo entrenador difiere completamente con la idea que se tiene para ir a reclutar los tres refuerzos. En la reunión sostenida la semana pasada, Daniel Schapira, uno de los integrantes de la comisión ejecutiva deportiva, alzó la voz apenas se abrió la discusión sobre los nombres que se podrían sumar al plantel. "No tengo problemas en que se traigan nuevos jugadores. Pero desde ya dejo establecido que no existe presupuesto para traer a nadie. Sobre todo después del enorme gasto que se hizo a principio de año", emplazó el directivo ante la sorpresa de quienes estaban presentes en el cónclave.
Pese a la insistencia de algunos directores sobre la necesidad de firmar nuevos refuerzos, "para no estar sufriendo hasta noviembre con el tema del descenso", como estableció uno de los presentes en la cita, la visión de Schapira sumó adeptos adentro de la comisión, apenas se conocieron algunos números sobre los refuerzos que llegaron de la mano de Kudelka. No sólo por el monto de compra de pase o de préstamo, sino que por las altas comisiones que se pagaron específicamente en el caso de tres futbolistas.
"A mí nadie me informó de que al representante de Gabriel Torres se le tuvieron que pagar 100 mil dólares. De haber sabido, no autorizaba el fichaje. Esto no se puede volver a repetir. Y ahora estamos pagando las consecuencias", puntualizó un dirigente, sorprendido por todo lo que rodeó la política de fichajes del último verano. "Es verdad, se pagó esa cifra, pero no sabemos quién lo autorizó o cómo se fraguó", agrega un directivo, quien da pistas sobre otros dos fichajes que llegaron en enero: "Pero lo de Torres no es nada en comparación a lo que se hizo con los préstamos de Vittor y Oroz".
Tanto Vittor como Oroz llegaron a préstamo desde Racing de Avellaneda. El club argentino los había cedido el año pasado a Universidad de Concepción y O'Higgins, respectivamente, a muy bajo costo. En Azul Azul, muchos directivos suponían que aquella situación se repetiría este año. Es más, los montos que originalmente se conversaron con el cuadro argentino no elevaban el gasto más allá de los 300 mil dólares por ambas cesiones. Sin embargo, de un momento a otro la situación varió y aquello comenzó a inquietar a Kudelka, quien los había pedido expresamente. Claro que el problema no era con Racing, sino que con los intermediarios, que empezaron a operar apenas supieron del interés azul por los dos futbolistas.
En un momento la negociación parecía caída. En ese punto Kudelka levantó la voz ante los dirigentes: "Si no los traen, yo me voy". Al final, para darle en el gusto al técnico, Azul Azul tuvo que desembolsar un total de US$ 1 millón para tenerlos entrenando en el CDA antes del debut con Melgar. Es decir, US$ 700 mil más de lo que en un principio estaba negociado. "A partir de ahora aquello se acabó. No se paga una sola comisión más. En los últimos días han llamado decenas de intermedarios diciendo que para traer un jugador hay que pagar un extra para facilitar el negocio. Antes de que me sigan explicando, se les corta el teléfono. Así de simple", cuentan desde el CDA.
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