El sigiloso debut de Alberto van Klaveren en la Cancillería
El ministro ha evitado estridencias en su llegada a Teatinos 180. No ha hecho modificaciones significativas en sus equipos y tampoco ha tenido, hasta ahora, apariciones en prensa. Tras la reestructuración completa que implicó también cambios a nivel de subsecretarías, Van Klaveren enfrenta complejos desafíos como recuperar la confianza interna y enfrentar contingencias como la crisis migratoria.
“Ministro Van Klaveren, que nuestro país siga siendo el referente de multilateralismo, integración, diálogo y respeto irrestricto de los derechos humanos en todo el planeta”, le dijo con entusiasmo el Presidente Gabriel Boric -mientras leía su discurso en La Moneda, en el marco de su segundo cambio de gabinete- a su nuevo canciller.
El viernes 10 de marzo, de manera poco usual, el Jefe de Estado enumeró las tareas que quiere que concreten los secretarios de Estado en sus respectivas carteras y cuando ya llevaba más de 30 minutos de su alocución fue el turno del recién asumido ministro de Relaciones Exteriores, Alberto van Klaveren, quien reemplazó -tras una serie de polémicas- a Antonia Urrejola.
Desde esa jornada han pasado siete días y el nuevo titular de Relaciones Exteriores no ha hecho cambios significativos en el gabinete ministerial y ha evitado apariciones no controladas en prensa. En su primera semana como nuevo canciller, Van Klaveren se ha caracterizado -admiten fuentes del gobierno- por movimientos cautelosos a cargo del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Sus sigilosos pasos, entienden las mismas fuentes, se condicen con el remezón que provocó la reestructuración completa de la cartera, donde el Mandatario removió a Urrejola y a los dos subsecretarios José Miguel Ahumada (RR.II.) y Ximena Fuentes (RR.EE.), dejándolo en su lugar a él y en de los otrora jefes de servicio a Claudia Sanhueza y Gloria De la Fuente.
Ante un escenario tenso por la profundidad de los cambios, el nuevo ministro ha optado por un perfil bajo. El único cambio que ha oficializado estos días es el de su nueva jefa de gabinete Verónica Rocha, quien ya se desempeñaba en el gabinete de la exministra Urrejola y estaba a cargo de la política exterior feminista. La periodista y diplomática de carrera llega en reemplazo de Carola Muñoz, a quien la otrora secretaria de Estado ya había reubicado en la División Cultural de la Cancillería ante su inminente salida, cargo que asume el próximo 1 de abril.
Tampoco -dicen en el Minrel- ha habido movimientos en las direcciones más relevantes del Ministerio de Relaciones Exteriores como la Secretaría General de Política Exterior, que comanda Álex Wetzig, ni en la Dirección de Planificación Estratégica, liderada por Andrés Villar.
Los cercanos del nuevo ministro, que han hablado con él en los últimos días, dicen que no es casual que no haya removido a funcionarios de la cartera. “Es cauto y prudente”, dicen, agregando que no tiene intenciones de sacar a personas, al menos hasta que se calmen los ánimos en la Cancillería y además porque está dando espacio para quienes quieran irse voluntariamente.
Esta semana, sin embargo, Van Klaveren enfrentó su primera contingencia diplomática tras las reacciones encontradas que provocaron los dichos del propio Boric respecto a la falta de colaboración de países como Venezuela y Bolivia para realizar reconducciones de migrantes que ingresan de manera irregular a Chile. Ambas naciones salieron a refutar al Mandatario.
A través de un llamado, el ministro y el Jefe de Estado abordaron el asunto este miércoles y evaluaron salidas políticas y comunicacionales al respecto. Y si bien el Presidente respondió ante la prensa en Pisagua, donde se encontraba de gira, dejó a su nuevo ministro ahondar en las bajadas concretas respecto de los esfuerzos que ha hecho Chile en esta materia y que fueron negados -al menos- por el canciller de Nicolás Maduro. El ministro no convocó a punto de prensa y se remitió a enviar un video con una declaración a los medios, sin la posibilidad de que se respondieran preguntas.
Sus primeros pasos
Quienes conocen de sus primeros días en Teatinos 180, aseguran que Van Klaveren primero resolvió sus asuntos personales, entre ellos, suspender las clases que impartía en el Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile.
Junto a eso, se ha dedicado principalmente a informarse del estado actual de la cartera y, asimismo, de establecer puentes con parlamentarios y partidos políticos. Para lo primero ha tenido reuniones con sus subsecretarias y también con Wetzig y Villar, mientras que para lo segundo recibió esta semana a diputados como Tomás de Rementería, miembro de la Comisión de RR.EE. de la Cámara Baja, como también a la directiva de Demócratas.
Asimismo, el diplomático ha activado una ronda de conversaciones con excancilleres entre ellos, Heraldo Muñoz (PPD), de quien es cercano.
El ministro, por otro lado, también ha dado señales de tranquilidad a los funcionarios de la cartera apuntando a una suerte de continuidad en las prioridades fijadas por la administración previa.
“No partimos de cero, tenemos una larga tradición, un compromiso con la defensa de los intereses de Chile, un compromiso con los derechos humanos, un compromiso con el multilateralismo”, afirmó el martes en un saludo a los funcionarios en que estuvo acompañado por Sanhueza y De la Fuente.
Esta semana también tuvo sus primeras reuniones internacionales: Con la vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea y Comisaria Europea para una Europa adaptada a la era Digital y Competencia, Margrethe Vestager; con el Attorney General de Irlanda, Rossa Fanning; y con el presidente de la Cámara de los Comunes de Canadá, Anthony Rota.
Este jueves, además, sostuvo una reunión de coordinación con el Segundo Piso para proyectar la agenda de este 2023 y, en particular, informarse sobre la preparatoria del que será su debut en una instancia multilateral: la Cumbre Iberoamericana, que tendrá lugar el próximo 24 y 25 de marzo y en donde acompañará al Presidente Boric. En ese espacio, de hecho, se espera que Chile juegue un rol articulador respecto de la crisis migratoria que afecta a la región -sobre todo- en el entendido de que se espera que el evento cuente con la presencia de países como Bolivia y Venezuela.
Antes de eso, el secretario de Estado tiene contemplado mantener el lanzamiento de la política exterior feminista, el próximo 21 de marzo. De hecho, dicen que el nombramiento de Rocha como su jefa de gabinete -a quien conoce hace años y es de su absoluta confianza- fue para dar también una señal a su antecesora, Urrejola.
Sus principales desafíos
Si bien las credenciales de Van Klaveren (fue agente de Chile ante La Haya y también subsecretario de RR.EE.) han sido valoradas en el mundo diplomático, hay dudas que persisten respecto a la composición de la Cancillería resuelta por el Presidente.
Uno de los puntos que preocupa es la falta de experiencia previa en materias de política exterior de las dos subsecretarias que asumieron. Mientras que Sanhueza se ha dedicado a los temas económicos y ofició como subsecretaria de Hacienda hasta el viernes pasado, no tiene experiencia en materias de relaciones internacionales. Lo mismo en el caso de De la Fuente, quien es experta en materias de transparencia y administración del Estado.
Pero más allá de eso, diplomáticos -que han hablado con el ministro en los últimos días- advierten que hay otro asunto que inquieta respecto al futuro de la Cancillería: una aparente debilidad jurídica. En el Ministerio hay quienes cuestionan que la directora jurídica, María Cecilia Cáceres, quien fue nombrada por Urrejola, no tenga su expertise en derecho internacional, sino más ligado al derecho administrativo. Lo mismo se resiente respecto del asesor en materias internacionales del Segundo Piso, Carlos Figueroa.
Esa debilidad, dicen, si bien se suple con la trayectoria y conocimiento de Van Klaveren, obliga a incorporar a personas con mayor experiencia en la cartera.
Para uno de sus antecesores, Heraldo Muñoz, entre los principales desafíos del canciller están “el restablecer la confianza interna y un clima de cooperación en el ministerio, lo que se hará más viable con la sabia decisión presidencial de cambiar también las dos subsecretarías. Entre sus prioridades estarán las relaciones vecinales, como el propio ministro Van Klaveren ya lo ha enunciado, incluyendo un diálogo con Bolivia para la reconducción de las personas que ingresen al país irregularmente por la frontera común”.
Y agregó: “Con Argentina habrá que asegurar una relación estable y abordar las diferencias, como respecto a la plataforma continental extendida, a través del diálogo, y estar atentos a lo que sucede en un país vecino importante como es el caso del Perú (...). Más multilateralismo, y la expansión del comercio y la atracción de inversiones, mirando especialmente a la región Asia-Pacífico, América del Norte y Europa, será otra área clave. Lo positivo es que el nuevo ministro no requiere ser pauteado en la agenda prioritaria de la Cancillería, pues su sólida trayectoria y conocimientos auguran un futuro promisorio para nuestra política exterior”.
Cambios en la Subrei
A diferencia de Van Klaveren, la subsecretaria Sanhueza ya realizó cambios a nivel de gabinete con el objetivo de reforzar sus equipos.
Como el jefe de gabinete llegó Ricardo Mayer, macroeconomista, quien ha trabajado en Hacienda y es de confianza de la subsecretaria. Mientras que María Graciela López, llegó para labores de apoyo en administración pública.
Desde la Subrei señalan que la idea de la nueva autoridad es trabajar de la mano con los equipos institucionales, pero también robustecer los equipos. Por eso, todas y todos los directores han sido ratificados.
Fuentes de la repartición aseguran -además- que la autoridad tiene previsto sumar a un diplomático de carrera para que asuma la relación con el servicio exterior y funciones de protocolo.
En el caso de la subsecretaria De la Fuente, hasta ahora, no ha traído a nadie de su equipo.
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