Elección en dos días espanta fantasmas y mundo político se abre a repetir la experiencia

URNAS ELECCIONES
Cierre de mesas tras la primera jornada de elecciones municipales y para gobernadores regionales.

El balance positivo ha llevado a varias figuras políticas, tanto de gobierno y de oposición, a replantearse que tal vez no sería una mala idea mantener dos jornadas electorales para desconcentrar la concurrencia a las urnas de más de 15 millones de personas. En 2025, habrá comicios triples en algunas regiones y, en 2028, nuevamente habrá elecciones cuádruples, que obligarán al votante destinar varios minutos en marcar preferencias.


“Existe una duda razonable de que puedan desaparecer urnas”, dijo, en marzo de este año, el presidente del Partido Republicano, Arturo Squella, remarcando la resistencia que había en su partido para que estas elecciones de alcaldes, concejales, gobernadores regionales y consejeros regionales se desarrollaran en dos días, en vez de una sola jornada electoral.

Los temores, entonces, se extendían en gran parte de la oposición. Incluso la alcaldesa de Providencia y principal presidenciable de Chile Vamos, Evelyn Matthei, también en marzo de este año, señaló que “el fraude es casi imposible de controlar”.

En el oficialismo, también había férreos detractores de la idea como el senador José Miguel Insulza (PS), quien fue uno de los pocos parlamentarios que votó en contra de la reforma que habilitaba los días de elección. “Estoy en contra de todo esto”, dijo el socialista.

Sin embargo, consultado este domingo en la tarde, el mismo Arturo Squella (republicano) admitió que sus temores originales se han despejado. “El Servicio Electoral ha hecho un buen trabajo. Es un desafío importante tener jornadas con tantas personas participando y tantos candidatos. Obviamente la opción de haber hecho esto en dos días generaba aprehensiones. Nosotros lo dijimos. Pero la verdad es que lo han conducido muy bien. Ha respondido muy bien la ciudadanía. Me da la impresión, que teniendo a la vista cuál fue la participación de esta elección y cuál fue la puesta en marcha, se puede analizar perfectamente si es un buen ejercicio a futuro”, concluyó.

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Hasta el momento, salvo denuncias e incidentes puntuales, los presagios más negativos no se han cumplido. Por el contrario, el balance positivo de la jornada sabatina y la reanudación de las elecciones este domingo, ha llevado a varias figuras políticas, tanto de gobierno y de oposición, a replantearse que tal vez no sería una mala idea mantener un régimen de elecciones en dos días para el futuro.

De hecho, en cuatro años más se repetirán las mismas condiciones que llevaron al Servicio Electoral (Servel) y al gobierno a proponerse a legislar para tener dos jornadas, a modo de descongestionar la alta afluencia de votantes (más de 15 millones). En 2028, la ciudadanía nuevamente tendrá que escoger cuatro autoridades distintas (alcaldes, concejales, gobernadores y cores), posiblemente entre largas listas de postulantes,

Además, el próximo, en tanto, en las regiones impares (de la primera a la decimoquinta), los votantes enfrentarán elecciones triples (senadores, diputados y para Presidente), por lo tanto, existe una alta probabilidad de que se repitan algunas filas largas de espera.

Esta mañana, tras votar, la ministra del Interior, Carolina Tohá (PPD), relevó que fue una buena idea aplicar este modelo, al menos de manera transitoria. “La manera en que se ha desarrollado estas primeras horas de elección ha confirmado que tenía sentido pasar a un formato de votación en dos días”, dijo la secretaria de Estado.

La satisfacción del gobierno también era compartida en el Servel. El presidente del Consejo Directivo de este servicio, Andrés Tagle, explicó que este “mismo procedimiento” con sellado de urnas y resguardo de votos durante la noche del sábado al domingo, ya se aplicó en mayo de 2021, donde se implementó por primera vez este modelo, en gran parte, por la necesidad de aliviar la afluencia de público producto de las restricciones de la pandemia. No obstante, entonces no había voto obligatorio. “Está probado, funcionó bien”, dijo Tagle.

El presidente del Senado, José García (RN), “la jornada le dio la razón al Servel. Los establecimientos que pueden ser locales de votación deben reunir ciertas características para garantizar un proceso expedito , junto con la conectividad necesaria para la transmisión de los datos, incluyendo los cómputos. Nuestras FF.AA. tienen limitaciones de personal para cubrir mayor número de locales, si los hubiera, Carabineros de Chile también tiene restricciones para cubrir todos los servicios. La decisión del Servel, del Ejecutivo, y que contó con apoyo mayoritario en el Congreso, fue la adecuada”.

El senador Iván Moreira (UDI), por su parte, dijo que “inicialmente estuve en contra de la votación en dos días, pero la realidad me ha convencido de que es lo mejor para los chilenos en todas partes del país, considerando la demora y la complejidad de las listas de candidatos”.

El diputado y presidente de la UDI, Guillermo Ramírez, agregó que esta es la segunda vez que tenemos elecciones en dos días y por segunda vez está saliendo bien, permitiendo que más gente participe y que existan menos filas. Por lo tanto, podemos evaluarlo seriamente para que se mantenga en el futuro”.

En la DC, su presidente y diputado, Alberto Undurraga, comentó que “es una buena experiencia y es bueno para la democracia que haya voto obligatorio, me la jugué por eso, sin calculadora, a veces le conviene a unos, a veces le conviene a otros. Pero para que ello sea eficaz, dos días parece ser la solución. Es una buena experiencia. Ese camino debemos repetirlo”.

El abogado y politólogo, Roberto Munita (RN), exjefe de la División de Estudios de la Secretaría General de la Presidencia, en el segundo gobierno de Sebastián Piñera, señaló que “la buena experiencia de esta elección va a abrir una conversación necesaria, por lo que se demostró es que la gente fue a votar el día sábado, al principio se pensaba que la gente no iba a votar y fue a votar en masa. Eso demuestra que la gente se planifica. Es un buen incentivo para hacer lo mismo en elecciones sucesivas”.

Incluso, Munita sostiene que el mundo político debiera abrirse a discutir el modelo del voto anticipado, que consiste en permitir que los ciudadanos emitan su sufragio con días de anticipación antes del conteo.

Si bien en 2013, 2017 y 2021 hubo comicios múltiples en los que un ciudadano debía escoger cuatro autoridades distintas, este año marcaba el estreno del nuevo modelo de voto obligatorio en elecciones regulares. Antes el sufragio obligatorio solo se había implementado en los plebiscitos y en uno de los comicios de los fallidos procesos constituyentes de 2022 y 2023, en los que solo se marcaba la preferencia en una sola papeleta.

Incluso, el nuevo voto obligatorio con multa es distinto al que existía antes de 2012, cuando comenzó a regir el sufragio voluntario. En años previos, la inscripción electoral siempre fue opcional, pero a partir de 2012, la inclusión en el padrón comenzó a realizarse en forma automática con la información del Servicio de Registro Civil y del Servicio de Extranjería en el caso de migrantes residentes en el país. Esa inscripción pasó de ser voluntaria a ineludible e irrenunciable.

Por estas razones, el mismo Servicio Electoral alertó de la necesidad de desarrollar las actuales elecciones regionales y municipales en dos días, en vez de que se realizaran solo el domingo 27 de octubre. Entonces, ya se anticipaba que era imposible que más de 15 millones de personas votaran en una sola jornada.

La recomendación fue acogida por el ministro secretario general de la Presidencia, Álvaro Elizalde, y la subsecretaria de la cartera, Macarena Lobos, quienes fueron los encargados de diseñar de la reforma para darle una rápida tramitación.

El problema es que la discusión legislativa se complejizó por otros factores como la multa a quienes no voten, la rebaja del financiamiento fiscal a las campañas, el feriado del comercio, la regulación de la propaganda en medios regionales y el sufragio de extranjeros avecindados en Chile.

Finalmente, tras una accidentada tramitación, la nueva ley entró en vigencia el 26 de agosto, lo que habilitó a que las elecciones se realizaran este sábado y este domingo, mientras que la sanción pecuniaria a quienes no concurran a las urnas quedó fijada en $33 mil (0,5 UTM).

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