Embajador Juan Gabriel Valdés: “Si con Trump se toma la decisión de suspender la Visa Waiver, no es algo que tenga que ver con responsabilidades propias de este gobierno”
Por segunda vez el militante socialista será representante diplomático de un gobierno del magnate norteamericano, quien este lunes regresó a la Casa Blanca. El diplomático ahonda en la relación que se buscará establecer entre Santiago y Washington, así como también la problemática de las bandas criminales de chilenos que operan en Norteamérica.
El domingo, el embajador de Chile en Estados Unidos, Juan Gabriel Valdés (PS), estuvo desde las 13.00 a las 19.00 horas en el acto político “Make America Great Again” (MAGA), ceremonia previa al cambio de mando que este lunes instaló una vez más a Donald Trump en la Presidencia del país.
Valdés calificó la actividad, que contó con la música de Village People, como “muy interesante” y que fue “invitado con otros embajadores, de la misma manera que fui invitado antes a las convenciones”. Hace unas semanas, el diplomático socialista no asistió a un encuentro de Trump, cuando este estaba en campaña. Sí concurrió al acto de su contendora, la demócrata Kamala Harris.
“Yo ya he explicado esta historia demasiadas veces y es demasiado poco importante en Estados Unidos”, dice hoy, en retrospectiva, ante las críticas que se reactivaron en su contra desde la oposición. Previamente, Valdés había explicado que su ausencia en el mitin electoral de Trump se debió a que en esa semana estaría en Washington el canciller Alberto van Klaveren, a quien debió acompañar en “una reunión de alta importancia en la relación entre Chile y EE.UU.”.
¿Qué tipo de relación se busca establecer desde Chile con el nuevo gobierno de Donald Trump?
La relación que Chile tiene con EE.UU. es una permanente de socios, aliados. Con un país con el que se tienen 200 años de relación diplomática no se tienen relaciones dependiendo de los gobiernos, se tienen relaciones de Estado. Es una relación de gran importancia para Chile y no vemos razones para que lo bueno de nuestra relación cambie de ninguna manera.
¿Considera que podría afectarnos alguna de las iniciativas que se han estado aplicando en las primeras horas del gobierno? Algunos empresarios hablan de incertidumbre por el alza de aranceles.
En este momento lo que tenemos que hacer es seguir muy atentamente lo que pasa en ese campo. No habría ninguna razón para que Chile sufriera un alza de arancel, tenemos un TLC desde hace 20 años. Tanto los productos chilenos como los productos americanos tienen cero arancel. En segundo lugar, EE.UU. tiene un superávit muy importante desde el punto de vista comercial, por lo tanto, no hay razones que yo vea que nos permitan pensar de qué medidas que el presidente Trump está tomando para equilibrar su comercio con otros países nos puede afectar en este momento.
El presidente Trump busca fortalecer el comercio interno...
Nosotros no tenemos mayores conflictos por cuanto a nuestra producción de fruteras, por ejemplo, es importada en otra temporada. Los productos frutícolas llegan aquí en invierno y, por lo tanto, no hay producción norteamericana. Los dos países se han acomodado muy bien en el curso del tiempo en términos de intercambio. Creo que tenemos que examinar lo que el Presidente dice y, sobre todo, vamos a tener que mirar con mucha atención las primeras medidas.
Mencionaba recién que hay formas distintas de pensar, no solo en términos económicos. Hay distancias ideológicas evidentes entre ambos gobiernos. ¿Esto podría afectar a la relación?
Yo no veo razones, más allá de percepciones o de prejuicios, pero yo creo que Chile es un país que defiende la democracia, la pone en práctica. Hay un cuadro en el cual el reto por los derechos humanos y la búsqueda de una fórmula de solución pacífica a los conflictos es algo que nos interesa a todos. El presidente Trump ayer declaró que él estaba a favor de la paz. No vemos razones para que haya dificultades. Naturalmente que a nosotros nos preocupa el bien de nuestra región, tenemos que observar que se respeten los tratados que se han negociado en el pasado y las diferencias entre los países, que pueden siempre existir, sean resueltas mediante el derecho internacional y dentro de los organismos multilaterales. Eso tendremos que ver en la práctica cómo se desarrolla, porque efectivamente hay diferencias entre EE.UU. y Panamá ahora, también con México por distintas razones. Tendremos que observar cómo se desarrollan esos puntos y, naturalmente, no voy a dar opinión yo, sobre lo que hay que hacer, porque eso es lo que tiene que decir el Presidente y el canciller Van Klaveren.
Igual el presidente Trump ya ha dado alguna clave respecto a eso, dijo que los países de Latinoamérica “nos necesitan y nosotros no los necesitamos”.
Es una frase que habrá que estudiar cómo la piensa mirar, porque naturalmente mucho de lo que él dice no es algo que nosotros hayamos escuchado del canciller recién nombrado, Marco Rubio, que en el pasado ha expresado de manera muy clara su voluntad de asociación con América Latina. Incluso se ha hablado de la necesidad de levantar las trabas que se ponen al uso de bancos de fomento de inversión, que dejarían, por ejemplo, a países de medio desarrollo como Argentina y Chile, fuera de la posibilidad de apoyo a la inversión norteamericana.
¿Podría peligrar la Visa Waiver? Una de las banderas de lucha de Trump es el tema migratorio.
El tema migratorio no está directamente relacionado con el Visa Waiver, no es una medida para facilitar la migración, la idea es precisamente que las personas puedan viajar cada cierto tiempo a Estados Unidos por turismo o porque están observando algún área que les puede interesar para inversión o para un negocio. Ahora, le causa un daño enorme a la perspectiva chilena de mantener el Visa Waiver, que hayan sido detectadas bandas criminales chilenas en los Estados Unidos, o que haya chilenos que pretenden utilizar el Visa Waiver para luego desaparecer en Estados Unidos y quedarse aquí. Esa gente le causa un daño a la mayoría de la población chilena que usa el Visa Waiver de manera correcta. Naturalmente, lo que Chile ha hecho en el trabajo de los últimos años para mantener el Visa Waiver ha sido muy extraordinario. El equipo que ha trabajado eso ha sido celebrado no solamente por nuestro gobierno, sino que ha sido celebrado por el gobierno de EE.UU., como dijo la embajadora norteamericana antes de salir, Bernadette Meehan. Si con el gobierno de Trump se toma la decisión de suspender la Visa Waiver -porque existen bandas de criminales chilenas dando vuelta-, no es algo que tenga que ver con responsabilidades propias de este gobierno o de la autoridad chilena o norteamericana, porque ellos han trabajado en perfecta armonía.
Esta misma semana se supo que en Ohio se detuvo a cuatro chilenos por robar casas lujosas. Una de ellas, de hecho, de un jugador de fútbol americano. Esto termina afectando...
Así es. Por supuesto que sí, termina afectando y es muy difícil también definir, porque muchas de las personas que son capturadas en estas operaciones policiales o ya residen aquí, desde hace muchos años, y traen parientes para hacer las operaciones o son gente que entró, incluso muchos de ellos, por la frontera mexicana, que también hemos tenido esos casos. Así que no es fácil detectar que la Visa Waiver tiene una relación directa con esto. Otros han usado la Visa Waiver, tenemos que reconocerlo, pero naturalmente que no tenían delitos previos, por lo tanto, se les permitió salir. Es algo difícil de controlar, pero hemos hecho lo que tenemos posibilidad de hacer con EE.UU. para intentar pararlo. Quiero decirle que si EE.UU. decide quitar la Visa Waiver, va a tener menos información que la que tenía antes, porque hoy día el intercambio que hay entre las dos policías es muy superior a lo que existió cuando simplemente se daba la visa.
¿Cómo interpreta el gesto del presidente Trump de invitar a líderes de la derecha mundial y de incluir con un rol activo a magnates de Silicon Valley en el cambio de mando?
Es la introducción de un nuevo tipo de invitación, históricamente en EE.UU. no se invita a ningún jefe de Estado, pero esta vez el presidente decide invitar a algunos amigos. Está en su derecho y no tengo mucho que comentar sobre eso. Naturalmente que está señalizando el tipo de orientación que le quiere dar a su gobierno y con quién siente mayor y menor simpatía.
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.