En medio de crisis, Alberto Fernández viaja a Brasil para reunirse con Lula y discutir medidas económicas para ayudar a Argentina
Según la prensa brasileña, en el encuentro que ambos mandatarios sostendrán hoy en Brasilia se debatirá una línea de crédito a la exportación. Se cree que sería algo “similar” al acuerdo de Argentina con China anunciado la semana pasada, para pagar importaciones desde ese país con yuanes y así descomprimir al dólar.
La corrida bancaria no da tregua en Argentina. Tras las nuevas regulaciones sobre los tipos de cambios financieros, el llamado dólar blue volvió a subir este martes y cerró en $ 474 (cinco pesos por encima del cierre del viernes pasado). En medio de este escenario, el Presidente Alberto Fernández recurrió a su par de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, con quien se reunirá hoy en Brasilia para discutir medidas económicas en ayuda del país transandino.
La cita de Fernández con Lula tendrá lugar a partir de las 17.00 en el Palacio de la Alvorada, de Brasilia, con el financiamiento como una de las agendas más urgentes, en un contexto de escasez de divisas. Por ese motivo, en las últimas horas se sumó a la comitiva el ministro de Economía, Sergio Massa, quien podría reunirse con su par brasileño, Fernando Haddad, y establecer un mecanismo de pago de importaciones, similar a lo acordado la semana pasada con China para comerciar con yuanes, indicó el diario argentino Ámbito Financiero.
Dicho encuentro abordará, según información oficial, la agenda bilateral entre ambos países, como la evolución del comercio, los avances en la implementación de los acuerdos de cooperación firmados en los últimos meses, donde los dos presidentes relanzaron la alianza estratégica entre ambas naciones.
Según el diario O Globo, Fernández pedirá ayuda a Lula para fortalecer el comercio bilateral, “en medio de una grave crisis política y económica, sin dólares para importar productos esenciales para la industria, con una imagen comprometida ante la banca privada internacional y ante la peor sequía que enfrentan los agricultores desde 1929″.
Al respecto, el diario Folha de Sao Paulo apunta que la expectativa del gobierno brasileño es que la conversación sirva para avanzar en la negociación de medidas económicas para ampliar las alianzas comerciales entre las dos naciones. Una de las acciones en discusión por los equipos económicos de cada país es la creación de incentivos para las empresas brasileñas que exportan a Argentina.
“Hace tiempo que venimos discutiendo lo que llamamos crédito a la exportación. Es un financiamiento para empresas brasileñas que venden a Argentina y son estas empresas las que importan servicios y bienes de Brasil”, dijo el secretario ejecutivo del Ministerio de Hacienda, Gabriel Galípolo, en entrevista con Globonews.
Según el funcionario, el departamento económico está estudiando cómo viabilizar este crédito a la exportación dadas las restricciones que existen actualmente en la balanza de pagos de Argentina.
Galípolo detalló que podría existir una nueva línea de crédito para financiar a empresas brasileñas que exporten a Argentina. El objetivo es llegar a unas 210 empresas, sobre todo grandes industrias, que comercian con Argentina. “En los últimos cinco años, por la ausencia de mecanismos en Brasil para financiar las exportaciones brasileñas y las importaciones argentinas, hemos perdido aproximadamente US$ 6.000 millones de espacio en la balanza comercial con Argentina frente a China, que viene posibilitando mecanismos de financiamiento en alternativas en medios de pago”, dijo.
Haddad dijo el martes que Brasil está trabajando en una solución para garantizar que los exportadores reciban el pago por las ventas a Argentina, que actualmente afronta una grave crisis económica y una escasez de dólares. El ministro de Hacienda brasileño aseguró que Brasil no quiere perder su cuota de mercado de exportación a Argentina, donde más de 200 empresas locales no exportan o no reciben pagos por falta de divisas. “Estamos tratando de encontrar una solución mediada”, señaló el funcionario, añadiendo que ésta pasa “necesariamente” por la concesión de garantías por parte de Argentina, que están siendo estudiadas actualmente.
En tanto, cercanos al embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, contaron a Ámbito Financiero que el objetivo del encuentro entre ambos mandatarios es “generar una ingeniería financiera para dinamizar el intercambio comercial y descomprimir el uso de dólares”. Agregaron que sería algo “similar” al acuerdo anunciado la semana pasada con China, para pagar importaciones desde ese país con yuanes y así descomprimir al dólar.
El diario Clarín señala que en el encuentro entre Fernández y Lula participarán Sergio Massa, el canciller Santiago Cafiero y Daniel Scioli. El periódico argentino dice que el viaje del gobierno a Brasil se hace en busca de un crédito para agilizar el comercio bilateral y reducir la salida de dólares a través de las importaciones.
La Casa Rosada, afirma EFE, sigue preocupada por la pérdida de reservas y la dolarización en marcha. Pese a las medidas de estabilización, el Banco Central vendió el viernes US$ 67 millones. Y en lo que va del año acumuló ventas por US$ 3.000 millones en el mercado de cambios. A su vez, tuvo que destinar al menos US$ 100 millones en el mercado de bonos para aplacar los dólares financieros. Y el viernes se sumó el pago al FMI de US$ 700 millones. Por ello la administración de Fernández dispuso nuevas normativas que reducen las operaciones de bonos en pesos con liquidación en dólares, con el propósito de descomprimir presiones sobre los mercados alternativos de cambio.
El diario La Nación destacó este martes que el Banco Central de Argentina no deja de vender dólares y las reservas brutas marcan un mínimo en la gestión de Fernández. El número total está cerca de perforar los US$ 35.000 millones luego de que el ente debiera sacrificar durante la jornada otros US$ 133 millones en intervenciones sobre el mercado, indicó el periódico transandino.
En ese sentido, Ámbito Financiero destacó que la semana pasada Lula, en declaraciones públicas, acusó al FMI de “asfixiar” a Argentina, se mostró a favor de “desdolarizar” los intercambios comerciales, avanzar con una moneda común entre los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) y utilizar el nuevo banco de desarrollo de los BRICS (NDB) como “alternativa” al Banco Mundial. Sería justamente este banco el que financiaría la nueva línea de crédito para aceitar el intercambio comercial entre ambos países. El banco de los BRICS está presidido por la expresidenta de Brasil Dilma Rousseff.
En enero, Brasil y Argentina anunciaron su intención de avanzar en las conversaciones sobre una moneda común que se utilizaría en las cámaras de compensación para ejecutar los pagos comerciales entre los dos países, ayudando en parte a recortar la dependencia del dólar. Brasil también decidió recientemente simplificar los procedimientos del Sistema de Pagos en Moneda Local (SML), una infraestructura que reúne a su banco central con los de Argentina, Paraguay y Uruguay.
La balanza comercial entre los dos países es favorable a Brasil. En el primer trimestre de este año, Brasil tuvo un superávit de casi US$ 1.000 millones con Argentina. Los principales productos exportados a sus vecinos fueron autopartes, automóviles, soja y acero. Los rubros argentinos que encabezaron la lista de importaciones fueron utilitarios, automóviles, trigo y petróleo.
Pero la cita entre Fernández y Lula no solo trataría del crédito a la exportación. Según O Globo, otro plan de interés del presidente argentino es la sociedad en la construcción de un gasoducto que iría desde Vaca Muerta, en Argentina, hasta Brasil. El tramo, que podría ser financiado en parte por el BNDES, serviría como alternativa, para los brasileños, al gas boliviano. Pero no hay consenso en el área económica del gobierno de Lula sobre la participación del banco de desarrollo en el proyecto.
Según un interlocutor con conocimiento del tema, si fuera por Fernández, Brasil financiaría al menos US$ 1.500 millones mensuales, durante un plazo determinado -se habla de seis meses-, la exportación de insumos industriales al país vecino. El dinero sería liberado por el BNDES, que necesitaría el aval del Fondo de Garantía a las Exportaciones (FGE), administrado por el Ministerio de Hacienda. Esto se debe a que, en caso de no pago por parte del gobierno argentino, el banco brasileño no sufriría pérdidas, ya que el fondo las cubriría.
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