Ezzati decreta inicio de investigación contra sacerdote Diego Ossa, discípulo de Karadima

Fue el pasado lunes que el cardenal Ricardo Ezzati decretó que la apertura de una investigación por parte del Arzobispado de Santiago contra el sacerdote Diego Ossa Errázuriz, quien fuera miembro del círculo más estrecho del ex párroco de El Bosque, Fernando Karadima.

La orden -firmada por Ezzati y la canciller María Francisca San Martín- se da luego de que se recibieran nuevas denuncias sobre la comisión de eventuales delitos por parte de Ossa. A ello se suma la petición que hiciera una antigua víctima del sacerdote, Óscar Osbén Moscoso, de revisar la denuncia que ya se investigó en el pasado por abuso sexual y de poder.

Los hechos ocurrieron en 2003, siendo mayor de edad, y Osbén declaró en 2011 ante el fiscal Xavier Armendáriz y la ministra en visita Jessica González por la indagación que realizaron del caso Karadima. En la oportunidad, Osben detalló el abuso del que fue víctima como los pagos que recibió desde el entorno del párroco.

Ezzati designó al sacerdote Alejandro González Gatica, miembro del Opus Dei, para realizar la investigación, mientras el vicario judicial Jaime Ortiz de Lazcano fue quien notificó tanto al denunciado como a los denunciantes.

Como medidas cautelares, el cardenal instruyó el cese de las funciones de Ossa como vicario de la parroquia Nuestra Señora de la Paz en la comuna de Ñuñoa, fijando su residencia en su hogar familiar. Ossa fue notificado el día de hoy sobre el procedimiento.

El caso de Óscar Osbén es el único que, hasta la fecha, se conocía respecto de Ossa Errázuriz. Junto con declarar a la justicia civil en 2011, en ese tiempo el hombre -que hoy tiene 38 años y vive en Talca- también declaró ante la Iglesia con la intención de abrir un proceso canónico. Esa vez, quien le tomó la declaración fue el sacerdote y canciller Hans Kast (hermano de José Antonio), mientras el promotor de justicia -es decir, quien llevó adelante la investigación- fue Raúl Hasbún.

Hasta ahora -al menos públicamente- se desconoce si hubo una sanción impuesta por la iglesia a Ossa a partir de este proceso: siguió con una vida sacerdotal normal, a tal punto que pasó por dos parroquias de la Zona Oeste de Santiago, Pudahuel y Lo Prado, donde ejerció el ministerio pese a la resistencia de los feligreses. En su recorrido contó con el respaldo del vicario episcopal para dicha zona, Galo Fernández, hoy administrador apostólico en la diócesis de Talca.

Finalmente terminó oficiando como vicario parroquial de Nuestra Señora de la Paz en Ñuñoa, junto al sacerdote José Miguel Fernández Donoso, uno de los cinco sacerdotes del Bosque que, junto con Ossa, jamás se han pronunciado condenando los hechos cometidos por Karadima.

A fines de julio pasado, Osbén se reunió con dos miembros del servicio de escucha de la Conferencia Episcopal, Pilar Ramírez y el sacerdote salesiano David Albornoz, a quienes solicitó que se revisara nuevamente su denuncia. Se trata de la oficina que dejaron establecida monseñor Charles Scicluna y el sacerdote Jordi Bertomeu tras su segunda visita a Chile. Tiempo después, Albornoz viajó a Talca para reunirse con Osbén en la sede del Colegio Salesiano.

A mediados de agosto, el denunciante recibió el llamado de Pilar Ramírez, quien le notificó de forma verbal que el cardenal Ezzati había ordenado una inspección "minuciosa" de su caso, sin entregar mayores detalles.

"Pedí a la comisión que quedó después de la visita de monseñor Scicluna reabrir mi caso. Fui escuchado por un sacerdote, y volví a relatar (la denuncia). Se me informa hace un par de días, desde la comisión, que el arzobispo había mandado a revisar acuciosamente la denuncia", señaló a radio Cooperativa el 20 de agosto.

Minutos después de la publicación de este reportaje, el Arzobispado de Santiago emitió el siguiente comunicado:

"Con fecha 27 de agosto del año en curso, el Arzobispado de Santiago ha decretado una investigación previa que afecta al presbítero Diego Ossa Errázuriz, por dos denuncias de abuso sexual y de autoridad que habrían ocurrido antes del año 2005, cuando una de las personas denunciantes declara haber sido menor de edad".

Por otra parte, el señor Óscar Osbén Moscoso ha solicitado revisar su caso, sobre el cual ya se había realizado una investigación que fue enviada a la Congregación para la Doctrina de la Fe, la que se pronunció el año 2014 imponiendo un remedio penal según la norma 1.339 del Código de Derecho Canónico.

Mientras dure la nueva investigación -cuyo plazo máximo será de 60 días- el sacerdote ha sido apartado del oficio de vicario parroquial de la comunidad Nuestra Señora de la Paz; no puede realizar actos públicos propios del ministerio sacerdotal y se le ha fijado residencia.

Los antecedentes del caso han sido entregados a la Fiscalía".

*Este artículo fue actualizado a las 14:08 horas.