Feminismo, política y violencia: Los temas que tratará Alberto Plaza en su libro

Más allá de su extensa carrera músical y sus conocidas canciones, el nombre de Alberto Plaza ha resonado en los últimos años por sus directas y controvertidas opiniones respecto a diversos temas de actualidad.

Pues a pesar de llevar años radicado en Miami (Estados Unidos), el artista está fuertemente conectado con lo que ocurre en su país, y no pierde oportunidad para dar su punto de vista, que ha abordado desde el humor en el Festival de Viña (ver al final), hasta la violencia contra Carabineros en actos de protesta.

Ese lado crítico de Plaza tendrá un importante lugar en su libro, que espera llegar a las librerías a fines de noviembre.  

Se trata de una publicación que mostrará aspectos desconocidos de su carrera y vida personal, y al mismo tiempo, profundizará en temas contingentes que inquietan al músico, y que han generado más de una polémica.

Política, educación, feminismo extremo, violencia e identidad de género, son algunos de los puntos que ha prometido en su libro, y sobre los cuales ya ha generado debate.

Feminismo: Sobre esto el artista profundizó en una carta enviada a diario El Mercurio -espacio donde habitualmente aparecen sus comentarios-, y publicada durante la conmemoración del Día Internacional de la Mujer en marzo de 2017. Allí, el cantautor criticó la forma en que se lucha por la igualdad de género –como las cuotas obligatorias de mujeres en los congresos o ministerios-, llevada a lo que considera una "guerra de sexos". "Siento que en lo referente a las demandas de las mujeres las cosas se están confundiendo un poco", analizó el músico pues, para él, se estaría "utilizando la confrontación con el hombre como estrategia de batalla". "En el diccionario aparece machismo con una connotación negativa y feminismo con una positiva. Curioso, por decir lo menos. Esas mismas feministas son las que aceptan que no les cobren para entrar a una discoteca. Claro, ahí sí somos diferentes; que paguen los hombres no más. O permiten que la ley les dé preferencia a la hora de quedarse con los hijos luego del divorcio", dijo.

Política: Muchos de sus comentarios han sido calificados como conservadores, y relacionados a una supuesta tendencia política. Frente a eso, Plaza ha sido claro: "¿Qué evidencia hay de que yo pudiera ser facho?¿Alguna vez he hecho algo relacionado con la extrema derecha?", respondió en entrevista con radio Cooperativa el año pasado. "En cambio sí podría decir actividades en las que he estado relacionado con la izquierda. (…) Fui a cantar para la movilización por la salida de Federici, acompañé a Michelle Bachelet a una actividad de campaña, pero me dicen que soy facho, no entiendo de dónde viene ese apelativo", continuó.

También ha sentido la necesidad de negar su adherencia a la dictadura de Augusto Pinochet. "He sido históricamente, absolutamente opositor al gobierno de Pinochet. Los que me conocen lo saben, pregúntenle a los que me conocen. Por ejemplo, le podrían preguntar a mi ex suegro, Belisario Velasco. Ellos saben perfectamente cuál es mi pensamiento político", respondió en un contacto desde Miami con el matinal Bienvenidos (Canal 13) en marzo de 2017.

Sobre esto mismo escribió en septiembre pasado, en la conmemoración de los 45 años del golpe militar. "Se puede comprobar que el pensamiento que hay detrás de esta frase dicha por el general Pinochet es un profundo error: 'Se mata la perra y se acaba la leva'", declaró en su carta, y continuó: "cuando una persona es torturada, desaparecida o asesinada, no solo no desaparece el problema, sino que es ahí exactamente donde comienza otro mucho mayor, pues se pone en marcha una cadena de dolor y odio que se extenderá por varias generaciones".

Violencia: Solo hace algunas semanas, una nueva carta del artista desató opiniones encontradas al justificar la represión de Carabineros cuando surgen actos de violencia en manifestaciones y marchas. "Tantos casos de falta de respeto a la autoridad ponen de manifiesto el debilitamiento del Estado de Derecho, con sus indeseables consecuencias", decía la carta para El Mercurio. "El concepto de represión no puede ser analizado con independencia del acto que se está reprimiendo. Si una persona está manifestándose pacíficamente en una marcha, reprimirla sería condenable, pero cuando lo que se está reprimiendo es un acto dañino y destructivo, como intentar prenderle fuego a un ser humano, la represión no solo es aceptable, sino que necesaria", analizó el artista.

Una de sus reflexiones más polémicas fue la que criticó las rutinas de humor en el Festival de Viña 2017. En una carta publicada por El Mercurio –espacio donde es habitual leer sus opiniones-, el músico dijo: "Hemos sido testigo de una paliza, de un linchamiento al decoro y a las buenas costumbres. Con total desvergüenza, hablan con el mismo vocabulario que se emplea en una pelea de bar de mala muerte; con la vulgaridad que cabría esperar en una cárcel, no en el que alguna vez fuera el más respetable e importante escenario de la música latinoamericana".

Su análisis se produjo luego de ver las dos primeras noches del certamen, después de ver las presentaciones de Juan Pablo López como "Chiqui" Aguayo. "Los flaites se han apoderado de ese espacio hasta lograr que ni los mismos organizadores sean capaces de poner límites en el juego. Saltaron desde la cloaca y allí se quedaron, salpicando cada uno al que le sigue, provocando una verdadera escalada de degradación, donde ya nadie parece sorprenderse; donde querer cuidar nuestra maravillosa lengua parece ya una quijotada. Y este es un terreno en el cual sólo a los humoristas se les acepta semejante picantería", agregó, desatando una ola de comentarios que incluso, lo llevaron a un cara a cara con Aguayo en el programa Vértigo de Canal 13.