“Fue un error garrafal que ingresara a la cárcel de Rancagua”: exdirectores de Gendarmería descartan privilegios en traslado de Monsalve a Capitán Yáber
Christian Alveal y Tulio Arce insisten en que el traslado del exsubsecretario se ajuste a la norma y que no se puede entender la seguridad de ningún imputado como un privilegio. Recalcan, en ese sentido, que Monsalve siempre debió estar en dicho penal. El fiscal regional de Rancagua, por su parte, aseguró que los nuevos antecedentes sobre la situación del otrora socialista fueron aportados por un exgendarme que se comunicó con la Seremi de Justicia de Valparaíso.
Aunque desde que se dispuso la prisión preventiva para Manuel Monsalve su defensa aseveró que se trataba de una medida desproporcionada y que buscarían revertirla, respiraron más aliviados cuando la medianoche del viernes 22 se le trasladó desde la cárcel de Rancagua hasta el Anexo Penitenciario Capitán Yáber, en la capital.
Y es que a la amenaza recibida por Antonella Marchant, el jueves 21, se sumaron nuevos hechos. Durante la tarde del viernes Gendarmería recibió información que daba cuenta de que la integridad de la exautoridad corría peligro, razón por la cual informaron al 7°Juzgado de Garantía de Santiago, instancia que finalmente dispuso que se le trajera al recinto ubicado junto al Centro de Justicia.
Acto seguido, desde la oposición refirieron una serie de cuestionamientos, acusando que el ingreso de Monsalve a Capitán Yáber constituiría un claro “privilegio”. Entre ellos, el diputado Miguel Mellado, presidente de la comisión investigadora formada en la Cámara de Diputados por el caso, señaló a La Tercera que “lo que demuestra esto es que hay chilenos de primera y chilenos de segunda”.
“Lo llevaron a Capitán Yáber, donde nunca habían llevado a una persona que estaba investigada por delito de violación. Este es un pésimo precedente para Gendarmería”, acusó el parlamentario.
Pese a ello, tanto desde el gobierno como desde Gendarmería descartaron que se estuviera ante un trato especial. De hecho, exdirectores de la institución penitenciaria manifestaron que hablar de privilegios en este caso es desconocer el trabajo que realiza la entidad.
“No hay nada más alejado de la realidad que decir que su traslado es un privilegio. De hecho, el error garrafal estuvo en haber ingresado a una persona de estas características al penal de Rancagua. Si se quiso dar una señal de igualdad ante la ley, no hay nada más errático que eso, porque para el crimen organizado la igualdad ante la ley no existe. Entonces, que la cabeza de Monsalve estuviera en riesgo dentro de un penal como este era una probabilidad inminente”, sostuvo en conversación con este medio Christian Alveal, quien fue nombrado por Sebastián Piñera y encabezó la institución entre diciembre de 2018 y abril de 2022.
Según Alveal, “no puede haber una decisión más irresponsable que la que se tomó, era regalárselo al crimen organizado, porque quien se adjudicara amenazas en su contra, intentara agredirlo o atentara contra él, claramente iba a tener una consolidación mayor ¿Quién hablaba de “Los Marchant” antes de esto? Por eso, se terminó consolidando el crimen organizado con una decisión como la que se tomó”.
En el mismo sentido, Tulio Arce, que ejerció como director tras ser designado por Michelle Bachelet entre junio de 2015 y julio de 2016, indicó: “Como exdirector, siempre consideré que Manuel Monsalve ingresara al Anexo Capitán Yáber, que es una sección inserta en el complejo de Alta Seguridad, y ofrece las garantías de seguridad. La seguridad no es un privilegio, y que esté ahí tampoco lo es. Es deber de Gendarmería asegurar su integridad para que este pueda ser puesto a disposición de los tribunales y garantizar el debido proceso”.
Agregó, en el mismo sentido, que “esto ha ocurrido históricamente, en su momento se construyó Punta Peuco para mantener a exmilitares y agentes que no podían estar en una cárcel común justamente por su seguridad (...) Capitán Yáber es hoy el lugar que ofrece la seguridad necesaria para quien fue hace poco más de un mes subsecretario del Interior y activo zar de la lucha contra el crimen organizado, y sabemos que este podría querer cobrarle lo que hizo esta exautoridad. Por lo mismo, su arresto domiciliario tampoco sería lo más seguro”.
Ambos exfuncionarios recuerdan, además, que hace algunos años, cuando Alberto Fujimori cumplió prisión preventiva en Chile, incluso se habilitó un lugar especial, un anexo cárcel en la Escuela de Gendarmería.
La nueva “amenaza”
Consultado respecto a los nuevos hechos que habrían puesto en entredicho la seguridad de Monsalve en Rancagua, el fiscal regional de esa zona, Aquiles Cubillos, explicó que estos derivaron de una alerta que se recibió en la Seremi de Justicia de Valparaíso.
“Se recibió un oficio de la Seremi de Justicia de Valparaíso, que fue remitido a esta fiscalía regional por la Fiscalía de Valparaíso. En ese oficio no se habla de una amenaza, sino que de antecedentes que habrían sido recabados por esa Seremi”, indicó el persecutor.
Explicó, de igual forma, que un sujeto se comunicó con dicha repartición “y aportó antecedentes que dicen relación con la situación del señor Monsalve en la cárcel de Rancagua”.
“Fue solo información que le entrega a la Seremi respecto de un análisis que él hace, como exfuncionario de Gendarmería, un análisis personal de la situación de seguridad”, complementó Cubillos, junto con indicar que eso se le informó a la institución penitenciaria para que tomara las acciones que estimaran adecuadas.
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