Fundación para la Confianza: Estudio revela que 18% de los hombres y 39% de las mujeres en Santiago reconoce haber sido víctima de abuso en la infancia
Si bien el 46,5% de las mujeres y el 38,5% de los hombres asegura que en algún momento contó a alguien de confianza la situación que lo afectó, la tasa de denuncia formal es mucho menor. De hecho, sólo el 15,55% de la muestra concretó una acusación ante las autoridades civiles, siendo las clases sociales acomodadas las que menos disposición tienen a judicializar los abusos.
Durante los meses de enero a julio de 2018, la Fundación para la Confianza -con el apoyo del investigador de la Facultad de Educación y Ciencias Sociales de la Universidad Andrés Bello, Andrés Mendiburo-, aplicó una encuesta a 641 personas del Gran Santiago en que consultó, de forma anónima, si habían sido víctimas de alguna forma de abuso sexual antes de los 18 años. La tasa de error es de 3,9% con 95% de confianza.
Primero se entregó un sobre sellado en distintas casas, el que posteriormente fue retirado, y luego se usó un panel online, probabilístico y estratificado por sexo, edad y condición socioeconómica. En lo específico, se les interrogó respecto de si durante la niñez o adolescencia (antes de cumplir los 18 años) habían sido víctimas –a través de manipulación, engaño u obligación- de toqueteos, manoseo, exposición a material pornográfico, masturbación o violación, entre otras formas de abusos.
Tras analizar las respuestas de los consultados -45,2% mujeres y 54,8% varones de entre 18 y 88 años, con una media de 49,02 años- se determinó que el 18% de los hombres y el 39% de las mujeres habían sido afectadas durante su infancia y adolescencia por una situación de este tipo. De ellos, en el 1,2% de los hombres la vulneración incluyó violación; y en las mujeres, en el 2,9% de los casos.
Si bien el 46,5% de las mujeres y el 38,5% de los hombres asegura que en algún momento contó a alguien cercano la situación que lo afectó, la tasa de denuncia formal es mucho menor. De hecho, sólo el 15,55% de la muestra concretó una acusación ante las autoridades civiles, siendo las clases sociales acomodadas las que menos disposición tienen a judicializar los abusos. El 81,5% de los encuestados ABC1 y el 93,8% de los C2 no denunciaron.
El estudio arrojó que la edad en que se comunica el abuso sexual -sin que necesariamente llegue a tribunales-, varía muchísimo respecto de quién violentó a los menores: si el abusador es alguien religioso –sacerdote, monja, etc-, recién se habla del asunto a los 35 años; si fue un padrastro o madrastra, a los 21; si se trató de un profesor u orientador, el relato se hace a los 17; y a los 16 si el victimario es una pareja o amigo.
Respecto de este tema, José Andrés Murillo, director ejecutivo de la Fundación, asegura que la encuesta ha permitido visualizar la "cifra negra" de los abusos sexuales que no figura en las estadísticas oficiales ya que, como dan cuenta los resultados, la tasa de denuncia es inferior a la ocurrencia de los ilícitos.
"Estas respuestas se acercan muchísimo más a lo que nosotros observamos en nuestro trabajo en la Fundación y queremos que sirvan para que se elaboren políticas públicas que den cuenta de la magnitud de los abusos sexuales contra menores. Nosotros estamos trabajando en una propuesta para que el Gobierno le dé prioridad a este tema y que esta encuesta se pueda realizar también en todo el país".
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