“Gestión maliciosa”: Dueño de Inmobiliaria Ambienta presenta autodenuncia ante fiscalía en medio de quiebre con socios

Claudio Cordero
Claudio Cordero, dueño de Inmobiliaria Ambienta.

El empresario Claudio Cordero presentó una autodenuncia ante el Ministerio Público luego de enterarse que sus exsocios señalaban privadamente que las dificultades que enfrentan los proyectos obedecen a una gestión maliciosa de la constructora. El gestor inmobiliario evalúa la liquidación voluntaria de la empresa debido a graves problemas de liquidez por la pandemia y el "estallido social". Sus socios Paul Fontaine, Rafael Araneda, Fabio Traverso, Ricardo García, Samuel Larraín, Aníbal Flores y Paola Bruzzone decidieron continuar con los proyectos.


Un complejo escenario financiero enfrenta por estos días Inmobiliaria Ambienta, luego del “estallido social” y la pandemia del Covid-19. La compañía fundada en 2010 por el empresario Claudio Cordero realiza intensas gestiones para evitar la quiebra, cuyos pasivos alcanzan unos $ 15.000 millones.

Inmobiliaria Ambienta cuenta con operaciones en Chile y Estados Unidos, y ostenta un amplio y reconocido prestigio en el mercado inmobiliario nacional, con más de 60 casas y 25 edificios entregados a lo largo de sus 12 años de trayectoria.

La compañía además mantiene siete proyectos de inversión por US$ 500 millones a través de la Constructora Ambienta, en cada uno de estos celebró contratos de construcción con las siguientes sociedades: Inmobiliaria Vicuña Mackenna SpA; Inversiones e Inmobiliaria Huérfanos SpA; Inmobiliaria La Puntilla de Villarrica SpA; Inmobiliaria Payllahue S.A. e Inmobiliaria Alta Vista Pucón SpA.

Paul Fontaine, Rafael Araneda, Fabio Traverso, Ricardo García, Samuel Larraín y Paola Bruzzone son los exsocios de las sociedades con las cuales Inmobiliaria Ambienta se asociaba para edificar los proyectos.

El conflicto no sólo considera la eventual liquidación de la constructora del mismo nombre, sino que también el quiebre con sus socios en esta misma y una arista penal que se mantenía bajo absoluta reserva.

Cordero es ingeniero civil industrial de la Universidad de Chile e ingresó al mundo laboral en 1984, como ejecutivo de cuentas del Banco Nacional, que fuera parte del grupo encabezado por Francisco Javier Errázuriz.

Ante las consultas planteadas por La Tercera PM, el empresario envió una declaración por escrito en la que sostuvo que “producto del estallido social y luego la pandemia del Covid, la constructora tuvo detenido sus proyectos entre 6 y 8 meses. Esto sumado a importantes alzas en los costos de de mano de obra y de los materiales de construcción, la llevaron a una situación financiera delicada”.

Este problema de liquidez de la constructora llevó a que sus socios e inversionistas en estos días decidieran poner fin a dichos contratos y a la relación contractual con Cordero. El empresario diluirá su participación con aumentos de capital que serán financiados por sus exsocios a fin de dar continuidad a los proyectos y cumplir con los plazos de entrega de los departamentos a sus compradores.

“Lo que queremos es poner todos los recursos necesarios para poder terminar los proyectos. De hecho ya se pusieron 35.000 UF ($ 1.086 millones) para poder terminar. Además en el proyecto de Vicuña Mackenna hubo un atraso de la municipalidad en la entrega de los permisos producto del tema del Covid y eso mismo afectó las entregas”, sostuvo Paola Bruzzone en conversación con La Tercera PM.

“Los atrasos se deben en parte importante a las demoras que tuvo la municipalidad en la entrega de los permisos de edificación. Hoy la torre dos está lista para entregar”, agregó.

Según ha explicado Cordero a sus cercanos, Inmobiliaria Ambienta vende entre 600 a 700 departamentos al año. Uno de los mayores proyectos de inversión es precisamente el Condominio Parque Vicuña Mackenna, que se construye frente a la estación de metro Camino Agrícola, en Macul, con departamentos de entre 30 m2 a 45 m2 que están dirigidos a los mercados C2 y C3. Su valor mínimo es de 3.290 UF ($ 102.136.832).

“Los inversionistas y socios han comprendido la situación y han hecho sus mejores esfuerzos para enfrentar este duro escenario. Me he diluido en todas las inmobiliarias y los socios están inyectando recursos frescos y organizando de manera responsable para terminar los proyectos”, acotó Cordero.

Autodenuncia

Al lío con los socios por el problema de liquidez y eventuales incumplimientos se suma una arista que se mantenía en reserva. El 21 de diciembre de 2021, Cordero presentó una autodenuncia ante el Ministerio Público en la que detalló parte de los problemas y su interés por esclarecer los hechos.

Hoy a cargo del plan de salvataje de la empresa se encuentra Álvaro Contreras, socio de Cruz Abogados. Mientras que en la arista penal, Cordero es asesorado por el abogado Cristián Muga, socio de Ortiz & Compañía.

En su presentación, sostuvo que personas vinculadas a las inmobiliarias socias de Ambienta han afirmado privadamente que las dificultades que estos enfrentan obedecen a una “gestión maliciosa” de la constructora. Ello -según explicó Cordero a la fiscalía- se vería reflejado, entre otras cosas, por la ausencia de los denominados seguros de venta en verde en algunos de estos proyectos, al momento de la celebración de las promesas de venta entre las inmobiliarias y los prominentes compradores.

A su parecer, la gestión comercial y constructiva de estos proyectos es de su responsabilidad, como también la decisión sobre la oportunidad y necesidad en que los seguros debían ser contratados, por lo que la imputación que ha debido enfrentar reviste la gravedad suficiente como para su investigación penal y esclarecimiento.

“En lo que a mí respecta, seguiré colaborando para resolver los problemas y disponer de mi patrimonio si resulta necesario. He actuado correcta y responsablemente y estoy confiado en que podré demostrarlo ante la justicia, si soy requerido para hacerlo”, concluyó Cordero.

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