¿Guillier, otra vez a La Moneda?
El exabanderado presidencial -que fue respaldado por la ex Nueva Mayoría en los comicios de 2017- es mencionado en la oposición como el “plan B” que tendría el PRO en caso de que Marco Enríquez-Ominami, con quien ha estrechado lazos en los últimos meses, no pueda competir en esta oportunidad tras haber sido inhabilitado por el proceso judicial que mantiene en el marco del caso SQM. Y si bien en el partido niegan esa alternativa, Guillier no descarta una eventual segunda carrera por la más alta magistratura.
Un recado recibió ayer el senador independiente Alejandro Guillier. Solo minutos antes de que se constituyera la Comisión de Hacienda en la que el legislador asumiría el cupo que dejó Carlos Montes (PS) -según el acuerdo administrativo opositor firmado por todos los partidos del sector con representación en la Cámara Alta en 2018-, la secretaría de la instancia le avisó que desde el gabinete del jefe de bancada socialista, José Miguel Insulza, dejaron “sin efecto” su reemplazo.
La noticia tomó por sorpresa al parlamentario, quien ya se alistaba para asumir un cupo que le correspondía por acuerdo. Y la razón que le entregaron desde el Partido Socialista lo dejó aún más descolocado: le explicaron que no tendría un lugar en Hacienda por la suspicacia que ha generado en la oposición, especialmente dentro de Unidad Constituyente, la posibilidad de que vuelva a asumir una candidatura presidencial.
El mensaje fue claro: al legislador le pidieron que aclarara sus eventuales pretensiones, pues a los socialistas les preocupa tener a dos cartas a La Moneda en la Comisión de Hacienda (hoy la preside la abanderada DC, Ximena Rincón), una instancia que ha sido clave para el avance de iniciativas para enfrentar la pandemia y la crisis económica.
“Es importante que se despeje que va a ser candidato presidencial, porque a nosotros no nos parece que sea bueno que una comisión tan importante como la de Hacienda se transforme en un lugar de debate de candidatos”, explica Insulza a La Tercera PM, quien agrega, en todo caso, que esperan tener una conversación con Guillier la próxima semana para conocer cuál es el rol que jugaría de asumir en el cupo PS.
En la colectividad y en otros partidos de la Unidad Constituyente no le perdonan al parlamentario las permanentes críticas que ha realizado sobre el acuerdo del 15 de noviembre, pacto que ha dicho se trató de un salvataje al gobierno de Sebastián Piñera. “Ha habido muchas declaraciones que han afectado el clima y las confianzas con él”, dicen en el Senado.
El “veto” de los socialistas a su otrora candidato a La Moneda se da justamente cuando entre los partidos de la Unidad Constituyente aseguran que su nombre ha sido mencionado informalmente como “el plan B” que tendría el Partido Progresista -fundado por Marco Enríquez-Ominami- en caso de que el exdiputado no pueda competir en las presidenciales de fin de año tras haber quedado inhabilitado de sus derechos políticos por el proceso judicial que mantiene en el marco del caso SQM.
“Me parece un veto inaceptable y una falta de respeto. Yo fui candidato presidencial, entre otros partidos, del PS, y he sido siempre leal a la confianza que tuvieron en mí. Pero no estoy en política ni en el Congreso por los cupos en las comisiones, sino para responder al mandato de la ciudadanía y no a los dirigentes de los partidos políticos”, dice Guillier.
Según cercanos al legislador, el gesto de desagravio de los socialistas fue leído como una señal de incomodidad -que se extiende fuera del PS- ante la alianza que ha venido tejiendo con ME-O en las últimas semanas. De hecho, una carta que ambos firmaron a fines de febrero, en que hacían una profunda crítica al sector, fue leída en la centroizquierda como una señal de que el exdiputado buscaría traspasarle su capital político para que el PRO no se quede sin una carta para instalar sus ideas en el debate presidencial. Lo mismo se interpreta de las diversas actividades que han organizado juntos. Hoy, por ejemplo, hicieron un punto de prensa en Pudahuel para manifestar su respaldo a la candidata a alcaldesa apoyada por el PRO, Mónica Sanchez (independiente).
“Yo estaré donde la ciudadanía me quiera poner”, dice Guillier consultado al respecto, sin descartar una eventual opción presidencial. El legislador, eso sí, subraya que “el escenario político chileno se redefinirá el 11 de abril. Lo importante hoy es ayudar a quienes son candidatos a constituyentes, concejales, alcaldes y gobernadores regionales a que ellos sean la prioridad. Lo responsable es postergar toda otra discusión por las campañas que hoy son relevantes. Después se verá cómo cada uno de nosotros contribuye más a la unidad del progresismo y la centroizquierda”.
Desde el PRO, sin embargo, son tajantes: su candidato hoy es Marco Enríquez-Ominami y no está en sus planes buscar otra alternativa. Y pese a que reconocen que la situación judicial de su exabanderado -quien hoy está a la espera de la presentación que hicieron ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)- podría arruinar sus planes, en la directiva de esa colectividad descartan haber abordado con Guillier una posible candidatura presidencial.
Lo que sí han hecho, admiten en el PRO, es sondear si el senador podría buscar su reelección a la senatorial por esa colectividad. Fue el propio timonel del partido, Camilo Lagos, quien consultó a Guillier sobre esa alternativa, sin embargo, el parlamentario le respondió que definiría su futuro electoral luego de las elecciones del 10 y el 11 de abril.
Pese a esto, en el PRO tienen claridad de que si Enríquez-Ominami no puede competir, debido a la resolución que tomó la colectividad de llevar un abanderado, se verán obligados a buscar otras opciones para esa carrera.
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