“Hay una falta de coordinación inexcusable”: parlamentarios oficialistas cuestionan vocería de Etcheverry en su primera crisis política

“Próximamente la ministra Etcheverry va a dar una vocería en detalle sobre este tema, les propongo que todas las preguntas sobre esta materia las concentremos en esa vocería”, anunció la ministra del Interior, Carolina Tohá (PPD), la tarde del martes cuando los medios le consultaban sobre la frustrada adquisición de la casa del expresidente Salvador Allende.

Aunque Tohá pudo haber respondido al respecto, lo cierto es que La Moneda optó por hacer valer el reemplazo a la ministra Camila Vallejo (PC) y dejar todo en manos de la portavoz subrogante del Ejecutivo, Aisén Etcheverry (FA).

Pero no era la primera vez que la también titular de la cartera de Ciencia salía a referirse a esa materia durante lo que va de la semana. El lunes también tuvo que responder del caso que se transformó en la primera crisis que enfrenta como vocera de la administración del Presidente Gabriel Boric. Ese día abordó la firma de compraventa del inmueble de calle Guardia Vieja. Sin embargo, su intervención la dejó en una posición complicada.

Ese día Etcheverry concedió una entrevista a Tele 13 Radio. Aunque la conversación comenzó con el histórico despliegue científico al Polo Sur, en la que también participó el Mandatario, fue requerida por la adquisición de la casa de Salvador Allende.

Ahí defendió el proceso y la idea de que hubo cambios en la estructura de propiedad, sin explicar cuándo se produjeron esas modificaciones, y defendió la idea que “el análisis legal final, el que gatilla la decisión solo se podía hacer en el momento previo al contrato de compraventa”.

Sin embargo, el Ministerio de Bienes Nacionales ya había anunciado la semana pasada, vía comunicado, de la adquisición del inmueble de Guardia Vieja.

También evitó reconocer que hubo responsabilidad compartida entre quienes no notaron el problema y no respondió directamente si para el gobierno hubo o no desprolijidad. En vez de eso dijo que “hubo un proceso que es un proceso de distintas etapas, donde cada una de ellas fue analizada legalmente en su mérito y se tomó la decisión que era la correcta conforme a la legalidad vigente”.

El problema para la secretaria de Estado fue que solo cuatro horas después Presidencia informó que Boric le había pedido la renuncia a la entonces ministra de Bienes Nacionales, Marcela Sandoval (FA).

Según reconoció después el propio Ejecutivo, la salida de Sandoval fue para que asumiera la responsabilidad política que tuvo en el proceso, en un contexto en que la vocera defendió el procedimiento realizado y evitó cuestionar a la ahora extitular de Bienes Nacionales.

A juicio del diputado Jaime Mulet, del Frente Regionalista Verde Social (FRVS), la actuación de la ministra de Ciencia “evidencia una falta de coordinación inexcusable dentro del gobierno. Es preocupante”.

Para la jefa de la bancada del Partido por la Democracia (PPD) e independientes, la diputada Camila Musante (ind.), hay dos posibles explicaciones para lo ocurrido con Etcheverry. “La primera es que la vocera de Gobierno Aisén Etcheverry no se esté enterando a tiempo de los cambios de timón. O sea, hay un cambio en la toma de decisiones, como, por ejemplo, la salida que ya se venía hablando de la ministra Sandoval”, sostuvo.

Y agregó que “la segunda es que efectivamente su vocería sea un reflejo de un cambio de opinión dentro de La Moneda y, por lo tanto, ella sale a comunicar lo que en principio era una posición de defensa, para luego pasar a tomar esta definición de renuncia”.

En suma, para Musante, “ella queda en una posición compleja donde se debilita su vocería probablemente. Lo que sí tenemos claro es que no nos pueda adelantar cuál va a ser el camino a la toma de decisiones de La Moneda, porque al parecer no estaría al tanto de todo”.

Mientras que el senador Gastón Saavedra (PS) afirmó que Etcheverry “tiene que tener más cautela, que es lo que uno espera de la portavoz del gobierno, espera que haya mucha más templanza en esto y en definitiva no lo estamos observando”.

Y añadió: “Siento que debe haber un golpe de timón de certeza, de confianza y de credibilidad respecto de quién habla del gobierno, porque cuando esas cosas no pasan y de la mañana a la tarde hay un cambio, no es lo que necesita el país”.

Tal como lo anunció el martes la ministra del Interior, Carolina Tohá, Etcheverry salió nuevamente a hablar sobre la crisis. El motivo central de la vocería era explicar, una vez más, la visión del Ejecutivo, aunque luego respondió preguntas sobre otros temas de contingencia.

En más de una oportunidad, incluso al responder las preguntas de la prensa, insistió en que no se concretaron las cuatro etapas posteriores a la firma del contrato de compraventa, porque “se interrumpió el proceso y se decidió no continuar con la compra, eso fue lo que se comunicó el viernes”.

También insistió en que “el momento de la firma de la escritura en la notaría es algo que no debió haber ocurrido, esencialmente por razones políticas; aquí hubo una conducción de un proceso en términos políticos que no fue la adecuada y eso se hizo valer a través de la responsabilidad política que significa la pedida de renuncia de la ministra Sandoval”.

Sin embargo, evitó decir si la ministra de Defensa, Maya Fernández (PS), tuvo responsabilidad política, al ser copropietaria de la residencia en cuestión; tampoco respondió si Fernández advirtió de si lo que ocurría era inconstitucional; no reconoció que la firma del contrato ya vulneró la Constitución, y tampoco si existían responsabilidades administrativas, donde se apunta a la jefa de la División Jurídico-Legislativa de la Segpres, Francisca Moya.

En todo caso, entre asesores de la Secretaría General de Gobierno hubo una positiva evaluación precisamente del desempeño de Etcheverry en la vocería del martes, ya que -pese a la insistencia de la prensa- no se salió de la línea argumental que planteó desde el inicio de su alocución.