Jorge Sharp y su reelección en Valparaíso: “La reactivación económica se perfila como una de las prioridades“
"Asumimos con un déficit de 18 mil millones, ahora alcanza los $ 7.800″, dice el exmilitante del Frente Amplio, que defiende el carácter ciudadano y enfrenta las críticas a su gestión. Asegura que de ser electo para un segundo periodo apostará por la reactivación económica de la ciudad.
En las elecciones del 15 y 16 de mayo, Jorge Sharp compite por un segundo período como alcalde de Valparaíso frente al concejal Claudio Reyes (Movimiento Valparaíso Primero), Luis Schwaiger (Unión Patriótica), Marcela Cortés (independiente) y los exconcejales Carlos Bannen (UDI) y Marcelo Barraza (DC).
Las proyecciones, dice, son inciertas. Sin embargo, el abogado cree que sí puede ganar. Su apuesta: darle continuidad al proyecto de la alcaldía ciudadana. En paralelo, el Tribunal Electoral Regional tramita una denuncia en su contra -presentada por la mayoría del concejo municipal (8 de 10)- por notable abandono de deberes e infracción grave al principio de probidad administrativa. En esta entrevista, defiende su gestión y aborda el panorama presidencial de la oposición.
A diferencia de la elección anterior, ahora no cuenta con el apoyo del Pacto Urbano La Matriz (PULM). ¿Cómo enfrenta esta elección?
Tenemos la convicción de que somos muchos más que en 2016. Un amplio abanico de fuerzas políticas apoyan este proyecto, vinculadas al Frente Amplio, al pacto Chile Digno, a la Federación Regionalista Verde Social, al Partido Liberal, el movimiento Nuevo Trato, a sectores progresistas de la ex Concertación, como el PPD , el PS y la DC (…). Desde la perspectiva de los movimientos sociales tengo la convicción de que es un cuadro similar. La fuerza de este proyecto está puesta en su amplitud y diversidad (…). Incluso, podría decirle que buena parte de aquellos que fundaron el PULM hoy día están apoyando la reelección de la alcaldía.
¿Cuáles son sus propuestas en materia de reactivación económica?
La gestión municipal del próximo ciclo va a estar muy marcada por las consecuencias de esta pandemia (…). Por tanto, la cuestión de la reactivación económica se perfila como una de las prioridades, junto con desarrollar una política popular de cuidados y de desarrollo humano, más allá del neoliberalismo, para atender las consecuencias sociales de esta crisis (…). Sobre la cuestión de la reactivación económica, todos los indicadores señalan que, terminada la crisis sanitaria, la economía chilena iría al alza. Eso le ofrece a Valparaíso tremendas oportunidades.
¿Qué oportunidades tendría la comuna de concretarse dicho pronóstico?
Supondrá la reapertura turística de la ciudad. Hoy estamos en mejores condiciones para abordar esa puerta que se abre, a partir de la reciente declaratoria de Valparaíso como Zona de Interés Turístico (…), y las oportunidades que nos ofrece el patrimonio. Suscribimos un acuerdo con el Ministerio de las Culturas, que redefine el rol del Estado en el Sitio Patrimonio Mundial, lo que se expresa en la existencia de una glosa presupuestaria (2022) para financiar inversiones en el Sitio Patrimonio de la Humanidad.
¿Qué propone, para un nuevo ciclo, en materia medioambiental?
Nuestra gestión tuvo que partir de muy atrás. Desmontar el negocio de la basura (…). Tuvimos que comprar camiones, maquinaria, bateas, mejorar las condiciones indignas en las que los funcionarios del departamento de aseo trabajaban. Y eso nos ha permitido tener una ciudad más limpia. ¿Eso quiere decir que el problema del aseo está resuelto? No, en ningún caso. Uno de los ejes vinculados a las cuestiones de innovación tendrá que ver precisamente con proponerle a la ciudad un modelo de gestión de los residuos a partir de una mirada distinta, para avanzar en este tema que es central.
¿Cuáles han sido los principales logros de su gestión?
La recuperación del municipio de aquellos que gobernaron durante 30 años: la DC y a la UDI. Eso lo hicimos a partir de una gestión profundamente participativa y transparente, que no oculta los problemas que la municipalidad puede llegar a tener. La gestión de la alcaldía ciudadana es ciudadana porque precisamente es una gestión porosa, sensible, abierta a las propuestas y sueños que tienen los vecinos y vecinas porteñas.
¿En qué se ha expresado la cualidad “ciudadana” de la alcaldía?
En un conjunto de ejercicios participativos, vinculados a una idea de democracia directa que esta ciudad nunca había visto. Por ejemplo, en la aprobación del Plan de Desarrollo Comunal (Pladeco) y en la modificación parcial del Plan Regulador, que permitió proteger a Valparaíso de la construcción de edificios en los cerros. Las obras del Parque Barón surgen de dos procesos plebiscitarios. Nunca se le había preguntado a la gente de Valparaíso qué hacer con el borde costero. Creo que, por eso, un sector muy importante de la ciudad valora la gestión de la alcaldía ciudadana. La gente sabe que esta no es una gestión perfecta, no hay ninguna gestión que lo sea, pero sí la gente valora que sea una gestión de puertas abiertas.
Déficit
¿Ha logrado reducir el déficit en la municipalidad?
Nosotros asumimos con un déficit, según informe de Contraloría, de $ 18 mil millones. Hoy el déficit, según la Dirección de Finanzas municipal, alcanza los $ 7.800 millones. Estamos convencidos de que sin pandemia nos hubiésemos acercado a la cifra de $ 0 déficit. Tuvimos que contratar personal adicional para aseo y operaciones, dado que les pedimos a las y los trabajadores mayores de 60 que se quedaran en casa durante la pandemia.
¿Y la deuda de la Corporación Municipal de Valparaíso (Cormuval)?, ¿por qué ha aumentado?
En el caso de la Cormuval, asumimos con un déficit cercano a los $ 90 mil millones, generado íntegramente en administraciones anteriores, principalmente por el no pago de cotizaciones previsionales (…). Hoy la deuda asciende a $140 mil millones. La deuda histórica ha aumentado de forma sostenida y, solo por multas e intereses por el no pago de cotizaciones, ha crecido desde $ 40 mil millones en 2016 a $ 90 mil millones en 2020. Para enfrentar este escenario firmamos convenios con diferentes instituciones, como el IPS, que nos permite proyectar el pago de la deuda completa al año 2026. Decir que la Cormuval pueda estar saneada financieramente al 2026 es algo que hace cuatro años era imposible plantear.
¿Usted cree que puede ganar las elecciones?
Sí, si no, no me presentaría.
Sus detractores lo responsabilizan por el cierre de locales comerciales y el deterioro de la ciudad, ¿cómo asume esos cuestionamientos?
La pregunta que usted me hace es una pregunta que generalmente se me hace. ¿Por qué está pregunta no se les hace a Virginia Reginato, Felipe Alessandri, Evelyn Matthei, Álvaro Ortiz, Germán Codina, Rodolfo Carter? Estamos hablando de ciudades donde también se produjeron saqueos, quemas de edificios, incluso de metros, donde también existen espacios rayados y donde el comercio también ha cerrado. Y mi respuesta está puesta en que yo fui un alcalde que durante el estallido social apoyó la movilización social (…). Y la responsabilidad por el estado en cómo quedó la ciudad fue completamente del gobierno (…). La seguridad pública en Valparaíso fue un fracaso rotundo durante el estallido social.
Usted responsabiliza al gobierno por la falta de seguridad, ¿pero de quién es la responsabilidad de recuperar la ciudad?
Hay una responsabilidad compartida, porque el nivel de dependencia de las municipalidades a nivel de gobierno es muy grande, sin embargo, nosotros como proyecto tenemos la primera responsabilidad de liderar precisamente dicho proceso. No escabullimos de nuestra responsabilidad. Hoy día, ya sea por acción directa o indirecta de la municipalidad, hay más de $ 45 mil millones comprometidos en inversión pública en el Plan de Valparaíso (…) que producirán empleo y reactivación económica.
Sobre Boric: “Hay liderazgos, pero no hay proyectos”
En el plano nacional, ¿usted votaría por Gabriel Boric como Presidente?
Hoy día hay liderazgos, pero no hay proyectos (…). Hoy día lo indispensable es que los liderazgos presidenciales -y sé que existe la disposición en varios de ellos- puedan hacer su contribución en la agenda de cambio que propone la ciudadanía.
Dice que no hay proyectos, pero sí liderazgos... ¿Qué está representando Boric hoy en ese sentido?
Representa, al igual que Marcelo Díaz, lo que hoy es el Frente Amplio y sus diversas sensibilidades y su proyección hacia el próximo ciclo presidencial.
¿Sigue alejado políticamente de él?, ¿por qué?
Ni cerca, ni lejos, tenemos posiciones políticas distintas dadas por el acuerdo de noviembre, que son parte de un mismo campo político que tiene como desafíos la transformación democrática del país.
En términos presidenciales, ¿se siente más cercano a Boric, Jiles o Jadue?
Tanto Gabriel, Pamela, Daniel y Marcelo tienen mucho que aportar. Vuelvo a lo que decía anteriormente, vamos a definir nuestra opción presidencial en función de los proyectos colectivos que se construyan.
Boric ha sido particularmente claro en alejarse de Pamela Jiles como referente; han mantenido varias disputas públicas. ¿Cómo ve a Jiles, su rol en los tres retiros y sus aspiraciones presidenciales?
Ha jugado un rol muy activo, nadie lo podría negar. Tiene derecho, como otros, a presentar su opción presidencial. Sin embargo, vuelvo a señalarle, lo importante hoy es el proyecto que habrá que construir que viabilice las demandas del pueblo de Chile.
¿Qué debería hacer el FA con ella? ¿Cree que su rol responde a un proyecto o también es solo un liderazgo?
Eso habría que preguntárselo al FA.
¿Cómo proyecta al FA tras las elecciones de mayo?
El mapa político luego de las elecciones de mayo cambiará. Los y las independientes cumplirán un rol clave en lo que viene, ya que en ese mundo se está gestando también una estrategia política de cambio para el país y que los partidos cometerían un gran error de obviar.
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