Juan David Terrazas, ex decano de la Unab sumariado y absuelto por supuesto abuso: "Hasta el día de hoy no tengo trabajo"

"Fue difícil, porque ocurrió en un período de efervescencia en torno al tema. Entonces, frente a la denuncia, la misma ya constituía una sentencia y había poco que hacer frente a eso para defenderse. Había una efervescencia estudiantil y una mirada muy delicada de la sociedad en torno a estos temas". Así analiza hoy el académico Juan David Terrazas lo ocurrido en mayo de 2018, cuando gran parte de las universidades del país estaban movilizadas producto de la llamada "revolución feminista".

En ese momento, cuando Terrazas era decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Andrés Bello (Unab), surgió una denuncia por supuesto acoso sexual y laboral en su contra. La estamparon dos profesores del mismo plantel: uno de Derecho Romano, Francisco Samper, y su esposa, la abogada Sonia Inostroza.

La casa de estudios abrió una investigación interna, cuyo resultado fue que no se logró acreditar la acusación. Terrazas, sin embargo, tras haber sido suspendido, terminó desvinculado de su cargo. Finalmente, llevó su caso a los tribunales de justicia, mediante un recurso de protección.

En un fallo del 13 de noviembre de ese año, la 3ª Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago ordenó a la universidad "publicar en su página web el resultado de la investigación iniciada con ocasión de la denuncia por acoso sexual formulada en contra del señor Terrazas, como asimismo, la causal de término de los servicios prestados por el recurrente a la universidad, con la cual se desvinculó el 8 de junio de 2018".

Ello, estimó la Corte, en razón de que el comunicado que publicó la Unab el 14 de junio de este año, "pudo y puede llevar a vincular el término de los servicios del señor Terrazas con los hechos denunciados, uno de los cuales fue sobre acoso sexual. Y si no se especifica que esa denuncia no prosperó internamente por falta de evidencia, y tampoco cuál fue la causal de término de los servicios del recurrente, ello puede arrojar una sombra sobre su honor o su honra".

En esta entrevista, Terrazas, quien ahora demandó a la Unab y a sus dos denunciantes, repasa todo lo ocurrido.

¿Cómo evalúa el proceso de investigación que desarrolló internamente la universidad?

Lo que yo hice fue colaborar con la investigación. Presenté todos los testigos que acreditaron la falsedad de las acusaciones. Esta investigación se demoró aproximadamente como un mes, durante el cual yo solicité que se me suspendiera del cargo de decano, mientras se resolvía el asunto.

¿Por qué llegó después a instancias legales?

En razón de que me negaron una copia de la resolución y de que posteriormente la universidad sacó un comunicado en el cual entregaba una verdad sesgada, que daba a entender que, a diferencia de lo que había dicho la investigación, yo era responsable de las acusaciones. Si uno lo lee atentamente se da cuenta de que está escrito de tal manera que a lo menos se presta para confusión. Yo presenté un recurso de protección en contra de la universidad ante la Corte de Apelaciones, precisamente alegando de que ese comunicado sesgado me afectaba en cuanto a mi honra y mi honor, y la Corte falló a favor mío, obligando a la universidad a levantar un nuevo comunicado para aclarar la situación.

En ese tiempo, ¿qué esperaba usted de la universidad?

Que, a lo menos, el comunicado fuera lo suficientemente claro como para poder establecer mi total inocencia en esta situación.

Analicemos su actual escenario. En términos laborales, ¿cómo ve el efecto de lo ocurrido?

Hasta el día de hoy, no tengo trabajo. Y no es porque no he buscado, sino que porque es evidente que estos antecedentes, por muy falsos que sean, igual surgen, y tengo que entrar a explicar que puse un recurso de protección, que lo gané, que la resolución me favoreció. Además, porque la conducta posterior de la misma universidad también ha sido en otro sentido. Imagínese que a los denunciantes, cuya falsedad de sus acusaciones fue comprobada, no solo no los desvinculó, sino que además los mantuvo y les subió los honorarios por las clases que prestaban. Yo, en cambio, no he podido reinsertarme en el ámbito académico. Era profesor de la Universidad Católica desde hacía 15 años. Perdí esa cátedra, porque no me la renovaron en razón de lo que ocurría. He postulado a otros trabajos académicos de los que ni siquiera me han llamado, pese a que tengo un currículo bastante bueno. Prácticamente nadie quiere vincularse conmigo.

¿Y desde la óptica personal?

Me ha traído problemas serios desde el punto de vista psicológico. Uno pasa a sentirse mirado desde un punto de vista que nunca lo sospechó, con el temor de ser cuestionado a propósito de cualquier cosa. Eso me ha afectado mucho, hasta en las relaciones personales. No es fácil enfrentar una acusación de esta naturaleza. Usted puede buscar mi nombre en Internet y lo primero que aparece es esto.

¿Cree que se le debió renovar el cargo?

Yo me di cuenta que para mí era absolutamente imposible seguir vinculado a la Universidad Andrés Bello, por la efervescencia estudiantil que había en general con el tema, en particular conmigo. A nadie le importaba realmente cuál era el resultado de la investigación, lo que importaba era que mi cabeza rodara.

¿Qué opina de la reacción que tuvo la comunidad educativa?

La comunidad siempre está dividida. Hubo estudiantes que demostraron un real compromiso con mi persona, al punto que fueron a declarar a mi favor.

¿Pero es verdad que hubo otros alumnos que presentaron más recursos en su contra por supuestas irregularidades?

No. A mí nunca la universidad me notificó de ninguna otra denuncia que no fueran las realizadas por estos dos académicos. Más bien se me ocurre que no se formalizaron nunca o no existieron. Porque, de haber ocurrido, se hubiese iniciado otro sumario, y eso no pasó.

¿Tomó acciones legales en contra de los denunciantes?

Sí, también los demandé, porque obviamente no puedo dejarlos sin sanción.

¿Cómo avanza ese proceso?

Este proceso lo inicié paralelamente con el que empecé en contra de la universidad, por lo tanto, está en su punto de arranque. También es con indemnización por perjuicio, pero la verdad es que al final no es un tema económico y monetario: lo que quiero es más bien la reparación y el reconocimiento del error y de las mentiras.

¿A qué se debe o qué habría motivado, a su juicio, esta acusación en su contra por parte de esos académicos?

No le podría contestar esa pregunta. Creo que la deben contestar los denunciantes.

¿No es lo mismo que una investigación de la universidad descarte las causas a que lo haga la justicia?

Sí, pero además, cuando esa misma investigación que hizo internamente la universidad fue revisada por la Corte de Apelaciones a propósito del recurso de protección, y la corte también señala que no hay un atisbo de credibilidad ni tampoco de  veracidad, significa que ya no es solo la investigación interna, sino el pronunciamiento de un tribunal.

La Tercera PM se contactó con la Universidad Andrés Bello, a través de su departamento de comunicaciones, para conocer su versión de este caso, pero el plantel señaló que por el momento preferían no referirse al tema, ya que aún no han sido notificadas de la demanda en su contra.

En un comunicado de prensa, emitido en noviembre de 2018, la Unab aclaró que la investigación interna respecto del caso del académico Juan David Terrazas, "no pudo probar la existencia de la conducta de acoso sexual por parte del ex decano". Sin embargo, explicó que, con fecha 8 de junio (de 2018) "se puso término a la relación laboral del Sr. Juan David Terrazas con la Universidad Nacional Andrés Bello, por la causal establecida el articulo N°161 inciso 2° del Código del Trabajo, esto es, Desahucio escrito del empleador".