Kusanovic, el “sheriff” del Senado: “Tener armas es un derecho de toda persona honesta”

ALEJANDRO KUSANOVIC
Alejandro Kusanovic, senador de Magallanes.

El parlamentario es coleccionista de armas antiguas, tiene más de diez, y su "joya" es una Winchester 30-30, la misma que se asocia a las películas de vaqueros. Por lo mismo, está en desacuerdo con el anuncio del Presidente Gabriel Boric sobre desarmar a los civiles. El senador por Magallanes, además, mantiene una antigua amistad con Luis Boric Scarpa, el padre del Mandatario, a quien conoce desde niño.


Un abrazo apretado le dio el Presidente Gabriel Boric al senador por Magallanes, Alejandro Kusanovic el pasado 1 de junio, antes de la cuenta pública ante el Congreso.

Ese día, a pesar de sus problemas de movilidad, el legislador independiente RN aguardó pacientemente de pie, afirmado en sus muletas, en las escalinatas de la sede del Poder Legislativo en Valparaíso.

Kusanovic –apodado el “sheriff” de Magallanes por la iconografía que usó en su campaña- era el último de la hilera de parlamentarios asignados a la “comisión de pórtico”, una suerte de formación de honor para darle la bienvenida al Presidente.

El lazo magallánico y los antepasados croatas no eran los únicos factores que explicaban el gesto de fraternidad entre Boric y Kusanovic. A pesar de que el senador votó en la última elección por su “amigo”, José Antonio Kast, también tiene antigua una amistad con el padre del Presidente, Luis Boric Scarpa. Al actual gobernante lo conoce desde niño, pero solo comenzó a interactuar con él cuando inició su carrera como diputado.

He estado algunas veces en su casa. Al papá lo conozco hace bastantes años. Aunque uno se conoce con toda la gente en Punta Arenas. Con el Presidente nos conocemos y a pesar de que tenemos ideas distintas, nos respetamos mutuamente”, comenta.

Durante más de 30 años, Kusanovic fue gerente de una empresa naviera (Transbordadora Austral Broom), cargo que desempeñó hasta mediados de 2021, cuando inició su carrera al Senado.

En todo caso, ya en desde 2013, que el actual legislador venía desarrollando una trayectoria política y gremial, pero siempre como independiente. Fue core de Magallanes en un cupo de RN y llegó a presidir el Consejo Regional, con el apoyo de representantes todos los sectores, incluyendo a la centroizquierda. También fue presidente regional de la CPC. Con el tiempo, el ingeniero civil mecánico se transformó en una figura pública respetada transversalmente.

Precisamente, la política no es lo que más distancia a Boric de Kusanovic. Hay temas en los que coincide con su coterráneo y que inversamente lo alejaron de Kast, a quien le sugirió en la pasada campaña que asumiera un discurso más crítico frente a los grupos económicos.

“No me considero un político tradicional y, por eso, la gente agarra confianza conmigo. Si bien estoy en la bancada RN, soy independiente, soy liberal y me gusta luchar por la justicia y eliminar los abusos, que es lo que ha generado lo que estamos viviendo en Chile. Acá se han coludido partidos, parlamentarios y poderes económicos y han hecho cosas que no se deberían haber hecho. La gente lo siente y hay una clase media que está votando contra la clase política tradicional”, agrega.

Sin embargo, hay un tema en el que está abiertamente en un bando opuesto al Mandatario. En su cuenta pública, Boric anunció un plan para transitar hacia la prohibición total de la tenencia de armas por parte de civiles.

Kusanovic, por su parte, no solo es defensor de la tenencia de armas, participa de una asociación local de caza y es un coleccionista. Tiene más de 10 armas antiguas y su joya es una Winchester 30-30, uno de los primeros fusiles de la historia y que popularmente se le asocia a las películas de vaqueros. De hecho, John Wayne usaba modelos de Winchester en sus filmes más famosos.

En todo caso, el senador aclara que la insignia de sheriff, que popularizó en las pasadas elecciones parlamentarias en su región, “no tiene que ver” con su afición por las armas. “La insignia de sheriff la puse en la campaña con el fin de dar la idea de justicia y poner fin a los abusos. Cuando se contrataba un sheriff en un pueblo (del viejo oeste norteamericano) era porque la gente quería trabajar tranquila y quería que alguien pusiera orden. Ese era el concepto: la justicia”.

¿Y qué le pareció el anuncio del Presidente para avanzar hacia el desarme total?

Tener armas es un derecho de toda persona honesta que cumple las leyes. Soy enemigo de las prohibiciones. Sí hay que tener controles. El uso de armas viene de niño, por la caza, en el campo. Entre los colonos es una costumbre muy arraigada. En el sur la gente las usa para cazar. Los domingos se sale a cazar liebres, conejos, caiquenes. Las armas se usan como deporte, para colección y también para defensa. Tengo algunas armas que he heredado y otras que compré para cazar. Me gustan las armas y su historia. Lo que sí le falta a la ley, es que tiene que exigirse una práctica a quien tiene un arma, porque se piden exámenes. Me habría gustado que se exigiera una cantidad de práctica al año, en un polígono. Esto es como un auto. Muchos le tienen miedo a tomar un auto por primera vez. Pero ese miedo se pierde practicando.

¿Es verdad que usted duerme con un arma en su velador?

En la pieza tengo una caja fuerte que se abre con huella digital. Si uno tiene un arma (para defensa) debe tenerla lista para usar. Por eso, es importante que la gente, que tiene un arma para defensa, tenga práctica para que le pierda el miedo.

¿Y qué tipo de arma tiene para su defensa?

Es un revólver. Una Smith & Wesson

Ah, ¿también clásica?

Sí (ríe). Una S&W 357 Magnum

¿Y sale a cazar?

Antes salía más, pero ahora por el tema de mi columna no he podido salir mucho.

Hace cinco años aproximadamente, el senador por Magallanes comenzó a perder movilidad producto de una operación a la que se sometió de joven. Se le diagnosticó una “neuropatía periférica”. Hoy tiene un 30% de invalidez, camina apoyado en muletas o bien se traslada en una silla de ruedas eléctrica.

La misma silla lo acompaña a todos lados y ya se ha convertido casi en un objeto habitual en los pasillos mientras haya sesión en el Senado. La política de Kusanovic es retirarse al final de las reuniones y escuchar hasta el último de los senadores que intervienen en la sala.

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