La autocrítica de Tohá por #EvasiónMasiva: "El progresismo hoy no tiene respuestas claras para la irritación de la sociedad"
Anoche en el Centro de Estudios Públicos, en un foro sobre la ciudad y los conflictos, Carolina Tohá se refirió a los hechos de evasión que se han producido en los últimos días. "Lo que me preocupa de la evasión, que termine traicionando la calidad del transporte público porque mientras menos personas lo ocupen más caro será", comentó la exalcaldesa de Santiago.
"Sabía que me iba a tocar exponer primera porque Alejandro (Aravena) es lo más parecido a un rockstar, yo soy aquí lo más parecido a una telonera". Así partió su intervención ayer en el Centro de Estudios Públicos (CEP), la ex alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá (PPD), en el marco del foro "Ciudad y conflicto" organizado por el think tank.
Anoche, la ex ministra compartió panel con el arquitecto Alejandro Aravena, ganador del premio Pritzker en el 2016, el principal galardón del mundo en la materia. Los dos expositores abordaron los conflictos que se originan en las ciudades cuando éstas crecen y se expanden y si bien Aravena lo hizo contando su experiencia como arquitecto y la innovación que ha realizado en viviendas sociales, ambos estuvieron de acuerdo en el mismo diagnóstico: hay que tomar los conflictos como una oportunidad.
La gentrificación, los problemas del sistema público que asigna viviendas sociales y la desigualdad urbana, fueron algunos de las problemáticas que surgieron en las exposiciones de Tohá y Aravena. Y el asunto que está encabezando la discusión pública hoy, las evasiones masivas en el metro, no podía estar ausente de la del debate de anoche en el CEP. Por eso, la exministra vocera comentó el tema en su intervención.
"En una formación de izquierda el conflicto es fundamental para el cambio. Y definitivamente en Chile, y en el mundo, estamos acercándonos a una era de conflictos, una era en el sentido más profundo del término, es decir, una en que se ponen en cuestión los arreglos que le daban equilibrio al mundo en que vivíamos", dijo Tohá.
Además, la expresidenta del PPD realizó una autocrítica sobre cómo la izquierda ha abordado los conflictos sociales en el último tiempo.
"Gran parte de la crisis del mundo progresista, de la izquierda tradicional, de la socialdemocracia, se le puede llamar de varias maneras, tiene que ver con su incapacidad de lidiar con los conflictos: de representarlos -hace un buen rato-, de conducirlos -por ningún lado- y a esta altura con una nula capacidad de dialogar con ellos. Y prueba de esto, es cómo se canalizan ciertos conflictos obvios y tan históricos como es el de la tarifa del transporte. Porque la forma que está tomando ese conflicto, sobretodo si se transforma en esos que se arrastran y se vuelve crónico como tenemos varios en nuestra sociedad, termine siendo un factor que menos gente quiera ocupar el transporte público", comentó la exministra.
Al terminar el foro, Tohá profundizó sobre este tema con La Tercera PM.
-¿Qué autocrítica debe hacer la izquierda sobre lo que está ocurriendo?
-Es un problema bien de fondo. Que tiene que ver con que al menos en la política progresista hoy no hay respuestas claras sobre cómo resolver esas cosas que están irritando tanto a la sociedad. Y al no haber recetas establecidas para esa respuesta, hay que estar dispuesto a ir una conversación mucho más horizontal, de búsqueda, de probar, de no quedarse con las fórmulas que ya conocemos y creo que a la política le cuesta mucho eso, juega todavía con la dinámica de ofrecer soluciones y hay que construir soluciones".
-Hoy en el sector se está debatiendo sobre la legitimidad del método de la protesta, ¿comparte la forma?
-Mi recomendación es salir de la discusión de la legitimidad de la protesta e irse a la de hacer una lucha social con herramientas que ayuden al objetivo y no que terminan atornillandole al revés y terminan haciendo más difícil que tengamos un buen transporte público, accesible, con prioridad en la ciudad y que la gente lo vaya prefiriendo en vez del automóvil particular. Eso es lo que me preocupa de la evasión, que termine traicionando la calidad del transporte público porque mientras menos personas lo ocupen más caro será.
-Algunos han defendido la protesta, mientras sea pacífica...
-Ciertamente cuando la protesta es violenta es mucho más problemático. Pero a mí lo que me preocupa es que el resultado de esto sea gente diciendo 'bueno, no se puede confiar en el metro. Compremos un auto'. Y el Estado diciendo 'no se puede invertir más plata en el Metro, entonces hagamos más carreteras'. Eso es lo preocupante porque es un poco más parecido cuando tenemos a los colegios de la educación pública entrando en crisis, es una dinámica similar. Hay muchas maneras de manifestar este malestar sin atentar contra la calidad de ese servicio público que debiéramos proteger, cuidar y promover.
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