La crisis golpea fuerte al turismo: industria proyecta 37 mil cesantes y US$ 938 millones en pérdidas

A una cuadra y media al poniente desde Plaza Baquedano, el Hotel Crowne Plaza parece completamente abandonado. Hace más de un mes que rejas y planchas metálicas coronadas por alambres cortantes bloquean sus accesos tanto para vehículos como para peatones. Sus muros externos han sido rayados y vandalizados una y otra vez, y en su interior no queda ningún pasajero. Sus dueños optaron por cerrarlo por seguridad, mientras la crisis pasa. A pocos metros, por avenida Vicuña Mackenna y la calle Ramón Carnicer, están los hoteles Principado de Asturias, Principado y un apart hotel del mismo nombre, todos propiedad de la familia Torre Villar. Ellos no alcanzaron a tomar resguardos y los tres resultaron saqueados y/o incendiados, al igual que su restaurant La Hacienda Gaucha y su fuente de soda La Terraza.

De las 6.791 empresas que el Ministerio de Economía registró entre el 24 y el 31 de octubre para su primer catastro de negocios afectados por la contingencia -hay un segundo catastro en curso-, un 18% corresponde a la industria turística. Son 434 pequeñas y medianas firmas del rubro que han terminado saqueadas o incendiadas, y que en el marco del programa Levantemos tu Pyme recibirán subsidios de hasta $4 millones, dependiendo del nivel de daño registrado, para ser usados en la compra de activos fijos o en capital de trabajo. Pero el gran problema, señalan dirigentes de la industria, va mucho más allá de los daños materiales.

"El turismo sin seguridad no funciona, y en este momento no estamos dando garantías de seguridad para los turistas, entonces la preocupación es enorme", dice Helen Kouyoumdjian, vicepresidenta ejecutiva de la Federación de Empresas de Turismo de Chile (Fedetur).

Kouyoumdjian explica que, si bien muchas empresas del sector se han visto afectadas por la violencia, el mayor efecto sobre la industria lo ha tenido el daño colateral, "la no venta". Hoteles que operan, pero no reciben pasajeros; restaurantes abiertos sin comensales que atender; agencias de viajes que no venden pasajes; y tour operadores que ofrecen programas, pero nadie o muy pocos que los contraten. Cerca del 50% de las reservas en alojamientos y otros servicios turísticos han sido suspendidas el último mes.

De acuerdo con la información que Fedetur ha levantado a través de un comité de crisis que el gremio conformó al partir el estallido -y que hoy llaman comité de reactivación-, están cerrando noviembre con apenas un 30,6% de ocupación hotelera, situación que en condiciones normales suele promediar un 80%. Y la proyección más optimista señala que diciembre no será mejor, y con suerte similar. Desde la Subsecretaría de Turismo señalan que la proyección para fin de año respecto de la ocupación de los servicios de alojamiento es de 34,4%, cuando en condiciones normales superarían el 67%.

Ya el año no era bueno antes del 18 de octubre. Alejandro Hughes, vicepresidente de la Asociación Gremial Hoteleros de Chile, refrenda los datos y explica que la situación económica en Argentina afectó los resultados del sector a comienzos de 2019. Luego, en invierno, la sequía y la mala calidad de la nieve implicaron una baja considerable en el ingreso de turistas al país, sobre todo brasileros. Todo anticipaba un balance negativo que ahora último no ha hecho más que empeorar. Se suspendieron la APEC, la COP 25 y la final de la Copa Libertadores, todos eventos que podrían haber implicado un salvavidas para el rubro turístico. En Fedetur estiman que el año acabará con una baja de 28% en la llegada de turistas a Chile, lo que implicaría un 25% menos de divisas, equivalente a unos US$ 938 millones.

"Como hay mucha pyme que no tiene la capacidad de mantenerse sin venta por mucho tiempo, empieza a haber un efecto directo en el empleo. Estimamos que se producirá un desempleo del 10% en una industria que el último trimestre móvil fue de 370 mil empleos directos. Estamos hablando de 37 mil personas", asegura Kouyoumdjian.

Lo anterior ya se ha empezado a manifestar. Los efectos de la crisis, dicen en la industria, se extienden a todo el país, aunque es en las regiones Metropolitana, de Valparaíso y del Bío Bío donde más se han hecho notar.

Lo normal es que para esta fecha las vacantes hoteleras para pasar la última semana del año en Valparaíso estén casi copadas. Si fuera como el año anterior, para hoy el 80% de las habitaciones estarían tomadas, pero lo cierto es que este noviembre no es como el de 2018 ni como ningún otro, y las reservas apenas alcanzan el 15%.

"La proyección de reservas que tenemos es dramática. Es la más baja, incluso comparada con la temporada post terremoto de febrero de 2010", dice Marco Brauchy, presidente de la Cámara de Comercio y Turismo de Valparaíso.

*Valparaíso y Viña: Al menos en la Quinta Región aún hay espacio para repuntar. En el gremio existe gran expectativa por la realización de la fiesta de Año Nuevo y el show pirotécnico que, a diferencia de muchos otros municipios, en Valparaíso no se ha suspendido. El evento congrega anualmente entre 750 mil y un millón de turistas nacionales e internacionales en Valparaíso, Viña del Mar y Concón. Y al menos en la Ciudad Jardín no se ha notado todavía mucha diferencia con años anteriores. Según Rodrigo Rozas, presidente de la Cámara de Comercio y Turismo de Viña del Mar "no hemos tenido ninguna comparación negativa, pero tampoco podemos hablar de un crecimiento. Tenemos ya un 28% de reservas para fin de año".

* Iquique: se ha registrado una baja de un 80% en la ocupación hotelera. Para el presidente de la Cámara de Comercio y Turismo de esa ciudad, Rafael Montes, la situación es crítica. "Se necesita con urgencia promover los destinos turísticos. Estamos trabajando en un catastro para establecer cuántas anulaciones de reservas hay para las próximas semanas, pero nos reunimos con las autoridades para pedirles, por ejemplo, que se mantenga el show pirotécnico de Año Nuevo en Iquique, el que atrae a visitantes de otras regiones y países vecinos. Estamos confiados en que se concrete y pueda dar un pequeño respiro a la industria", explicó.

* Pucón: la situación es similar. La presidenta de la Asociación de Servidores Turísticos AG, Jessica Fernández, cuenta que las reservas han bajado un 84% y que "hay muchas empresas complicadas, porque a diferencia de otros lugares, en Pucón son casi todas pymes que ya están pensando en despidos, y algunos ya han tenido que empezar a hacerlo. Estamos en una situación complicada".

El escenario se repite, en mayor o menor medida, en casi todo el país. Desde la Subsecretaría de Turismo señalan que será una temporada estival compleja, ya que se vislumbra una fuerte caída de llegadas de turistas extranjeros. "Nuestras proyecciones hablan de una caída del orden de un 35%. Es por esto que estamos impulsando una campaña para fomentar el turismo nacional", agregan.

Helen Kouyoumdjian explica que en 2018 llegaron a Chile más de 5,7 millones de turistas. Este año, con todos los problemas, se espera que al cierre sean 4,1 millones. Pero ya muchos cancelaron las reservas que tenían para 2020, por lo que estiman que el año que viene la cifra podría ser incluso menor, cercana a los 3 millones de visitantes. Es por ello que desde la Subsecretaría de Turismo lanzaron la semana pasada la campaña Elige Chile, para fomentar los destinos turísticos nacionales y así apoyar a las miles de pymes turísticas que hoy ven amenazadas sus fuentes de ingresos y, en muchos casos, sus proyectos de vida.

Desde Fedetur, en tanto, impulsarán en paralelo la campaña El 2020 me bajo un 20, que busca que las empresas del rubro bajen sus precios un 20%, pensando sobre todo en el turista nacional, aunque no exclusivamente. Para Alejandro Hughes, la apuesta también debe incluir a los turistas de otros países de Sudamérica. "A diferencia de los norteamericanos o europeos que llegan aquí, que suelen tomar sus decisiones con meses de anticipación y muchos ya no van a venir, en los países de la región lo hacen a veces con unas pocas semanas, y creo que ellos sí pueden ser clientes nuestros para este verano", dice.

El dirigente hotelero explica que la infraestructura turística está operando normalmente, por lo que existe la capacidad de recibir a esa gente, y agrega que el alto precio del dólar -hoy abrió en $791- podría favorecer a que el chileno se quede en el país y que para el extranjero Chile sea un destino económicamente atractivo.

Por otro lado, se han aplicado medidas paliativas en orden de darle liquidez y mayor apoyo a las empresas. Kouyoumdjian destaca entre ellas lo que ha sacado Banco Estado con tasas preferenciales para clientes y no clientes, y las extensiones de un mes para el pago del IVA, "aunque eso último lo consideramos muy poco: hemos planteado que ojalá el IVA pudiera pagarse en abril cuando ojalá ya la crisis haya pasado y las empresas hayan podido recuperar algo en la temporada".