Pese a que la definición de La Moneda ha sido mantenerlo lejos del control de daños de la crisis que afecta al oficialismo y a su partido por el lío de platas que se originó a raíz de convenios entre el Minvu y la fundación Democracia Viva, fue el líder de Revolución Democrática, Juan Ignacio Latorre, quien la noche de este martes puso al jefe de asesores del Segundo Piso, Miguel Crispi, en el centro de la polémica.

Luego de que el timonel de RD reconociera ayer que tuvo conocimiento de la información que involucraba el esquema de Democracia Viva en Antofagasta, se le preguntó en tres oportunidades si había informado a autoridades del gobierno antes de que estallara el escándalo que involucra millonarios convenios entre fundaciones y el Minvu. El senador por Valparaíso reiteró que no puso en conocimiento ni al ministro de Vivienda, Carlos Montes, ni a su par de Desarrollo Social, Giorgio Jackson. Pero al ser consultado si había alertado a otras autoridades de La Moneda, Latorre guardó silencio. “No le informé ni al ministro Montes ni a Jackson”, reiteraba sin responder a la pregunta directa de la prensa que lo conminaba a despejar si lo había hecho en el caso de otras autoridades. Cuando se le preguntó directamente por Miguel Crispi, el senador dijo: “No voy a responder eso”.

Sus declaraciones generaron completa indignación en La Moneda y en el comité político, sobre todo, porque con sus dichos -según leyeron en Palacio- provocaba un manto de dudas sobre uno de los asesores de confianza del Mandatario, exponiendo al propio Presidente Gabriel Boric. Sobre esto último, de hecho, secretarios de Estado que integran esa instancia transmiten que no están de acuerdo en cómo la mesa de RD ha abordado la crisis, porque recalcan que al Mandatario es a quien se le puede abrir un flanco.

Desde el oficialismo dicen que La Moneda habría transmitido su malestar a Latorre y que le pidieron que rectificara sus dichos, lo que -tres horas después del punto de prensa que dio en el Congreso- hizo mediante una escueta comunicación enviada por sus equipos a algunos medios.

“Hoy manifesté que la información parcial que recibí no había sido enviada ni al ministro Montes ni al ministro Jackson. Frente a las dudas que surgieron, quiero aclarar que ni ministros, ni miembros del Segundo Piso, ni ninguna autoridad de gobierno recibió aquella información parcial que se nos dio en aquella reunión”, señaló el senador.

La aclaración, en todo caso, está lejos de despejar si efectivamente de lo que conoció en la reunión -que sostuvo el pasado 6 de junio con el exseremi Carlos Contreras y Daniel Andrade, la expareja de la diputada Catalina Pérez, ambos expulsados del partido y hoy investigados por presuntos delitos de corrupción- fue algo que alertó o no a personeros de La Moneda.

En el gobierno aún no aclaran públicamente cuándo se enteró el equipo más estrecho del Presidente de esta situación y tampoco si es que se le informó directamente. Hasta ahora, lo que se daba por asumido en el oficialismo y lo que se transmite en el Ejecutivo es que el Mandatario se enteró ante las alertas de Carlos Montes el 16 de junio, cuando se comienza a evaluar la salida de Contreras por un eventual conflicto de interés.

Consultada la ministra Camila Vallejo esta mañana en CNN Chile, tampoco descartó que el militante RD no haya sido informado previamente. “No, como le digo, nosotros en La Moneda apenas supimos de esta eventual irregularidad, a partir de la toma de conocimiento del Ministerio de Vivienda, convenimos en conjunto iniciar los actos que correspondían”, dijo. Y al ser consultada específicamente por Crispi, señaló: “Es que como le digo, más allá de hablar de una persona (...) pueden mañana preguntarme por otra u otro. Lo que le digo es que nadie en La Moneda... O sea, una vez que La Moneda tomó conocimiento de esto actuó con diligencia y eso implica a todos”.

En el gobierno la gestión de Latorre frente a la crisis sigue generando cuestionamientos. Para La Moneda y también para los partidos del Socialismo Democrático su manejo ha sido errático y el episodio de ayer solo confirma esos reparos.

De hecho, en el círculo de confianza que comparte Crispi junto a otros fundadores de RD ha transmitido su malestar por el desempeño de Latorre y también por la crisis que vive el partido. De esas conversaciones ha salido la idea de que el exsubsecretario de Salud Pública Cristóbal Cuadrado asuma un liderazgo en medio del escándalo.

En el oficialismo hay críticas sobre el rol de Crispi en todo el proceso. En primer lugar, porque antes de que el Presidente asumiera, el exdiputado fue el encargado de los nombramientos de los seremis -uno de los principales focos de conflicto hoy- y de las negociaciones con los parlamentarios.

También se ha puesto en entredicho la gestión del exdiputado mientras estuvo a cargo de la Subdere, ya que era el encargado del traspaso de los recursos a las regiones y aquello levanta sospechas en algunos sectores del oficialismo, quienes deslizan que, por esa razón, podría haber estado al tanto de los cuestionados convenios.

Además, los partidos han criticado que La Moneda no tenga comunicación directa con sus directivas. En una reunión que sostuvieron este martes en el Partido Socialista, los secretarios generales oficialistas plantearon que era urgente crear una instancia de diálogo para mejorar la articulación.

En el gobierno la intención había sido que el rol de articulación y de definir la estrategia política ante la crisis estuviera en manos del comité político, porque si Crispi lideraba ese proceso se le iba a vincular inmediatamente por su militancia y era acercar la crisis al Mandatario.

De todas formas, en los partidos del Socialismo Democrático igual existen sospechas de la información que manejaban las autoridades de Revolución Democrática. Apenas estalló el conflicto, la senadora Paulina Vodanovic, presidenta del PS, les pidió ser transparentes con la información para tomar decisiones con todos los elementos a la vista, pero luego de que La Tercera PM publicara que Latorre estaba al tanto del caso 10 días antes, las desconfianzas entre coaliciones se profundizaron y Crispi es uno de los afectados de aquello.

Por todo esto, en La Moneda han tenido que hacer un control de daños sobre los posibles nexos de Crispi con el caso convenios al ser militante del partido y tener un rol importante en el Ejecutivo. Uno de esos flancos es que su esposa, Olivia Contreras, era la jefa territorial del comando del Apruebo, el que recibió recursos a través de la fundación. Esta información fue dada a conocer a través de una carta que envió al Consejo para la Transparencia Felipe Heusser, coordinador de la campaña y cercano al jefe de asesores.