La otra pandemia: Cuarentenas disparan los casos de violencia doméstica en el mundo
Los gobiernos han tomado medidas como establecer sistemas de alerta dentro de las farmacias, e incluso pagar piezas en hoteles a las mujeres afectadas.
Desde mediados de marzo, la línea directa de violencia doméstica de EE.UU. (NDVH), que habitualmente recibe más de 2.000 llamadas por día, suma 951 registros de personas que citan al Covid-19 como razón de su abuso. Y el fenómeno no se limita a ese país. Según Forbes, se ha observado un “aumento alarmante” en reportes de este tipo en países donde la población está sometida a cuarentenas por la pandemia.
De hecho, la ONU advirtió la semana pasada que la violencia doméstica había aumentado en un 20% a causa del confinamiento, sumando al menos a 15 millones de víctimas.
Pero este patrón no es nuevo. Expertos han estudiado que el abuso doméstico tiende a dispararse luego de desastres naturales, recesiones e incluso grandes eventos deportivos. “Estamos escuchando de las víctimas cómo el Covid-19 ya está siendo utilizado por sus parejas para controlar y abusar más, cómo ya está afectando su capacidad de acceder a apoyo y servicios como refugios, asesoramiento”, dijo a The Guardian Crystal Justice, directora de marketing y desarrollo de NDVH.
En China, donde se originó el Covid-19, algunas organizaciones que trabajan con mujeres que son víctimas de violencia por parte de sus parejas reportaron un gran salto en el número de casos, que muchos atribuyeron a la estricta cuarentena ordenada por las autoridades.
Under The Blue Sky, una agrupación con sede en la provincia china de Hubei -donde empezó a propagarse el virus en diciembre- recibió un total de 175 denuncias de violencia doméstica en febrero de este año, frente a las 47 que había recibido ese mismo mes en 2019.
Los expertos advierten que la cuarentena obligatoria no solo aumenta el nivel de ansiedad y tensión en los hogares, sino que además dificulta que las víctimas puedan buscar ayuda de amigos o un lugar donde quedarse temporalmente.
Francia -donde cada tres días muere una mujer a manos de su pareja- tiene una de las tasas de violencia doméstica más altas de toda Europa. Una semana después de haber aplicado la cuarentena, las denuncias a lo largo del país habían aumentado en un 32%. Solo en París, los reportes de abusos se incrementaron en más de un 36%.
El gobierno francés anunció que implementaría nuevas medidas para ayudar a las víctimas, incluidas un sistema de alerta dentro de las farmacias para que las mujeres puedan ir a denunciar disimuladamente. Además, se desarrollará un sistema de códigos en caso de que vayan acompañadas por sus parejas y quieran pedir ayuda.
Asimismo, la ministra de Igualdad de Género, Marlène Schiappa, informó que se abrirían 20 centros dentro de tiendas en todo el país para que las mujeres pudieran alertar sobre los abusos al salir a comprar. Además, el gobierno entregó un millón de dólares a organizaciones que ayudan a víctimas de violencia de género, y subsidiarán 20.000 noches de alojamiento en hoteles a mujeres afectadas.
Estas medidas se basan en acciones similares tomadas en España, donde las víctimas pueden ir a la farmacia y pedir una “mascarilla 19”, un código que alerta al farmacéutico para que contacte a las autoridades correspondientes. El gobierno señaló además que las mujeres no serán multadas si salen de sus casas para denunciar estos abusos. Según medios locales, la cuarentena en ese país hizo que disminuyeran todos los delitos, excepto los de este tipo.
Alemania no se queda atrás. La última semana de marzo, las denuncias de violencia doméstica en Berlín aumentaron en un 10%, mientras que las llamadas telefónicas por ayuda en un 20%. En Reino Unido, la organización Refuge reportó un alza de 120% en las llamadas a su línea de ayuda, 24 horas después de haber lanzado una nueva campaña publicitaria.
En Latinoamérica, un centro estatal de Brasil ha registrado un aumento de entre 40% y 50% de casos de abuso doméstico atribuidos al confinamiento por el coronavirus, mientras que el resto de los países de la región se ha preparado reforzando sus líneas de ayuda y creando planes de contingencia específicos.
Algunos expertos han entregado recomendaciones a las víctimas que no pueden salir de sus casas, como mantenerse lejos de habitaciones que tengan solo una entrada o salida, evitar el baño y la cocina debido a la cantidad de implementos que pueden ser usados como armas y pedir a vecinos de confianza que llamen a la policía si escuchan algo, entre otras medidas.