La otra pesadilla que afecta a Enap
Mujer perdió a su hijo de 36 semanas mientras evacuaban hospital en Concepción por fuerte olor a gas. Padres presentaron querella.
La jornada del viernes 4 de agosto de 2018 no será olvidada por Fernando Gómez y Jenny Jofré. Con 16 años de convivencia –paramédico y psicopedagoga– viven en Antuco y hace una semana presentaron una querella criminal por cuasidelito de negligencia médica tras el fatídico día en que murió Manuel Fernando Gómez Jofré, nonato que pereció en el vientre materno producto de "hechos culposos, en que habrían incurrido funcionarios de la Clínica Bío Bío de Concepción", que se ubica en la comuna de Talcahuano.
Según la querella de los afectados, en la muerte del nonato no solo estuvo la supuesta negligencia médica de la clínica, sino que, como telón de fondo, mencionan a la Empresa Nacional del Petróleo. Ello, luego que en dicha jornada se produjo una masiva evacuación de la clínica, por una eventual fuga de gas.
Ese día, cerca de las 22 horas, la mujer -quien tenía un embarazo delicado por presentar colestasia- fue trasladada en una ambulancia desde el Hospital de Los Ángeles hacia la Clínica Bio Bio en Concepción. En ese momento, dice el relato, con 36 semanas de embarazo, los médicos que le atienden le aseguran que está todo bien, pero deciden esperar para realizar la posterior cesárea.
Al día siguiente,"cerca de las 17,00 horas les dicen que debían evacuar la sala por una emergencia por emanación de gas, nada más. Ante ello y teniendo en cuenta lo peligroso que puede resultar una alerta como esa, la Sra. Jofré debió bajar desde el sexto piso de la clínica por las escaleras, acompañada solo por el Sr. Gómez y sus dos pequeños hijos, sin previa supervisión de matrona, ni otro profesional, ya que en la confusión el personal se despreocupó de las mamás embarazadas; era todo gritos, una desesperación y caos total", sostuvo en su querella Rafael Poblete, abogado que los representa.
"Estaba muy nerviosa y atendido su estado de avanzada gravidez junto a su marido e hijos, demoró cerca de 20 minutos en llegar al estacionamiento de la clínica y allí estuvieron a la intemperie, en una tarde de invierno en la que hacía mucho frío, pero ningún momento fue controlada", detalló la querella.
Unas horas después, dice el relato, la matrona jefe decide trasladar a la mujer a un piso donde hay un equipo más avanzado. Pasan varios minutos, hasta que le realizan una ecografía y le señalan que su guagua estaba muerta.
Cuenta la querella que luego vino el traslado a pabellón, para practicarle la césarea para sacar al hijo fallecido. Según sostiene, ahí le señalan que la causa "más probable" de muerte del hijo nonato fue su cordón umbilical, que "tal vez" estuviese enrollado en su cuello. Sin embargo, su pareja fue testigo que al sacar a la criatura el personal que participaba en el procedimiento constató que venía con el cordón normal. "Era una criatura completamente normal y sana: pesaba 3,200 y medía 50 centímetros, vale decir, era una criatura vital", consignó la acción penal.
"Ambos vivieron una situación traumática y desgarradora, ya que luego les pasaron el cuerpo del nonato. El señor Gómez lo tomó entre sus brazos y se lo acercó a la señora Jofré y pasados unos minutos la llevaron a la sala de recuperación, momento en que hicieron ingreso sus otros dos pequeños hijos, los que cargaron su hermanito fallecido entre sus brazos", sostuvo la querella.
Pero "la pesadilla no terminó allí, ya que de la clínica trasladaron a la Sra. Jofré a la sala donde se encontraba anteriormente y pasó una noche eterna, ya que en las habitaciones cercanas estaban las mamás que habían dado a luz, junto a sus bebés que obviamente lloraban repetidamente, pidiendo entonces a una matrona cambiarla de sala, ya que por su salud mental no era bueno que escuchara los llantos de los otros bebes, pero se les dijo que no se podía".
El olor
Cuenta el padre del niño muerto que "puede ser que por el tema de la fuga haya ocurrido esto. Pero la verdad es que desconozco quién realmente es responsable. Ese día el olor era fuerte. Era un olor fuerte a ácido sulfhídrico. Fallaron todos los protocolos de la clínica, no sabían nada. No sabían quién bajaba primero. Estaba lloviendo y le dije a mi mujer que bajemos. No vaya a hacer cosa que esa cosa explote y nosotros estemos aquí", sostuvo en conversación con La Tercera PM, Fernando Gómez.
Según acusa la querella, ese día de agosto Enap "trasvasijó petróleo durante el episodio de la emergencia por supuesto olor a gas, ya que ese día efectuaba un trasvasije de petróleo en la bahía de Concepción y que, según averiguaciones de ese medio -citando a radio biobio- a fines de julio llegó a la zona el barco de bandera portuguesa Monte Toledo con 160.000 metros cúbicos de crudo proveniente de Irán y que debía recibir Enap, tratándose de un crudo del tipo Iranian Heavy, alto en concentraciones de azufre (el máximo permitido es de 100 partes por millón, teniendo este concentraciones de ácido sulfhídrico de hasta 10 veces por sobre ese nivel: de 1.000 partes por millón)".
Consultada Enap por La Tercera PM, respondió que lamenta la situación que sufrió la familia que presentó la acción judicial. Sin referirse al detalle de la querella presentada por negligencia médica, "podemos comentar respecto de la operación de alije que Enap se encontraba realizando el día 4 de agosto, que ésta maniobra se informó y efectuó bajo la supervisión de la autoridad marítima, y que todas las operaciones se efectuaron sin emisiones al medio ambiente utilizando circuitos cerrados y herméticos, y donde se contó con un permanente monitoreo ambiental en línea".
Y agregó que "el Capitán de Puerto de Talcahuano, la gobernación provincial y el jefe del departamento de acción sanitaria de la seremi de salud descartaron cualquier vinculación de Enap con la emergencia en Concepción a propósito de un fuerte olor a gas que obligó a evacuar la clínica y el mal".
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