La rearticulación del piñerismo y cómo miran el gobierno de Boric

—(Izkia) Siches está anunciando estado de excepción en La Araucanía.

Ese fue el comentario que hizo un exasesor del gobierno del expresidente Sebastián Piñera, en un íntimo encuentro que realizaron el lunes en la noche varios excolaboradores de esa administración, instancia en la cual también participaron exministros.

La alerta que dio el exfuncionario, sobre la decisión del gobierno de recurrir a las Fuerzas Armadas en las regiones de La Araucanía y el Biobío, fue una acotación que se hizo casi al final de la cita, la cual se desarrolló en la casa de la exasesora de la Presidencia, Pía Margarit.

Si bien en la oportunidad no se logró desarrollar la decisión del Presidente Gabriel Boric, el episodio da cuenta del seguimiento que hace la exadministración de Piñera respecto del actual gobierno. “Otra cosa es con guitarra”, es una declaración habitual entre exministros y exsubsecretarios para referirse al complejo inicio del gobierno de Boric, el que ha debido enfrentar varios cuestionamientos por su manejo en seguridad. “Tomamos palco”, repiten algunos entre risas.

Esto principalmente porque, en la antigua administración, todavía resienten que el actual oficialismo haya sido muy duro contra Piñera cuando les tocó ser oposición.

Más allá del monitoreo constante a la administración de Boric, entre las exautoridades hay otro tema que les preocupa: Cómo aprovechar el capital político de los que participaron en el gobierno de Piñera, una materia que abordaron en profundidad en la cita del lunes.

Ahí, se hicieron presentes el exvocero de gobierno, Jaime Bellolio (UDI); el extitular de Interior, Gonzalo Blumel (Evópoli); el exencargado de Bienes Nacionales, Julio Isamit (UDI); el exsubsecretario de Hacienda, Alejandro Weber (UDI), entre otros funcionarios como el exjefe de división de la Segpres, Raimundo Monge y algunos integrantes del segundo piso de La Moneda, como Pablo Eguiguren e Ignacio Parot. En total fueron cerca de 50 personas, principalmente jóvenes.

El encuentro no es casual. Se da en momentos en que el denominado piñerismo se está rearticulando con reuniones que, en ocasiones, involucran al propio exmandatario, quien ha recibido la visita de sus exsecretarios de Estado en sus oficinas de Apoquindo 3000. La cena del lunes, de hecho, organizada por los exfuncionarios de la Segpres y Presidencia, tenía justamente un fin de rearticulación.

“Se habló mucho de la importancia de seguir ligados a lo público”, dice uno de los presentes en la reunión. Esto porque agregan que, justamente, eso ha sido uno de los problemas de los gobiernos de Sebastián Piñera. En su primera administración, la derecha vio cómo varios de sus referentes -como el exministro del Interior Rodrigo Hinzpeter- después de dejar sus cargos en el Estado, se volcaron a lo privado. “Se desaprovecharon liderazgos políticos”, aseguran.

En esta ocasión, si bien varios exministros se volcaron también al mundo privado, varios apuestan con continuar ligados a lo político, por ejemplo, Bellolio y el extitular del Interior Rodrigo Delgado (UDI), quienes colaborarán con la formación de nuevos liderazgos.

En la cena del lunes se habló de que los referentes de la derecha puedan liderar los procesos que siguen hacia adelante. Esto en el sentido de que se vienen hitos importantes como el plebiscito de salida, fijado para el 4 de septiembre, en que la derecha se volcará por el Rechazo. Asimismo, tienen que definir un “plan B”, en caso de que gane el Rechazo, que sirva como alternativa para reformar la actual Constitución.

Sobre el proceso constituyente, los asistentes abordaron la preocupación respecto de los contenidos que fueron aprobados y la necesidad de que se defiendan las ideas de la derecha, como la libertad y el estado de derecho en las discusiones venideras.

Si bien en la reunión no se habló de ninguna plataforma en particular, se dijo que se podría aportar desde los distintos movimientos que se van formando. Todos compartieron un diagnóstico de que existe preocupación en torno al devenir nacional con la Convención Constituyente y el gobierno de Gabriel Boric.

En la cita, los tres exministros tuvieron la oportunidad de exponer frente a los jóvenes y manifestaron la necesidad de que la derecha no solo tenga la mayoría electoral, sino que también pueda tener una “mayoría cultural y política”. Cada uno habló desde su experiencia.

Blumel comentó su rol en el Ministerio del Interior, Bellolio sobre la discusión de la búsqueda de una identidad nacional, mientras Isamit de habló de la formación de jóvenes en el Instituto Res Publica. Weber, por su parte, relevó la idea de que el paso por el gobierno no sea un tránsito.

“Hay una idea de aprovechar la experiencia de haber trabajado en el gobierno y seguir en política”, dice otro de los presentes.

Es en medio de todos estos encuentros que el propio Piñera ha hecho lo suyo por seguir ligado a la política. Desde Apoquindo 3000, ha monitoreado también el gobierno e incluso ha ido más allá pidiendo informes monetarios sobre los costos de la Convención. Desde su centro de operaciones -que cambiará por otro en Vitacura- trabaja junto a algunos de sus excolaboradores, como su antigua jefa de prensa, Carla Munizaga.

El resto de su rearticulación vendrá con nuevos movimientos en sus fundaciones: Pretende crear tres, de las cuales espera surjan ideas de nuevas políticas públicas.