La reconversión de Paula Walker: hoy es consultora sobre paridad de género a empresas
Fue fiel escudera de la Presidenta Bachelet en su primer período. Luego estuvo en ONU Mujeres. Ahora es una de las tres socias de una consultora que asesora a empresas a insertar -a veces no es fácil- el chip de la paridad de género.
Tal vez la recuerde como la fiel escudera de Michelle Bachelet en su primer gobierno. O tal vez la recuerde como funcionaria en ONU Mujeres. Pues bien, ahora ha de recordarla como una de las tres socias de Origen Consultores, una de las empresas que está colonizando el nuevo rubro de asesorar a empresas en adaptarse a "implementar desde diagnósticos con perspectiva de género, talleres, sensibilización en el tema y claves estratégicas de equidad de género", como lo describe ella.
Trabaja junto a Soledad Larraín, "sicóloga experta en violencia" y Alejandra Vásquez, "ingeniera experta en procesos". Asesoran a empresas, asociaciones gremiales, universidades y centros de formación".
Como mercado nuevo, "hay una demanda incipiente", cuenta. Pero, "sobre todo hay un camino por andar que requiere miradas y disciplinas diversas". ¿Cómo? En simple, dice, para que el mundo privado se actualice y adapte a estos tiempos, "no es solo tener paridad de mujeres", que es lo primero que se piensa, sino tener "una mirada estratégica".
Eso implica un grado de dificultad mayor, explica, porque no se trata de equilibrar la planilla de personal, sino que "tiene que haber un convencimiento de líderes, gerentes; es un tema cultural, de liderazgo al más alto nivel, y no tiene que ver solo con mujeres, sino con diversidad en equipos".
-Una amiga que trabajaba en un estudio de abogados me decía que eso era impracticable si es que con suerte había una mujer. ¿Eso pasa?
-Obvio. Pasa que hay clientes que les cuesta mucho entender que en los espacios de poder, los equipos diversos tienen nuevas respuestas a problemas antiguos. Les cuesta mucho entender que quienes usan sus servicios o usan sus productos son mayoritariamente mujeres. Pero ellos no le hablan a los mujeres.
-Sigue ocurriendo que hay reacciones espontáneas del tipo "¿De qué me están hablando?"
-Sí. O "¡Pero si hay montón de secretarias! ¿Para qué quieren integrar más mujeres?" Les explicamos que su empresa, su organización, su universidad, va a ganar valor si es que integran no solo más mujeres, sino paridad.
-¿"Valor" lo decodifican como "plata", o no? En más de algún caso pasará que digan que con eso van a gastar más en pre y posnatales.
-Tal cual. Entonces les decimos que no tiene que ver con crear más riqueza, sino valor. Eso les hace sentido.
Las filiales de firmas extranjeras "han entendido este desafío antes que el resto"
Walker es reservada respecto a detalles estratégicos de su trabajo, como las tarifas que cobran o quiénes son sus clientes. Sí explica que hay una notoria diferencia en la actitud o mentalidad con que encaran esto las empresas. Si son filiales de una firma extranjera, como una minera, pues bueno, ya saben -en algo al menos- a qué atenerse; "han entendido este desafío antes que el resto".
A las que les cuesta más entender la mirada global de este fenómeno es a las firmas nacionales.
Parte del proceso de adaptación de las empresas chilenas ante este nuevo escenario pasa por percepciones distintas. Hay algunos casos "en que lo ven como una moda", relata Walker. Ella y sus socias tienen sus recetas, como explicarles que la demanda de paridad de género no es moda ni algo que en algún momento "se a va pasar", sino que "es una tendencia global".
La cuestión es que las firmas están buscando estas asesorías, hay demanda. Algunas llegan por referencias, otras porque están enfrentando problemas, o se encuentran con que no saben exactamente cómo construir un marco que apunte a tener protocolos y criterios internos.
El negocio, para firmas como la de Walker, Larraín y Vásquez, pasa por ofrecer "cómo generar equidad de género dentro de las empresas, la sensibilización y los modelos de gestión".
En simple, cobran por hacerles "diagnósticos y planes de igualdad de género, además de talleres". Ahí entran temas como masculinidad, conciliación de vida laboral y familiar, o sobre cómo trabajar "con equipos diversos", y no sólo referidos a género, sino también a migrantes y LGTB. "No es solo sobre mujeres", insiste.
Walker no niega que "hay sesgos machistas inconscientes" que han ido asomando en este nuevo trabajo que implica su reconversión. Pero que, por lo mismo, "nuestro desafío es explicarles el valor de tener mujeres en espacios de tomas de decisión. Nosotras tres, por nuestra experiencia, hemos pasado por eso".
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