La UDI en el gobierno y el Congreso, dividida ante la interna Macaya v/s Pérez de mañana

macaya perez

Mañana en la tarde se sabrá si Javier Macaya o Victor Pérez será el próximo jefe máximo de la UDI del 2022 al 2024. El primero perdió el 2018 y el segundo se bajó el 2014. Los seis ministros, partiendo por el de Interior, se han mantenido mudos, aunque los trascendidos dicen que la mayoría se inclina por el diputado. De los cinco subsecretarios, tres están con cada el diputado y dos con el exministro. De los nueve senadores, dos están con Macaya, seis con Pérez y uno sigue considerándose sin favorito. Entre los diputados, 20 están con la lista disidente y cuatro con la de continuidad.


En los dos bandos se dan por ganadores, con pronósticos de porcentajes cruzados, pero también dudosos sobre cuántas y cuántos militantes de sus 45 mil irán a votar presencial mañana, ahora que la Región Metropolitana y otras están en Fase 2. Si en la interna del 2018 participaron cerca de 15 mil almas y hasta hace algunas semanas en la directiva tenían esperanzas de llegar al umbral de las 10 mil, ahora las estimaciones se relocalizaron en el rango de 7 a 8 mil.

En la lista del exministro Víctor Pérez -de continuidad a la hasta ahora encabezada por la senadora Jacqueline van Rysselberghe- expresan que ganarán, pero mientras unos hablan de un 65% vs. 35%, otros de un 55/45. En la del diputado Javier Macaya -quien intenta por segunda vez dirigir al gremialismo- esperan triunfar ellos, por un margen de 52/48. Si la nómina perdedora alcanza un 35%, tendrá derecho a una vicepresidencia en la nueva mesa, lo que dada la interna en un partido que hace varios años dejó de ser disciplinado, podría prolongar la lógica de conflictos entre el mando y la disidencia. Todo se sabrá después de las 18 horas, cuando concluya el proceso que se iniciará a las 9 en 200 locales de votación.

Los contendores quemaron todos sus cartuchos haciendo giras por el país y exprimiendo sus redes sociales a punta de videos de apoyo para mostrar quién tiene más fuerza. Los precandidatos presidenciales Joaquín Lavín y Evelyn Matthei no se matricularon con ninguno, pero hicieron fotos con ambos. A horas de que se inicie una nueva elección interna a dos bandas que decidirá quién controlará a la UDI del 2022 al 2024, el mapeo de La Tercera PM indica que entre ministros, subsecretarios, senadores y diputados, las preferencias están divididas.

Hay algunos “suizos” que han porfiado en mantenerse neutrales de hecho y tampoco declarar apoyos; en otros casos tienen claro su voto pero no han hecho campaña, y los más -sobre todo en el Parlamento- están abanderizados con uno u otro. Entre los ministros hay algo más parecido a una nebulosa y ninguno ha respaldado públicamente a nadie. En el Ejecutivo explican que han querido ser cautelosos y evitar que los ánimos se crispen más de la cuenta.

Hay seis UDI en el gabinete: Rodrigo Delgado (Interior), Jaime Bellolio (Segegob), Lucas Palacios (Economía), Mónica Zalaquett (Mujer), Hernán Larraín (Justicia) y Felipe Ward (Vivienda). Pese a su silencio, hasta donde se sabe por su gente y por el gobierno es que la mayoría estaría inclinado por la candidatura de Macaya.

Bellolio, Zalaquett, Palacios y Larraín votarán por Macaya -según estas consultas- ya sea porque tienen lazos de amistad o porque creen que se debe apostar por la renovación de la colectividad. Bellolio, de hecho, es del lote del diputado y él encabezó la lista de la disidencia que le compitió a Van Rysselberghe en el 2016.

En el caso de Delgado y Ward, el escenario es más difuso. Mientras el primero apoyó en los comicios pasados a Van Rysselberghe, Ward estuvo -luego de deponer en ese periodo su propia candidatura para presidir la UDI- respaldando a Bellolio.

Para esta vuelta, las apuestas en el gobierno y en la UDI es que el jefe de Vivienda respaldará a Macaya. De Delgado cuentan que otros ministros le han preguntado por quién votará y él ha preferido guardar silencio. En la directiva saliente relatan que no le han pedido nada y que han buscado expresamente dejarlo al margen de esto.

Sobre Larraín no se olvida que su esposa, la ex ministra Magdalena Matte, apoyó con todo a Macaya en la interna del 2018 y que ella y la saliente presidenta Jacqueline van Rysselberghe sencillamente no se llevan. El ministro y la senadora tampoco tienen las mejores-mejores relaciones.

Subsecretarios UDI hay cinco: Carol Bown (Niñez), Alejandro Weber (Hacienda), Julio Pertuzé (Economía), Álvaro Pillado (Bienes Nacionales) y Cristóbal Leturia (Obras Públicas). Los tres primeros están con Macaya, mientras que los últimos con Pérez. Weber -que entró hace poco en reemplazo de Francisco Moreno-, no podrá votar porque entró a militar recién. Respalda a Macaya porque son amigos desde hace varios años y ayer estuvieron en una actividad en el Memorial a Jaime Guzmán en Santiago. Pillado y Leturia son cercanos a Pérez; Bown prefiere que haya renovación gremialista.

Mayoría de diputados con Macaya y senadores con Pérez

El mapeo de La Tercera PM indica que de los nueve senadores y senadoras del partido, dos están con Macaya, seis con Pérez, y uno se mantiene en una neutralidad bastante singular. De los 26 diputados (3 renunciaron a raíz del conflicto por el primer retiro anticipado del 10% de pensiones), 20 están con Macaya, cuatro con Pérez, uno se mantiene “suizo” y un último caso no ha podido ser aclarado.

Es más o menos lo que se venía diciendo: que los diputados se inclinan por la disidencia y que los senadores por la lista de continuidad. Lo de estos últimos se explica porque el candidato era uno de ellos y porque ahí están sus aliados más cercanos JVR y Claudio Alvarado, que además integran su lista.

También lo apoyan con distintos matices José Durana, Alejandro García-Huidobro, Luz Ebensperger y Ena von Baer. El primero hasta le grabó videos, pero la exintendenta por Tarapacá solo tiene claro que votará por Pérez: no ha hecho campaña ni por él ni por Macaya y le ha prestado su oficina a ambos cuando han ido a su zona. Lo hace, dicen, por un pacto con el diputado UDI de esa misma zona Renzo Trisotti, que está con la lista del diputado por la VI.

De Von Baer, que años antes era identificada con el grupo más allegado a Macaya y Ernesto Silva, dicen en el colectivo que está cuadrada con Pérez y que ha hecho buenas migas con JVR en el Senado.

Macaya cuenta en esa bancada con el respaldo declarado de David Sandoval (pese a que él fue disidente a Ernesto Silva en su día) e Iván Moreira, quien no iba a hacer otra cosa después de culpar a JVR de que “destruyó a la UDI”, luego que la mesa quiso castigar a su hermano Cristián, diputado, por apoyar el 10%.

El que sigue sin inclinarse por ninguno es el senador Juan Antonio Coloma... aunque su hijo, el diputado homónimo, está cuadradísimo con la disidencia.

El resto no tiene mucho misterio. Macaya es mucho más fuerte entre los diputados porque ahí está el núcleo de la disidencia: María José Hoffmann, Jorge Alessandri, Coloma, Patricio Melero, Guillermo Ramírez. También su amigo personal Sergio Gahona, que quería mantenerse al margen hasta que él le pidió ir en su lista. Además tiene en su bando a viejos rivales de JVR, como los diputados por el Biobío Iván Norambuena y Sergi Bobadilla. En total, se calcula que 20 están con él.

Pérez tiene en esa bancada al veterano Ramón Barros -candidato a secretario general- de quien se dice tendría amagada la fuerza de Macaya en su propia región. También a Celso Morales, Juan Fuenzalida y Enrique van Rysselberghe. ¿Suizos? Joaquín Lavín León le dijo a ambos que no se matricularía con ninguno, aunque Issa Kort estaría con Macaya, otros dicen que no votaría. De otro veterano, Javier Hernández, no se tienen luces de con quién está.

El 2016, Van Rysselberghe venció a Bellolio por 62,4% v/s 37,6%. El 2018, derrotó a Macaya por 52% v/s 48%.

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