“No tenemos pruebas, pero tampoco dudas”. Así resumía el miércoles un cercano a la excandidata presidencial del Partido Socialista, Paula Narváez, el trasfondo de la decisión del comando de Gabriel Boric, el que a última hora les comunicó que nuevamente pospondrían la actividad en la que la exministra oficializaría su respaldo al frenteamplista.

En el círculo de la exvocera de Michelle Bachelet había suspicacia sobre las razones de esa determinación. Las mismas fuentes aseguraban que además del problema de agenda, que les advirtieron desde el equipo del abanderado, había pesado la incomodidad que el gesto que preparaban hace semanas despertó en las filas de su propia colectividad, el Partido Socialista y el resto del Nuevo Pacto Social.

En la tienda liderada por Álvaro Elizalde las relaciones con la exministra se tensionaron desde que ella irrumpió como carta presidencial en diciembre de 2020, justamente una semana después de que parlamentarios de la colectividad lo propusieran a él para liderar la carrera por La Moneda.

Esas fricciones tuvieron sus momentos más álgidos en la recta final de la campaña, cuando la socialista insistió en la realización de una consulta ciudadana entre ella, Yasna Provoste (DC) y Carlos Maldonado (PR), mientras que algunos de sus adherentes la conminaban a competir directamente en primera vuelta.

La incomodidad con Narváez -quien acusó reiteradas veces falta de respaldo de parte de la mesa del partido- se agudizó luego de que tras ser derrotada por la candidata decé, optó por no sumarse a su campaña y, en cambio, a solo horas del paso del frentamplista al balotaje llamó a votar por él.

Frente a la molestia con Narváez, en Nuevo Pacto Social advirtieron al comando que una actividad pública de respaldo de la excandidata socialista a Boric sería recibida como una verdadera ofensa a los colectivos.

En el PS, en particular, sostenían que el gesto iría en contra de la decisión del partido de llevar una relación “institucional” con Boric, algo que han reiterado en cada conversación que han tenido con el abanderado y su comando.

Según fuentes del pacto, ese mensaje se hizo escuchar en Avenida Italia 850, el centro de operaciones del candidato de Apruebo Dignidad. Y, asimismo, en varias conversaciones que se dieron en el Congreso.

Uno de esos diálogos los lideró, precisamente, el exvocero de campaña de Provoste y uno de sus más cercanos en la DC, Víctor Torres. El parlamentario transmitió a figuras del comando de Boric, según quienes conocieron del tenor de esos intercambios, que la actividad con Narváez podría leerse como una “señal equivocada” y terminar “tensionando” las relaciones con el PS y la DC, partido que el 28 de noviembre pasado apoyó “sin condiciones” la candidatura de Boric.

En esas conversaciones, además, se les transmitió que un gesto así no sumaría votos nuevos a la candidatura del frenteamplista y, por el contrario, podría desincentivar apoyos entre quienes estuvieron con Provoste.

Un hecho de la causa, además, y que también habría cruzado los contactos, fue que hasta ahora -y pese a los esfuerzos que ha hecho el comando por concretar un encuentro en los próximos días en Atacama- no se ha logrado coordinar una foto entre Gabriel Boric y Yasna Provoste.

Bajo ese escenario, desde la directiva del PPD, por ejemplo, les pidieron a sus militantes que habían sido invitados que reconsideraran su participación en la actividad. Mientras que el Partido Liberal recalcó a quienes fueron convocados al evento que participaran a título personal.

El ruido respecto al rol que podría jugar Narváez de cara al balotaje no se remite solo a este gesto. De hecho, la posibilidad de que asumiera un rol en la primera línea estuvo sobre la mesa del comando de Boric en los días posteriores a la primera vuelta. Sin embargo, según distintas fuentes, la idea terminó por desecharse.

En el entorno de la exministra, en todo caso, aseguran que nunca les ofrecieron un rol de primera línea y que fueron ellos los que tomaron contacto con el comando para ponerse a disposición de su candidatura. “Nadie del PS ni la DC nos ha dicho a la cara que esto pudiera causarles incomodidad”, señala una fuente del círculo de la exministra.

Fue bajo ese clima que, finalmente, este viernes se concretó el dilatado gesto de Narváez a Boric. La exabanderada presidencial llegó pasadas las 10.00 a la Casa de la Cultura de Ñuñoa, donde acompañada de varias figuras que respaldaron su campaña -como Carlos Montes, Máximo Pacheco y Alejandro Aravena- entregó un gesto de “cariño” y “apoyo irrestricto y sin condiciones” al frenteamplista.

El hito se mantuvo bajo reserva por ambas partes, quienes acordaron no convocar a la prensa. “Es una actividad interna, no es algo que queramos esconder, pero tampoco relevar”, explicaban esta mañana en el círculo de Gabriel Boric.

En el marco del evento, tanto el candidato de Apruebo Dignidad como Narváez recalcaron que este respaldo no implicaba nada a cambio y que solo se trataba de un gesto genuino de apoyo a su candidatura. “Nadie se ha acercado a mí (...) a pedirme un cargo, pero en algún momento sepan que los vamos a necesitar”, afirmó el frenteamplista.

Mientras que Narváez subrayó que esta señal de apoyo respondía a un “compromiso con Chile” ante la “amenaza” de José Antonio Kast (Frente Social Cristiano). Asimismo, anunció que se sumará a hacer campaña territorial por el frenteamplista en los próximos días.