Las claves para entender la ola de violencia antiinmigración que azota a Gran Bretaña

Manifestantes arrojan un contenedor de basura durante una protesta contra la inmigración en Rotherham, Gran Bretaña, el 4 de agosto de 2024. Foto: Reuters

El primer ministro británico, Keir Starmer, enfrenta su primera crisis con un estallido que se ha registrado en distintas ciudades de Gran Bretaña, en reacción a un apuñalamiento de tres niñas y una consiguiente campaña antiinmigración.


Varias ciudades de Reino Unido fueron testigos de un nuevo estallido de violencia el fin de semana, en lo que se ha convertido en la primera gran prueba para el gobierno laborista, que asumió el poder el mes pasado después de 14 años en la oposición.

En las calles se vive una alta tensión producto de la violencia en el país, que se desencadenó por un ataque con apuñalamientos mortales y una campaña de desinformación antiinmigrante que le siguió.

A continuación las claves para entender los disturbios en Reino Unido.

Origen

Los disturbios comenzaron el martes de la semana pasada, luego que en la víspera un joven de 17 años atacara con un cuchillo una clase de baile infantil en la ciudad costera de Southport, cerca de Liverpool. Tres niñas murieron y ocho resultaron heridos.

Vista de una fotografía en la que se colocan ofrendas florales y globos en memoria de Elsie Dot Stancombe, Bebe King y Alice Dasilva Aguiar, tres niñas víctimas de un ataque con cuchillo durante un evento de baile en Southport, el 4 de agosto de 2024. Foto: Reuters

El sospechoso del ataque nació y se crio en Gran Bretaña, pero pronto circularon rumores en internet de que era un inmigrante indocumentado. En estas versiones se culpaba a todos los inmigrantes y a los musulmanes de cometer delitos. Para contrarrestar esas afirmaciones falsas, las autoridades decidieron identificarlo públicamente. Se trata de Axel Rudakubana, quien nació en Cardiff (Gales) de padres ruandeses. Sin embargo, la inmigración es un tema que causa mucha preocupación en Gran Bretaña, especialmente entre la extrema derecha.

El primer disturbio estalló en Southport ese martes, después de que los vecinos celebraran una vigilia pacífica por las niñas. Cientos de activistas, muchos de ellos de fuera de la ciudad, marcharon hacia una mezquita cercana después de que los extremistas hicieran públicos sus planes de protesta en las redes sociales. Más de 50 agentes resultaron heridos, algunos de gravedad, por los manifestantes que lanzaron ladrillos y botellas e incendiaron un furgón policial.

Según la prensa local, muchos de los alborotadores eran partidarios de la extrema derecha, dijo la policía en ese momento, y desde entonces el primer ministro, Keir Starmer, describió la creciente violencia como “violencia de extrema derecha”.

Perros policía atacan a un hombre durante una protesta contra la inmigración en Rotherham, Gran Bretaña, el 4 de agosto de 2024. Foto. Reuters

Protestas

La violencia se extendió a Hartlepool, Manchester y Aldershot. Más de 100 personas fueron detenidas en Londres. Durante el fin de semana los disturbios aumentaron, sobre todo en el norte, donde también se produjeron contramanifestaciones.

Algunos de los peores actos de violencia se produjeron en Rotherham, en el sur de Yorkshire, donde fue atacado un hotel que albergaba a solicitantes de asilo, rompiendo ventanas antes de entrar a la fuerza mientras la policía luchaba por controlarlos. No quedó claro si los solicitantes de asilo seguían alojados en el hotel y ningún huésped resultó herido en el tumulto, dijo la policía.

En Middlesbrough, un grupo de alborotadores, algunos enmascarados, lanzaron botellas y piedras a los agentes. Se incendiaron autos y se detuvo al menos a nueve personas. El sábado, una biblioteca y un banco de alimentos fueron incendiados en Liverpool mientras grupos de manifestantes dañaban y saqueaban comercios. Y en Hull (norte de Inglaterra) se produjeron incendios y se destrozaron escaparates en el centro de la ciudad.

Casi 150 personas fueron arrestadas durante el fin de semana, dijeron representantes de la policía nacional, y docenas de agentes sufrieron lesiones, incluidas algunas que requirieron viajes al hospital.

Figuras que esparcieron rumores

Según el diario Financial Times, las protestas estallaron una semana después de que Stephen Yaxley-Lennon, fundador de la ahora desaparecida Liga de Defensa Inglesa, antiislámica y antiinmigrante, más conocido como Tommy Robinson, celebrara la mayor manifestación de extrema derecha en años en Londres.

Un manifestante huye de un policía durante una protesta contra la inmigración en Rotherham, Gran Bretaña, el 4 de agosto de 2024. Foto: Reuters

“Los expertos en extremismo dicen que animó a los simpatizantes de la extrema derecha. Robinson, que abandonó el país el domingo pasado, ha desempeñado un papel importante en avivar la ira, junto con algunos de sus aliados, con comentarios nacionalistas ingleses en línea dirigidos a los inmigrantes, el Islam, el gobierno y la policía”, añadió el diario.

Otras figuras como el influencer Andrew Tate también publicaron los rumores, indicó el portal de la cadena Sky News. Por otra parte, el líder de Reforma UK, Nigel Farage, cuestionó si la policía, que había dicho que el ataque no estaba “relacionado con el terrorismo”, estaba diciendo la verdad.

“Me pregunto si nos están ocultando la verdad. No sé la respuesta, pero creo que es una pregunta justa y legítima”, afirmó en un video.

Las cuentas con los nombres @EuropeInvasionn y @EndWokeness también publicaron información falsa, que llegó a millones de personas en X y Telegram, indicó el portal.

Motivación y antecedentes

El Financial Times explicó que “los esfuerzos para sofocar los disturbios se complican por la forma en que la extrema derecha ha evolucionado desde grupos supremacistas blancos organizados más formalmente a grupos escindidos impulsados por personalidades. Su capacidad para avivar la ira y organizar protestas se ha visto reforzada por las redes sociales, incluidas TikTok, X y Facebook, así como canales dedicados en Telegram”.

Tim Squirrell, experto en extrema derecha y desinformación del Instituto para el Diálogo Estratégico, dijo a Sky News que los disturbios no son una sorpresa. “El sentimiento antiinmigrante y antimusulmán ha estado latente bajo la superficie y ocasionalmente hirviendo durante mucho tiempo”, aseguró, citando protestas semirregulares afuera de espacios asociados con ambos grupos en los últimos años.

Las llamas arden mientras los manifestantes participan en una protesta contra la inmigración, en Rotherham, Gran Bretaña, el 4 de agosto de 2024. Foto: Reuters

“La extrema derecha es extremadamente hábil en explotar cínicamente la tragedia como mecanismo para movilizarse en las calles y tratar de lograr un cambio político. Por lo tanto, si ya crees algo sobre los musulmanes o cualquier otro grupo vulnerable -y lo crees con suficiente fuerza como para salir a la calle- no importa necesariamente si el último incidente es relevante o no”, añadió.

El periódico indicó que la mayoría de los comentarios en internet “han incluido la desconfianza hacia el Islam y un sentimiento de agravio por los niveles récord de migración tanto clandestina como regular”. “Los simpatizantes de la extrema derecha también acusan a la policía de tratar a los manifestantes nacionalistas y blancos con mayor dureza en las calles que, por ejemplo, a los manifestantes pro Palestina”, añadió.

El discurso xenófobo en torno a los solicitantes de asilo cobró mayor fuerza durante el anterior gobierno conservador, cuando políticos como Suella Braverman, entonces ministra del Interior, hablaron de una “invasión”, recordó el periódico. Los niveles récord de migración clandestina a través del Canal desde Francia se convirtieron en una característica definitoria del mandato de Rishi Sunak, que perdió el cargo en julio. Su lema “detengan los barcos” se ha coreado en algunas de las protestas de la semana pasada. Una de las primeras acciones del actual premier laborista, Keir Starmer, fue desechar los planes de Sunak de deportar a los solicitantes de asilo a Ruanda, una medida que también atrajo la ira de algunos manifestantes.

En 2011, Starmer, en su papel de entonces jefe del Servicio de Fiscalía de la Corona, supervisó la dura condena de cientos de personas tras los disturbios y saqueos que se produjeron luego del tiroteo policial contra un hombre negro.

Esta semana Starmer ha anunciado la creación de una nueva unidad policial nacional para hacer frente a los disturbios, a los que llama “violentos actos de violencia”. La unidad estudiará la posibilidad de emitir órdenes de conducta delictiva para restringir el movimiento de los alborotadores, como ocurre con los hooligans del fútbol. Ya se han realizado al menos 300 arrestos. La policía y los fiscales tendrán que examinar muchas más imágenes en línea que en 2011, lo que significa que es probable que se identifique a muchos más alborotadores. Hasta el momento, estos últimos no parecen inmutarse y se están planeando más protestas.

Respuesta del gobierno

El primer ministro, Keir Starmer, convocó una reunión de emergencia de COBRA (acrónimo de Cabinet Office Briefing Room A) este lunes, advirtiendo que aquellos que participan en “violencias de extrema derecha” se arrepentirían de sus acciones y “sentirían todo el peso de la ley”.

En muchos lugares se han organizado contraprotestas, a menudo muy superiores a la presencia de la extrema derecha y que en ocasiones han dado lugar a enfrentamientos.

El primer ministro británico, Keir Starmer, durante una conferencia de prensa tras los enfrentamientos luego del apuñalamiento de Southport, en el número 10 de Downing Street, en Londres, el 1 de agosto de 2024. Foto: Reuters

Aunque se ha aclarado la identidad del sospechoso de Southport, los disturbios han continuado y los espacios para inmigrantes y musulmanes siguen siendo objeto de ataques.

“Las personas que ya tienen opiniones negativas hacia el Islam serán más receptivas a los mensajes que intentan vincular ambos, incluso cuando no hay evidencia confirmada objetivamente, y eso puede explicar la influencia y el comportamiento continuos”, indicó a Sky News Chris Cocking, psicólogo especializado en comportamiento de multitudes en la Universidad de Brighton.

Los disturbios provocaron una fuerte respuesta policial. Se desplegaron casi 4.000 agentes adicionales, según una asociación de fuerzas del orden.

“No tengan ninguna duda: quienes hayan participado en esta violencia se enfrentarán a todo el peso de la ley”, dijo Starmer en un comunicado el domingo.

“Les garantizo que se arrepentirán de haber participado en este desorden”, indicó Starmer, “ya sea directamente o por quienes promueven esta acción en línea y luego se van. Esto no es una protesta. Es violencia organizada”.

BJ Harrington, jefe de orden público del Consejo de Jefes de Policía Nacional de Gran Bretaña, dijo que la desinformación en línea había sido “un gran impulsor de esta violencia atroz”.

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