Las señales de Chile Vamos que apuntan a un acuerdo parcial en la reforma de pensiones

Hasta la semana pasada las interrogantes seguían pesando en Chile Vamos, especialmente tras las declaraciones de la presidenciable de la coalición, Evelyn Matthei, quien tras el informe de un grupo de expertos advirtió que “varios de sus contenidos pueden traer consecuencias graves no buscadas”.

El hecho incomodó a los principales negociadores de la oposición, ya que, además, las palabras de Matthei hacían eco a la ofensiva de los republicanos y José Antonio Kast frente a un posible acuerdo. “Hemos hecho un esfuerzo importante. No sé cómo va a terminar”, dijo, por ejemplo, el domingo de la semana pasada, el senador Juan Antonio Coloma (UDI), presidente de la Comisión de Trabajo y uno de los interlocutores del gobierno, junto a los otros parlamentarios opositores Rodrigo Galilea (RN) y Luciano Cruz-Coke (Evópoli).

No obstante, a partir de ese lunes las señales de Chile Vamos volvieron a centrarse en la necesidad y en la esperanza de lograr un trato con el gobierno, dejando en claro una nueva cláusula: la posibilidad de que las conversaciones culminen en un “acuerdo parcial”.

Ello implicaría sellar un pacto en ciertas materias sustanciales, pero dejando un margen para que cada sector o bancada vote con libertad sin que ello agravie a los representantes del bando contrario y se ponga en riesgo el entendimiento que ya existe en ciertos puntos.

Hasta el momento los negociadores han sincerado que hay acuerdo en 8 materias (por ejemplo, limitar las comisiones de intermediación de las AFP, la regulación de lagunas previsionales y la creación de fondos generacionales en vez de los multifondos).

A ello se sumaría el acercamiento para nivelar las pensiones de mujeres respecto de hombres, que serían asumidas con parte de la cotización adicional del 6% con costo del empleador. Si bien esa medida daba cuenta de la apertura de Chile Vamos para incluir un componente de solidaridad, en ningún caso se acercaría a los tres puntos porcentuales de cotización que exigía originalmente el oficialismo.

También hay avances en la forma de cómo financiar la Pensión Garantizada Universal (PGU).

No obstante, el aspecto más complejo y que algunos vaticinan que no habrá acuerdo sería el de la separación de la industria de las AFP (en entidades de inversión y administración, además de dar espacio a una nueva institucionalidad estatal), aspecto que incluso legisladores de izquierda lo señalaban como exigencia intransable para allanarse a un acuerdo con la derecha.

Es por ello que desde Chile Vamos han comenzado a advertir que no es descartable lo que definen como un “acuerdo parcial”.

“Nosotros tenemos un acuerdo para despachar esto en enero. Para bien o para mal. Ojalá en un acuerdo amplio, bien acabado, técnicamente bien solventado. No está garantizado que vamos a llegar a un acuerdo en todo”, dijo el senador Cruz-Coke (Evópoli) a La Tercera, el fin de semana.

El presidente del Senado, José García (RN), también deslizó que podrían quedar algunos temas abiertos. Si bien precisó que no apoyaría “cualquier” reforma de pensiones, dijo que tenía “la esperanza fundada de que va a ser posible construir acuerdos en materias sustanciales”.

Por su parte, el senador Coloma (UDI), quien preside la Comisión de Trabajo y ha sido el principal negociador de la oposición, también había dicho a Emol TV, el lunes de la semana pasada, que tras 23 meses de discusión llegó “el minuto en que los temas hay que resolverlos” y ratificó que la reforma se votará en enero independiente de que haya o no acuerdo en todo. “Yo espero (votar), con un buen entendimiento, ojalá total, si no, parcial, pero también tenemos que ir resolviendo los temas o sincerar dónde están los desacuerdos”, comentó.

En el oficialismo están conscientes de que hay una probabilidad de que el acuerdo tal vez no sea total.

El senador y jefe de bancada socialista, Gastón Saavedra (PS), quien integra la Comisión de Trabajo, comentó que para ellos hay tres líneas rojas: primero, que la reforma aumenta las pensiones ahora; segundo, que establezca una igualdad previsional entre hombre y mujeres, y tercero, la licitación de cartera de nuevos afiliados al sistema de AFP en función de la rentabilidad de los fondos.

También considera importante que la derecha no ponga demasiadas exigencias para acceder a los beneficios del proyecto. “No estamos disponibles para eso, pero si la derecha está disponible para excluir a chilenos y chilenas de los beneficios tendrán que asumirlo”, dijo

El senador socialista advierte que, si se llega a un entendimiento en estas materias, igualmente podría haber otros temas en los que tendrán que dirimir simplemente en las votaciones, por ejemplo, la separación de la industria, que, a su juicio, siempre ha sido uno de los aspectos difíciles.

“Lo que pasa es que esto igual se va a llegar a votar en la sala. Eso es indefectible. Y en lo que no tengamos acuerdo vamos a tener que votar y, cada uno, asumir responsablemente los costos de ello. Como veo las cosas ahora, es que vamos a tener acuerdo en lo sustantivo, pero va a haber puntos en que no”, añadió Saavedra.