Llevaba una semana fuera de la cárcel: el lobo solitario que burló dos subsecretarías para robar 28 computadores

El pasado 2 de enero los trabajadores que llegaron a la Subsecretaría de Educación Superior notaron que algo no andaba bien y de inmediato alertaron el robo de 18 computadores desde las oficinas ubicadas en el centro de Santiago, donde ni el subsecretario se salvó. Siete días después ocurrió algo similar, pero esta vez el hecho se registró en la Subsecretaría de Prevención del Delito, donde sustrajeron 10 equipos.

La forma de operar fue idéntica: alguien ingresaba de noche haciéndose pasar por un trabajador para no levantar sospechas. Eso llevó a que los investigadores comenzaran a sospechar: al poco andar determinaron que detrás de ambos robos estaba la misma persona. Una vez que las autoridades empezaron a investigar, fue imposible no hacer la conexión.

Luego de una serie de diligencias de la Brigada Investigadora de Robos (BIRO) Centro Norte de la PDI, el responsable fue detenido el pasado 24 de enero, cerrando así el ciclo de intrusiones que había puesto en jaque la seguridad de estas reparticiones públicas.

Nicolás Hurtado actuaba solo y no pertenecía a ninguna banda criminal, como un lobo solitario. “Gracias al trabajo de inteligencia policial logramos establecer que en los días previos visitó las dependencias de estos lugares para observar los sistemas de acceso y planear una forma de ingresar”, relata a La Tercera el inspector Bruno Jara, de la Brigada de Robos Centro Norte de la PDI.

Luego de tener una idea, el imputado esperaba a que cayera la noche, que los funcionarios terminaran su jornada laboral, para así entrar con total calma entre el tránsito de personas para pasar desapercibido. Luego, se repetía la escena: sustraía los computadores y una credencial. “Y así salía de manera tranquila”, apunta el inspector Jara.

La investigación también estableció que no portaba bolsos para transportar las especies, por lo que robaba los que habían dejado los trabajadores.

Durante el robo a la repartición del Ministerio del Interior, por ejemplo, la misma cartera informó que “desde la institución instruimos un sumario administrativo para esclarecer eventuales responsabilidades al interior del servicio”. Eso sí, aclaró que “los equipos sustraídos no contenían información sensible que afecten el correcto funcionamiento de la institución”. Eso mismo se dijo tras el robo a Educación Superior, justo en momentos en que se darían a conocer los resultados de la PAES.

El joven chileno de 26 años fue detenido el pasado 24 de enero, exactamente dos semanas después de haber traspasado la seguridad de la Subsecretaría de Prevención del Delito. Actualmente se encuentra en prisión preventiva, pero lo llamativo es que, apenas un mes antes, el 24 de diciembre, es decir una semana antes de su primer ilícito en Educación Superior, había salido de la cárcel tras cumplir condena por delitos similares.

“Es un sujeto que se dedica a este tipo de delitos ya que tiene antecedentes policiales y ha sido detenido por el mismo tipo de crimen. Mantiene detenciones por el delito de robo en lugar no habitado y receptación de especies sustraídas. Es un sujeto que se dedica al delito de hurto simple con el objetivo de extraer computadores”, detalla el inspector del caso.

Respecto al paradero de los computares, el inspector encargado del caso cuenta que “en el primer delito se logró establecer que el sujeto hacía entrega de las especies en el persa Bío Bío. Mientras que, para los computadores robados en el segundo delito se entregaron en un domicilio particular en la comuna de Santiago”. Eso sí, afirma que hasta ahora no se ha recuperado ninguno.

Cabe recordar que esta no es la primera vez que se sustraen computadores desde oficinas del Estado: entre otros, la noche del 19 de julio del 2023 una banda llegó hasta el lobby del edificio del Ministerio de Desarrollo Social para robar 23 computadores y una caja fuerte desde la cartera dirigida, en aquel entonces, por el ministro Giorgio Jackson. De hecho, uno de los autores intelectuales del robo -identificado como Miguel Ángel Apablaza- realizó una videollamada desde la cárcel simulando ser el propio exministro para que la banda lograra burlar la seguridad del edificio y hacerse del botín.