Los discretos acercamientos del Gobierno a la Mesa de Unidad Social

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El ministro del Interior, se reúne con el sector público, la CUT y el Colegio de Profesores. Barbara Figueroa, la presidente de la Central Unitaria de Trabajadores camina junto a el presidente del colegio de profesores, Mario Aguilar, que va con un parche en el ojo. FOTO: SEBASTIAN BELTRAN GAETE/AGENCIAUNO

El ministro del Interior, Gonzalo Blumel, y el subsecretario de Desarrollo Regional, Claudio Alvarado, han propiciado una serie de encuentros -cuyo lugar se maneja bajo siete llaves- con algunos representantes del bloque sindical de la Mesa.


El acuerdo para seguir conversando es la máxima confidencialidad. Quienes saben de los encuentros privados entre el ministro del Interior, Gonzalo Blumel, y representantes del bloque sindical de la Mesa de Unidad Social, afirman que ya se cuentan más de cinco reuniones. Todas después de las ocho de la noche, y que se han extendido por varias horas en el intento por llegar a un entendimiento entre la agenda social del Ejecutivo y las expectativas de los dirigentes.

El acercamiento entre Blumel con el sector más dialogante de la Mesa de Unidad Social se gestó el 28 de noviembre, cuando -tras tres llamados a paros nacionales- los representantes de la agrupación accedieron a ir a La Moneda a escuchar los planteamientos del ministro.

Un primer encuentro que -según reconocen en el Palacio de Gobierno- fue tenso. El presidente del Colegio de Profesores, Mario Aguilar (PH), no se quiso sacar nunca el parche que llevaba en el ojo en señal de protesta por la actuación de Carabineros en las protestas. Los dirigentes -entre los que también se contó a la presidenta de la CUT  Bárbara Figueroa y a Luis Mesina de No+AFP- hicieron duros descargos ante Blumel, quien estuvo acompañado de los subsecretarios Rodrigo Ubilla (Interior) y Claudio Alvarado (Subdere), respecto de las denuncias de violaciones a los derechos humanos y el petitorio que defiende. A la salida, las declaraciones públicas tuvieron un tenor parecido. Se habló de no caer en negociaciones a espaldas a la ciudadanía.

Pese al tono duro, ese día -sostienen en La Moneda- hubo intercambio de contactos y un acuerdo de iniciar una serie de reuniones técnicas con ministros sectoriales que se han ido concretando poco a poco de forma pública.

La ministra del Trabajo, María José Zaldívar, ya ha sostenido dos encuentros públicos con representantes sindicales y habrá una tercera reunión esta semana. La ministra de Educación, Marcela Cubillos, el titular de Vivienda, Cristián Monckeberg, y de Hacienda, Ignacio Briones, también han recibido a los dirigentes sectoriales para tratar sus temas de interés.

En el marco de las conversaciones con Zaldívar se ha tratado el tema del proyecto de reforma a las pensiones, de reducción de jornada laboral a 40 horas, la jornada del comercio y medidas contra el desempleo.

Por su parte, el ministro Monckeberg contabiliza doce encuentros con representantes de diversas organizaciones de pobladores. Se cuenta entre ellas Los Sin Tierra, representados por la dirigente comunista Margarita Urra. Se trata de organizaciones que están en permanente dialogo con el Minvu pero han incrementado los contactos tras el estallido social.

Alvarado arma agenda

En los acercamientos con Blumel -otra vez- ha sido clave la figura de Claudio Alvarado, su ex subsecretario de la Segpres y actual titular de la Subdere. Fuentes de La Moneda y de la Mesa de Unidad confirman que el exdiputado UDI -quien es hoy el principal asesor político del ministro del Interior- ha propiciado, siempre discretamente, y participado en casi todas las reuniones.

En el gobierno plantean que parte de lo discutido en las conversaciones con la Mesa se ha concretado en diversas agendas, como la apertura del proceso constituyente, y las reformas previsionales y a la salud que serán anunciadas durante este mes de enero. En ese sentido, subrayan el que la modificación a las pensiones contendrá mayores exigencias a las AFP y un componente de solidaridad hasta ahora inexistente en la industria, y el que el cambio en salud contendrá una cirugía a Fonasa.

Un dirigente que ha conocido los encuentros asegura que Blumel es quien ha empujado estos encuentros para compartir la agenda de trabajo del gobierno y buscar vías de entendimiento con el sector sindical de la Mesa.

La misma fuente asegura que solo ha sido posible establecer puentes con un sector de los sindicatos porque parte de la Mesa de Unidad se ha ido radicalizando. Prueba de eso -dicen- fue el tenso encuentro que hubo el viernes con representantes de los partidos de oposición, oportunidad en que Mesina (No+AFP) tuvo un duro intercambio de palabras con dirigentes de la DC, a los que acusó de negociar con el gobierno y le exigieron a los partidos rechazar los proyectos del gobierno.

Fuentes del bloque sindical sitúan a Mesina, a Bárbara Figueroa y a Mario Aguilar en los encuentros con Blumel. Los dos primeros no contestaron las preguntas de La Tercera PM. Aguilar, en tanto, negó cualquier acercamiento al gobierno y sobre el ministro del Interior afirmó: "Blumel ha sido mucho ruido y pocas nueces. Llegó bajo el supuesto de un cambio de Chadwick. Tiene una forma más digerible pero en los hechos, sigue las cosas igual. Siguen las violaciones a los DD.HH, sigue Carabineros desbocado haciendo lo que quiere. No ha habido avances y en materia de agenda social, que como jefe de gabinete debiera estar al frente ha hasta ahora poco o nada".

Un dirigente que ha estado informado de los acercamiento con Interior, asegura que ahí los dirigentes han insistido en la urgencia de que el gobierno se haga cargo de las violaciones a los derechos humanos en el marco de la protesta social y han pedido la salida del General Director de Carabineros, Mario Rozas. También se ha conversado que el eje principal debe estar en pensiones y se han quejado de que no hay nada claro en agenda laboral."El gobierno invita a conversar de su agenda, pero al final no tiene nada claro", dice sobre las citas privadas con Blumel.

En La Moneda remarcan que, si bien no se ha solicitado la salida de Rozas –cuestión que no habría estado sobre la mesa para el Ejecutivo-, el gobierno sí ha pedido a Carabineros que acoja las recomendaciones emanadas de los informes en DD.HH. conocidos en los últimos meses.

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