Los “estoicos” últimos días de la Reina Isabel II: Fan de las series policiales y preocupada por Harry

La Reina Isabel llega, junto con la Princesa Alejandra de Kent, a un encuentro en Ascot, Inglaterra. Foto: AP.
La Reina Isabel llega, junto con la Princesa Alejandra de Kent, a un encuentro en Ascot, Inglaterra. Foto: AP.

Un nuevo libro, escrito por un amigo cercano de la familia real, saca a la luz detalles desconocidos de la enigmática monarca.


A casi 3 meses de la muerte de la Reina Isabel II, una nueva biografía de la monarca revela detalles sobre la relación que mantuvo en sus últimos años con su esposo Felipe de Edimburgo, el motivo verdadero de su muerte, la manera en que enfrentó su viudez y Jubileo de Platino, cuando cumplió 75 años como reina.

Escrito por Gyles Brandreth, amigo de la familia y locutor radial, el libro lleva por nombre Elizabeth: An Intimate Portrait (Isabel: Un retrato íntimo), y el autor señala que “la Reina sabía que su tiempo se acababa, y lo había aceptado con buena voluntad”.

Brandreth, que ocupa una posición privilegiada como amigo y biógrafo de la Familia Real, reveló cómo la Reina le habría dicho a una de sus damas de compañía que estaba “decidida a mantenerse ocupada”, mientras eso le sirviera para lidiar con la pérdida de Felipe en abril de 2021.

FILE PHOTO: Queen Elizabeth II delivers an address to both houses of parliament at the Palace of Westminster
La Reina Isabel II da un discurso en el Parlamento, con Felipe de Edimburgo tras ella. Foto: Reuters.

Entre una de las revelaciones del libro, se cuenta que, luego del retiro del Príncipe Felipe en 2017, él y su esposa llegaron a pasar semanas sin verse, en un acuerdo al que habrían llegado mutuamente. De todos modos, la pareja se mantuvo en contacto durante ese tiempo, hablando regularmente por teléfono.

La Reina Isabel entendía que el acuerdo podía ser visto como raro, pero sabía que Felipe de Edimburgo “no quería ser mimado” ni que le prestasen mucha atención, y que deseaba vivir “sus últimos días a su manera”.

Esta lejanía habría tenido una pausa durante la pandemia, en la que estuvieron juntos durante las cuarentenas de 2020. En ese tiempo, revela el libro, la Reina Isabel habría estado determinada a estar al lado de Felipe para el momento de su muerte. La pareja habría encontrado una “nueva apreciación” de su mutua compañía durante esos meses, en los que se vio que pasaron mucho más tiempo juntos, tanto en Escocia como en el Castillo de Windsor.

Isabel y Felipe estuvieron casados durante 73 años, cuando el último murió en abril de 2021, a dos meses de cumplir los 100 años. A pesar de sus intenciones de acompañarlo en su lecho de muerte, el fallecimiento de Felipe se habría dado de una manera tan rápida que el personal de la residencia real no pudo siquiera alcanzar a avisarle a la Reina.

La Reina Isabel II rodeada por la Familia Real mientras miran el desfile de la Fuerza Aérea Real desde un balcón del Palacio de Buckingham. Foto: AP.
La Reina Isabel II rodeada por la Familia Real mientras miran el desfile de la Fuerza Aérea Real desde un balcón del Palacio de Buckingham. Foto: AP.

Duelo y televisión

Luego de la muerte de Felipe, el libro cuenta que la Reina vivió un “intenso dolor personal”, que no le impidió cumplir lo que consideraba su “deber cristiano”: cargar con ello de la mejor manera que pudiera, aun a pesar de su salud en decaída.

Durante ese periodo, escribe Brandreth, la Reina estuvo viendo distintas series de televisión británicas, y en particular la policial “Line of Duty” (“línea del deber”, en español). Sin embargo, a veces le habría costado seguir la trama del programa, además de desaprobar el constante “balbuceo” en ese y otros programas.

Además, durante ese tiempo se habría renovado su determinación para cumplir con sus deberes reales, en parte para evitar caer en la autoindulgencia: “Mi esposo, ciertamente, no lo habría aprobado”, habría comentado la Reina. La monarca se habría negado a bajar el ritmo de su vida cotidiana, hasta un momento en que sufrió de una súbita baja de energía, y los doctores le pidieron que se calmase, escribió el autor.

La última aparición pública de la Reina tuvo lugar al final de las celebraciones de su Jubileo de Platino, donde se festejaron los 75 años de su reinado.

Estatuilla de la Reina Isabel II, dada como presente al Rey Carlos III, por parte del gobernador de Australia Meridional Frances Adamson. Foto: Reuters.
Estatuilla de la Reina Isabel II, dada como presente al Rey Carlos III, por parte del gobernador de Australia Meridional Frances Adamson. Foto: Reuters.

Sueño crepuscular

Otra revelación del libro tiene que ver con la manera en que la Reina dio a luz a sus tres primeros hijos: con una técnica hoy desacreditada, conocida como “Dammerschlaf”. En tal técnica, las pacientes son drogadas con morfina y otras sustancias, de tal modo que entran a un estado de amnesia durante las labores de parto, conocido como “sueño crepuscular”.

Una de las damas de compañía de la soberana reveló que aquella técnica, que permite a la mujer mantenerse semiconsciente, pero con poco dolor y poco recuerdo de la experiencia, terminó por dejarle “efectos laterales posnatales”, luego del nacimiento del príncipe Andrés. El príncipe Eduardo, cuarto hijo de la pareja real, nació en condiciones más “naturales”, señala el libro.

El príncipe Andrés

A pesar de seguir confiando en su segundo hijo, el príncipe Andrés, el libro señala que la Reina Isabel II no dudó en despojarlo de su cargo luego de la entrevista que dio en 2019, donde señaló no estar arrepentido de su amistad con Jeffrey Epstein, y negó las acusaciones de abuso sexual que se le hicieron en su contra. De todos modos, al día siguiente de liberarlo de sus deberes reales como príncipe, la Reina Isabel II se habría dejado fotografiar en el Gran Parque de Windsor, para mostrar su respaldo personal. Además, ella se habría mostrado a favor de su presencia a su lado en el velorio de Felipe de Edimburgo en 2021.

Según rescata Daily Mail, “la Reina siempre fue discreta y nunca dijo más de lo absolutamente necesario”. Cuando Andrés le contó toda la historia sobre su amistad con Epstein, condenado por pedofilia, ella habría escuchado cuidadosamente, respondiendo con solo una palabra: “intrigante”.

El Príncipe Andrés, el Príncipe Eduardo, el entonces Príncipe Carlos y la Princesa Ana llegan a la procesión tras el féretro de Felipe de Edimburgo. Foto: AP.
El príncipe Andrés, el príncipe Eduardo, el entonces príncipe Carlos y la princesa Ana llegan a la procesión tras el féretro de Felipe de Edimburgo. Foto: AP.

Preocupaciones por Harry

“Temía que el príncipe Harry estuviese ‘un poco demasiado enamorado’ de Meghan Markle. Pero nunca fue más lejos que eso”, señala el libro respecto a la relación de la Reina Isabel II con la actriz estadounidense. De todos modos, se habría mostrado feliz cuando Harry le anunció que se casaría con la actriz.

“Le gustaba Meghan, y eso se lo dijo a mucha gente. Hizo todo lo posible para que su futura nuera se sintiera bienvenida”, apunta la biografía. Esa misma afección no habría cambiado ni siquiera después de la entrevista de la pareja con Oprah Winfrey, donde tanto Harry como Meghan no dudaron en hablar mal de la Familia Real y del racismo al interior del Palacio de Buckingham.

“Puedo decirlo porque lo sé”, apuntó el autor: “la Reina siempre estuvo más preocupada del bienestar de Harry que de toda esta ‘ridiculez televisiva’”.

El Príncipe Harry y la Duquesa de Sussex, Meghan, tomando parte en las celebraciones del Jubileo de Platino de la Reina Isabel. Foto: Reuters.
El príncipe Harry y la duquesa de Sussex, Meghan, tomando parte de las celebraciones del Jubileo de Platino de la Reina Isabel. Foto: Reuters.

Cáncer de médula ósea

Respecto al motivo del fallecimiento de la monarca, Brandreth apunta en su biografía: “Había oído que la Reina tenía una forma de mieloma, cáncer de médula ósea, lo que explicaría su cansancio y pérdida de peso y esos problemas de movilidad de los que a menudo nos hablaron durante el último año de su vida”.

La Casa Real había hecho público otro motivo, según el cual la Reina habría fallecido a causa de su avanzada edad: al momento de morir, tenía 96 años cumplidos.

Se espera que el libro Elizabeth: An Intimate Portrait se publique en Inglaterra el 8 de diciembre.

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