Los números que marcaron el Plebiscito de Entrada: los que más votaron y dónde la brecha fue mayor

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22 de Agosto de 2020/SANTIAGO Una botella de alcohol gel junto a una urna de votacion, durante simulación de medidas de seguridad que serán implementadas en colegios de la comuna de Estacion Central, debido a la votación del plebiscito que se llevara acabo en octubre por el apruebo o rechazo a una nueva constitucion, en medio de la pandemia de COVID-19. FOTO: JOSE FRANCISCO ZUÑIGA/AGENCIAUNO

La participación será uno de los puntos de referencia para el resultado de la elección de mañana en la que se aprobará o rechazará la propuesta de texto constitucional. Lo que resulte de esa comparación será también parte del análisis político del triunfo o la derrota del proceso constituyente que se inició electoralmente el 25 de octubre de 2020.


Hace casi dos años, el 25 de octubre de 2020, se vivió el primer plebiscito nacional desde el retorno a la democracia. Ese día, se comenzó a pavimentar electoralmente el camino en el que mañana se definirá si se aprueba o rechaza la propuesta constitucional.

Ese 25 de octubre había varios temores. Alcohol gel en el ingreso a los locales de votación, cámaras secretas sin cortinas y un horario especial para los adultos mayores, hacían dudar sobre el real poder de convocatoria que tendría el plebiscito en medio de la primera ola de Covid-19.

Pero nada fue impedimento para que esa elección se convirtiera, hasta ese momento, en la de mayor participación en votos absolutos en toda la historia del país: 7.542.952 personas acudieron a las urnas y dieron un contundente apoyo a la opción de redactar una nueva constitución con un 78,28%, versus un 21,72% que se inclinó por mantener la constitución de 1980.

El apoyo desde el norte

Si bien el triunfo del apruebo en 2020 fue contundente, existieron diferentes grados de apoyo dependiendo de la zona del país y que tras la votación de mañana, permitirán saber qué tanto cambió la opinión de los chilenos en casi dos años.

De esa manera, el norte de Chile y la Región Metropolitana fueron las que más soporte electoral entregaron a la opción por una nueva constitución. La Región de Atacama fue la que tuvo un resultado más aplastante, con un 86% a favor de un nuevo texto constitucional. Luego, le siguieron las regiones de Antofagasta y Coquimbo, con un 84% favorable al apruebo. En la Región Metropolitana, esa opción tuvo un 79% de respaldo.

“El norte es la zona más difícil de predecir del país. En el plebiscito del año 2020 el apruebo fue bastante parejo a nivel regional y la variación no fue de tanta envergadura como sí lo fue en la segunda vuelta presidencial de 2021. Es una zona muy volátil electoralmente”, asegura el cientista político Mauricio Morales.

Pese a que en ninguna región ganó la opción rechazo, sí existieron zonas en las que el triunfo fue menos holgado y se concentraron en el sur del país. Allí, la Región de la Araucanía fue la de “peor” desempeño del apruebo, con un 66%. Luego, le siguieron la región de Ñuble con un 70% y la región del Biobío con un 73%.

Pero a nivel comunal el rechazo de octubre de 2020 sí tuvo triunfos, aunque en sólo cinco de las 346 comunas de todo el país. Colchane fue la de mejor desempeño con un 74% a favor del rechazo, a la que siguieron Antártica y Vitacura con un 67% de respaldo a esa opción.

Claudio Fuentes, académico de la Universidad Diego Portales, afirma que el curioso caso de Colchane “podría explicarse primero porque tradicionalmente Colchane ha tenido un voto de derecha. En 2013 por ejemplo Matthei obtuvo 65% cosa inusual respecto del triunfo rotundo de Bachelet. Pero quizás se sumen también las condiciones de migración que afectan a esa zona”.

Consistente con los resultados a nivel regional, sólo comunas del norte del país dieron un 90% o más de votación para redactar una nueva constitución. Entre las primeras están Freirina y María Elena con un 91% de apoyo, y Diego de Almagro, Chañaral, Huasco, Andacollo, Petorca y Tocopilla con un 90%.

Las brechas en la participación

Un 50,98% de los votantes inscritos acudieron a dar su voto el 25 de octubre de 2020. Ese porcentaje de participación, fue superado por la segunda vuelta presidencial de 2021, en la que 8.329.332 votantes acudieron a las urnas, es decir, un 55,68% del padrón electoral.

A diferencia de los resultados entre el apruebo y el rechazo, en la participación sí existieron diferencias más significativas, que según los expertos podrían cambiar con respecto al proceso de mañana.

La más importante de todas se dio en la concurrencia por edad del votante. Los más jóvenes acudieron más a votar y los mayores, menos. Un 55,9% de los jóvenes inscritos entre 25 y 29 años participó, lo que significó un alza de un 18% con respecto a la elección presidencial de 2017. De la misma manera, el grupo entre 30 y 34 años incrementó su concurrencia en un 15% más que en 2017, llegando al 53,7% de los inscritos.

Entre la población de mayor edad, las personas entre 65 y 69 años bajaron su participación en un 12% en comparación con 2017, llegando a votar un 51,3% de los habilitados. Y en el rango entre 75 y 79 años, disminuyeron su asistencia en un 18%, votando sólo un 38,1% del padrón de esa edad. La pandemia podría ser una explicación. “La tasa de participación en plebiscito 2020 pudo verse afectada por el Covid-19. Es probable que ahora ese factor no sea tan relevante, por lo que podrían participar más personas mayores de edad”, argumenta Claudio Fuentes.

En la votación de octubre de 2020, la Región Metropolitana se convirtió en la que mayor convocatoria logró con un 56% de participación. Luego, destacaron por su concurrencia las regiones de Valparaíso con un 53% y de O’Higgins con un 50%. Pero esta tendencia no fue siempre así. “Previo al plebiscito de 2020 la delantera la llevaba O’Higgins y Maule y desde el plebiscito de 2020 en adelante es la Región Metropolitana la que ha venido mandando en términos de participación electoral”, señala Mauricio Morales.

En el otro extremo, las regiones con menor participación fueron la de Aysén con un 39%, la de la Araucanía con un 40% y la de Magallanes con un 41,35%. “Con voto obligatorio la participación se debería incrementar de manera muy sustantiva, particularmente en la Región de la Araucanía. Está golpeada por el terrorismo y por la violencia, por tanto se espera un incremento bien significativo en esa zona que claramente fue favorable a José Antonio Kast en la segunda vuelta presidencial”, expresa Morales.

Pero donde se produjo una mayor diferencia en participación fue a nivel comunal. Las zonas más extremas tuvieron bajísimos niveles de votación. Entre ellas, encabezó el ranking la comuna de Timaukel en Tierra del Fuego, donde sólo un 11,3% de los habilitados acudió a votar. Sólo por décimas le siguió la Antártica con un 11,5%. Luego, destaca una comuna del otro extremo del país. Es el caso de General Lagos, comuna fronteriza con Perú y Bolivia, en la que sólo un 14,5% fue a sufragar.

En contraste, fueron las zonas más urbanas y con mayores ingresos las que se empinaron en una participación sobre el promedio nacional. En el primer y segundo lugar se situaron Lo Barnechea y Vitacura, ambas con un 67,7% de asistencia. En tercer lugar quedó La Reina con un 64,1% de participación y Ñuñoa con un 63,9%.

Para Claudio Fuentes, profesor de la UDP, esto podría cambiar en la elección de mañana: “históricamente y producto que el voto era obligatorio, se observaba una mayor participación en zonas rurales. A ello se sumaba la práctica del ‘acarreo’ en zonas alejadas. Aquello a partir del año 2012 comenzó a cambiar, y vemos que en las elecciones de 2017 en adelante se explica las alzan en participación por aumento significativos en zonas densamente pobladas. Las comunas con baja densidad de población captan menos atención electoral y de ahí que manifiesten bajas tasas”.

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