Los otros “coroneles” de la UDI cuestionados y las lecciones que sacó el partido
El exministro Andrés Chadwick no es la única figura emblemática del gremialismo que ha enfrentado fuertes cuestionamientos por causas judiciales. Antes de él, los extimoneles Jovino Novoa y Pablo Longueira estuvieron en el ojo del huracán: el primero tras haber sido acusado falsamente de pederastia y ambos en el manejo de platas políticas. La defensa institucional de la UDI en esas experiencias hoy es levantada en sectores de la colectividad como un ejemplo de lo que debiera ser el cierre de filas en el caso de Chadwick.
De cerca han estado mirando los dirigentes históricos de la UDI el devenir del caso Audio, que hoy mantiene en el foco de los cuestionamientos al exministro del Interior Andrés Chadwick. Y es que el también primo hermano del expresidente Sebastián Piñera es uno de los cuatro denominados “coroneles” del gremialismo, quienes en 1983 fundaron la colectividad junto a Jaime Guzmán.
A ese selecto grupo se suman el senador Juan Antonio Coloma, Pablo Longueira y Jovino Novoa, quienes por años lideraron el gremialismo. Por lo mismo, no es sorpresa que en las generaciones antiguas del partido estén pendientes de lo que ocurra con Chadwick, pues no es el primero de los coroneles que debe enfrentar fuertes cuestionamientos públicos, pues junto a él también aparecen Longueira y Novoa, quien falleció en junio de 2021.
El caso de Chadwick -en todo caso- tiene varias diferencias con las crisis que pusieron en el ojo del huracán a Longueira y Novoa. El extitular del Interior -señalan en la UDI- está en calidad de testigo y en el partido defienden que no hay antecedentes que lo pongan en jaque judicialmente, pese a ello lo cierto es que algunos miran con atención el diseño que ha implementado la directiva del partido, hoy encabezada por el diputado Guillermo Ramírez.
En la tienda algunos están inquietos porque creen que no han cerrado filas con una estrategia clara para defender a uno de sus “más importantes” dirigentes, quien además es uno de los rostros emblemáticos del denominado “piñerismo”.
Chadwick, en el marco del caso Audio, que tiene como principal investigado al abogado Luis Hermosilla -quien es amigo del extitular del Interior y se encuentra en prisión preventiva- ha estado en el centro de la crisis desde que se conoció un audio en el que éste último señalaba supuestos pagos a funcionarios públicos para obtener información privilegiada en noviembre de 2023. Desde entonces, el extitular de Interior ha debido enfrentar un fuerte escrutinio sobre su relación con Hermosilla, toda vez que a medida que avanza el caso se ha develado un intensa red de contactos destinados a influir en fallos y en nombramientos del Poder Judicial.
El propio Chadwick ha realizado gestiones para clientes de Hermosilla -con quien comenzó a compartir oficina luego de su destitución como ministro. Según publicó La Tercera, el exministro se puso en contacto en abril de 2023 con la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) para interceder por la empresa STF Capital, propiedad de los hermanos Sauer y defendida por Hermosilla.
Semanas antes, el extitular de Interior también fue cuestionado debido a que el empresario Daniel Sauer gestionó 30 mil euros para pagar un informe jurídico del abogado Kai Ambos que se utilizó en la defensa a Chadwick durante la acusación constitucional que debió enfrentar y donde fue defendido por Hermosilla.
En ambas instancias, Chadwick ha salido a defenderse a través de breves comunicados, descartando cualquier acción irregular. Sin embargo, para algunos en Chile Vamos ha sido insuficiente y piden que el exsecretario de Estado profundice en sus explicaciones con el objetivo de evitar un daño al sector. Una arremetida a la que este martes se sumó el líder del Partido Republicano, José Antonio Kast.
“Es mejor que más pronto que tarde se dé a conocer a la opinión pública, sino el daño cada vez va a ser mayor para aquellos que tratan de encontrar una respuesta a algo que quizás no tiene respuesta, que es la influencia del señor Hermosilla en lo que fue el gobierno de Sebastián Piñera”, dijo el abanderado.
En este contexto, las generaciones antiguas del partido han estado en contacto directo con Chadwick por estos días y advierten que la estrategia de la UDI para defender al exministro ha sido débil, pese a que sí ha existido una defensa explícita no solo desde la colectividad, sino también desde Chile Vamos (UDI, RN y Evópoli).
Al respecto, recalcan que el apoyo político de Chadwick ha carecido de la iniciativa que ha demostrado el partido en otros momentos críticos, donde dirigentes históricos de la colectividad también han sido cuestionados. Allí, por ejemplo, se recuerda el caso Spiniak y las acusaciones contra el exsenador Jovino Novoa.
Ahora bien, fuentes de la colectividad aseguran que es importante diferenciar las situaciones que enfrentaron Novoa y Longueira de la trama que hoy mantiene cuestionado al exministro del Interior. Lo anterior, sobre todo en torno a los casos de financiamiento ilegal de la política que complicaron a Novoa y Longueira.
En esa línea, algunos enfatizan que mientras que en casos como Soquimich y Penta se vio involucrado el sistema político en su totalidad y de forma transversal, acá se trata más bien de cuestionamientos respecto al vínculo personal que Chadwick sostiene con Hermosilla. Además, indican, es una crisis que, por el momento, está radicada principalmente en el Poder Judicial, pero que cuenta con algunas aristas políticas.
Por lo mismo, no es raro que las estrategias para enfrentar los casos por parte de la UDI hayan variado. Así, por ejemplo, tras detonarse el caso Penta, la directiva del partido formó un comité de crisis con el objetivo de sortear la trama que en ese momento afectaba a algunos dirigentes gremialistas, entre ellos a Novoa y Longueira.
Lo mismo, de hecho, ocurrió en el caso Spiniak, donde también existió una coordinación más activa al interior del partido y se constituyó un comité que revisó las aristas políticas y judiciales del caso. Lo anterior, tampoco se realizó en una de las crisis más recientes de la colectividad: las declaraciones del ahora extimonel de la UDI, Javier Macaya, en defensa de su padre, hoy en prisión preventiva por el delito de abuso sexual contra dos menores de edad.
Spiniak y financiamiento ilegal de la política
Novoa -quien fue el heredero natural de Guzmán a la cabeza de la UDI tras su muerte en 1991- se vio involucrado en el caso Spiniak después de que la testigo clave de la investigación, Gemita Bueno, lo vinculara falsamente en la red de pedofilia, acusándolo de abusos e incluso de secuestro.
La versión de Bueno generó un quiebre en la entonces coalición de derecha. Llegó a ser respaldada por parlamentarios como la entonces diputada de Renovación Nacional (RN), Pía Guzmán, e incluso el expresidente Sebastián Piñera, quien en ese momento presidía RN. Este hecho, fue el origen de una rivalidad que se mantuvo hasta que Novoa falleció en 2021.
Lo cierto es que si bien Novoa salió sin ninguna responsabilidad del caso Spiniak, años después volvió a estar en el centro del escrutinio público, esta vez por su responsabilidad en el caso Penta, por el cual en 2015 fue condenado debido a delitos tributarios. Un año antes había negado los hechos, sin embargo, al final decidió reconocer los delitos y evitar la pena de cárcel.
Así, en 2015 Novoa no solo se convirtió en el primer político en ser condenado en los denominados casos de financiamiento ilegal de la política, sino también en el primer coronel gremialista en verse obligado a dejar la primera línea política.
Así como en el caso Spiniak, la defensa de la UDI a Novoa también fue coordinada cuando empezaron las denuncias por financiamiento ilegal de la política. “Denunciamos que el señor Jovino Novoa, dirigente de nuestro partido y expresidente del Senado, es hoy víctima de una persecución política. Ha debido un trato discriminatorio y se han tergiversado los hechos a su respecto”, se leyó en una declaración pública de la directiva del partido, dirigida en ese entonces por Hernán Larraín.
En mayo de 2015 fue el ahora timonel, el diputado Guillermo Ramírez, quien leyó la declaración en su calidad de secretario general de la colectividad.
El caso de Longueira fue similar. En 2013, debió retirarse de la carrera presidencial después de ganarle una primaria al exministro Andrés Allamand, producto de una depresión. Pero sus años más duros vendrían después, cuando entre 2014 y 2016 se abrió una investigación en su contra por su participación en los casos Soquimich, Corpesca y Penta, por cohecho, situación que lo forzó a dejar la política.
En el gremialismo, en esa ocasión, tampoco hubo dudas de respaldar a Longueira. De hecho, en 2016, la directiva también salió en su defensa. En esa ocasión, con una bajada comunicacional similar a la que se mantuvo con Novoa, Larraín acusó que “el Ministerio Público no actúa con equidad, sino con especial dureza con la oposición, mientras que trata con guante blanco al oficialismo generando una politización de sus actuaciones”.
En el caso de Longueira, también desapareció de la primera línea política, aunque sigue aconsejando a algunos dirigentes de la tienda. Sin embargo, su juicio sigue pendiente.
Chadwick, por su parte, no es la primera vez que enfrenta cuestionamientos por su rol como autoridad pública. Entre los cuatro coroneles, el exministro del Interior fue el único que llegó a tener un cargo de esa importancia en La Moneda. Fue en ese mismo lugar, como jefe de gabinete, en que sufrió su primera gran derrota.
A fines de 2019 y en el marco del estallido social, no solo se vio obligado a dejar la segunda administración de Sebastián Piñera, sino que poco más de un mes después de dejar el cargo, el Senado aprobó por 23 votos a favor y 18 en contra la acusación constitucional en su contra, quedando inhabilitado para ejercer cargos públicos por cinco años. El plazo, en todo caso, se cumple en diciembre de este año.
El hecho llevó a Chadwick a retirarse por completo de su actividad política y a radicarse en sus labores en la Universidad San Sebastián (USS), donde actualmente ejerce como presidente del directorio de la casa de estudios, dejando así a Coloma como el último coronel activo.
El paso atrás de esta generación histórica del gremialismo se evidenció, por ejemplo, con la llegada del senador Javier Macaya a la presidencia del partido en 2020. En esa ocasión, le ganó al exministro Víctor Pérez.
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