Los últimos secretos de Huracán: Villalobos admite que él también pidió investigaciones a Antorcha

Bruno Villalobos
Bruno Villalobos. Archivo. Foto: Agenciauno

El General (R) afirma que la decisión de utilizar la información de inteligencia para las investigaciones surgió de los fiscales Cristian Paredes y Luis Arroyo "que hablaron conmigo con anterioridad a esas reuniones". También recalca que ambos persecutores le pidieron comprar el programa Oxygen Forensic para extraer información de los teléfonos. Este fue adquirido con $20 millones en efectivo.


"¿Hizo usted alguna solicitud en la que tuviera que intervenir Alex Smith con sus programas o softwares?", preguntó el 23 de agosto el fiscal Carlos Palma, a cargo de desentrañar la implantación de pruebas en la fallida Operación Huracán, al ex director general de Carabineros, Bruno Villalobos Krumm, quien fue citado nuevamente en calidad de testigo en la causa. La consulta apuntaba a conocer si las supuestas habilidades del "profesor", contratado por la Unidad de Inteligencia Operativa Especializada (U.I.O.E) de Temuco para investigar con su pericia tecnológica –que resultó ser un fraude- los delitos violentistas de La Araucanía habían sido usadas con fines distintos a las indagatorias del Ministerio Público.

Villalobos admitió que ello había ocurrido en un par de ocasiones. "No recuerdo fecha, pero recuerdo que fue por una situación que afectó a mi hijo, una situación que afecto a la hija de la ex Presidenta Bachelet y una o dos ocasiones más. En el caso de mi hijo, me señalaron que era un virus, ya que a él le había llegado un correo con una infracción de tránsito. En el segundo caso me dieron un nombre y una dirección, ya que apareció en un mensaje de WhatsApp que decía que habían detenido a hija de la ex Presidenta en Argentina portando drogas", aseguró Villalobos.

También relata que frente a este tema, Smith proporcionó los datos y la dirección de quien supuestamente había creado el mensaje, lo que resultó ser otra mentira del informático. De hecho, pone en dida

En su testimonio, Villalobos revela también detalles desconocidos que complican la versión que ha entregado el Ministerio Público, en particular el fiscal Luis Arroyo, respecto de que los persecutores de La Araucanía no tenían conocimiento de las operaciones de la unidad. Según el ex mandamás, hubo una serie de reuniones de coordinación en las que el mismo participó y el vínculo era tan fluido que el traslado del mayor (R) Patricio Marín a la zona, quien quedó a cargo de la U.I.O.E, se realizó por petición expresa de Arroyo, quien lo conocía desde hacía años.

La decisión de utilizar la información de inteligencia para las investigaciones surge, apunta Villalobos, de los fiscales Cristian Paredes y Arroyo "que hablaron conmigo con anterioridad a esas reuniones". También recalca que ambos persecutores le pidieron comprar el programa Oxygen Forensic para extraer información de los teléfonos. Cabe consignar que, según otros testimonios de la carpeta, esta adquisición se hizo en paralelo a los "avances" de Smith. Para este programa se destinaron gastos reservados -$20 millones en efectivo-, que fueron facilitados por el exmandamás de los uniformados.

"Cabe hacer presente que los Fiscales Arroyo y Paredes me lo pidieron, ya que me dijeron que era un software pericial que daba mayor certeza a las cosas que ellos estaban trabajando con la U.I.O. E. Esto debe haber sido en el contexto de la última reunión realizada con anterioridad a la 'Operación Huracán'. Recuerdo esto, ya que los Fiscales estaban muy apurados para realizar la compra, pienso que ellos estaban pensando en efectuar las detenciones", asegura Villalobos.

El desmayo y la cara de imputados

En su extensa declaración, Villalobos entrega otros antecedentes de los momentos claves de la crisis y del rol que tuvo el fiscal de Rancagua, Sergio Moya, quien incluso fue consultado horas antes de la intervención clave que realizó el General (R) Gonzalo Blu la mañana del viernes 26 de enero de este año, en la cual acusó a la fiscalía de "amparar" a quienes cometían actos violentos. La performance había sido preparada la noche anterior por un grupo de generales que se había congregado, a instancias de Villalobos, en el Casino de la Escuela de Oficiales de Carabineros. Allí, Juan Gutiérrez Silva; el jefe de Labocar, General (r), Sergio Telchi y el mayor Patricio Marín iniciaron la redacción de la declaración. Pero en medio de la reunión, sostiene Villalobos, Blu y Marín viajaron a Rancagua a hablar con Moya.

"Blu me pidió permiso para ir a hablar con el Fiscal Sergio Moya y yo lo autoricé y fue con Patricio Marín. No sé de qué hablaron en esa reunión", dijo Villalobos. Tras esta incursión, de un par de horas, Blu llegó con anotaciones. La idea era continuar trabajando durante la jornada y de hecho, volvieron a congregarse a las 02:00 de la madrugada para dejar todo zanjado. "Volvimos (a reunirnos) a las 2:00 de la mañana aproximadamente y comprobé que estaba listo (el documento). Ahí me dijeron que Blu se había desmayado y por eso los liberé hasta la mariana siguiente. Les ordené que se fueran y nos juntamos en la mañana antes del comunicado", adujo.

Sobre este episodio, Moya, quien también declaró por segunda vez, consigna que los recibió la noche del 25 en su casa. "Conversamos sobre la prueba que yo había hecho para saber cómo funcionaba la aplicación que interceptaba mensajes y la opinión que yo tenía sobre esa aplicación, pero al final le dije que si no aclaraban esto tenían cara de imputados, comentario que le incomodó a Blu".

Moya agrega que su vínculo con Marín y Villalobos era de larga data y que incluso cuando éste debió retornar de sus fallidas vacaciones en febrero, lo visitó. "Cuando volvió de Miami fue a mi casa. Ahí el me comentó que renunciaría", adujo.

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