“Me tocó la peor crisis social en la historia de Chile”: la remoción del jefe de Orden Público de Carabineros que inquieta a la tropa, ad portas de septiembre
Además de la sanción de dos días de arresto, el coronel Wildo Matus fue castigado con el traslado a labores administrativas a otro departamento. La medida generó molestia en sus subalternos y compañeros de generación, pues dicen nunca haber visto una sanción de este tipo. Además, advierten sobre lo poco que queda para septiembre, mes que estará marcado por eventos públicos y protestas.
“Sírvase a disponer se notifique al señalado oficial superior y se procesa a su despacho, en forma inmediata, debiendo informar a la dirección nacional de personal, el cumplimiento del referido acto administrativo”.
De esta manera, la Zona Oeste de Carabineros oficializaba lo que ya era un secreto a voces: la salida del coronel Wildo Matus como jefe de la unidad de Control de Orden Público (COP), tras ser sancionado con “dos días de arresto” -lo que lo imposibilita para ser general- por una serie de eventos violentos en el centro de Santiago que, a la luz de sus superiores, no fueron cubiertos de manera adecuada.
Fueron dos situaciones que marcaron su salida: la protesta del denominado “Team Patriota” en La Moneda, el 28 de julio, donde “rompieron” el perímetro que tenían permitido para manifestarse, avanzando por Teatinos y Morandé; y la consecutiva quema de buses del transportes público en las afueras del Liceo Barros Borgoño, en dos jornadas distintas, el 1 y 4 de agosto.
Lo que se le cuestionó al coronel Matus -por parte del alto mando- fue haber dispuesto del contingente que estaba en el Barros Borgoño para cubrir otros incidentes en el centro, dejando descubiertos los buses que posteriormente fueron quemados. Fuentes de la policía uniformada advierten que no están dando abasto para todos los desórdenes que se están registrando, sumados a la toma de liceos emblemáticos.
El gobierno también reprendió a la policía por el “avance” del “Team Patriota”, pues no hubo la coordinación necesaria con la guardia de Palacio para evitar estos desórdenes, dado que ese mismo día había una actividad del Presidente Gabriel Boric en las afueras de La Moneda.
Todas estas situaciones derivaron en la caída del coronel Matus, quien notificado de su salida del COP, envió un mensaje a subalternos y compañeros. “Quiero agradecer a cada uno de los GAMAS (Central de Comunicaciones de las Prefecturas, Comisarías y Subcomisarías de Fuerzas Especiales) que me han enviado un mensaje de aliento o un llamado telefónico, solidarizando por mi persona”, partió diciendo.
En esa misma línea relató que llegó en 2018 a COP, antes llamado Fuerzas Especiales (FF.EE.), donde recordó que lo más complejo vino en 2019. “Me tocó vivir junto a los GAMAS de la Región Metropolitana, Chago Saldivia, Andrés Graves, Claudio Crespo, y Juan Muñoz, la peor crisis social en la historia de Chile, en donde por días se tuvo que enfrentar situaciones de control de orden público, que no eran conocidas, ni por los GAMAS más antiguos, manteniendo siempre vigente el Estado de Derecho”, expuso.
Finalmente, evitó criticar al mando, señalando que “las decisiones institucionales hay que aceptarlas, respetarlas y no cuestionarlas. San Isidro 330, comuna de Santiago, es y será mi último cuartel”.
El remezón interno
En la interna policial, los efectivos COP mantienen ciertos códigos de cercanía, más allá de lo que pasa en una comisaría. Esto, dicen quienes han trabajado ahí, es más por una cuestión operativa: al estar en permanente riesgo en las calles, en enfrentamientos y eventos violentos, se cubren las espaldas con cierta incondicionalidad.
Por lo mismo, la salida del coronel Matus tocó la fibra de quienes conviven en San Isidro -calle donde están apostados sus servicios-, pues algunos relatan que “nunca antes” se había visto una sanción tan dura contra un coronel, más en el entendido de que los errores y, a veces, la mala toma de decisiones son parte de su trabajo.
Es ahí donde apuntan directamente al mando, pues advierten que quedan con una cierta incomodidad de cara a adoptar los servicios. “¿Si tomo una decisión de sacar personal de un lado, para apostarlo en otro, y no resulta, me echan?”, se pregunta un oficial.
El tema, además, adquiere otra sensibilidad por el contexto: durante las últimas semanas se han registrado una serie de marchas en el centro, las últimas en La Moneda, “zona sensible”, dicen, porque cualquier paso en falso puede costar la carrera de un policía. Agregan que la salida de su jefe no se da en un momento oportuno, dado que restan 20 días para septiembre, mes que estará marcado por protestas y desmanes.
Es más, muchos están inquietos por lo que pueda suceder mañana en otra protesta convocada por el “Team Patriota” en las cercanías de La Moneda, donde las coordinaciones, además, dicen que no están funcionando bien.
Y ponen un ejemplo: la salida de protocolo del Presidente para saludar a los manifestantes de hoy en la Alameda, pues desde la guardia presidencial no avisaron que el Mandatario iría hasta el lugar, generándose un caos que significó mover las barreras, que sólo ayer les pidieron ubicar.
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