Chile Vamos toma la iniciativa y amplía negociaciones con sectores de centro para ejercer el control de la Cámara

Mesa de la Cámara

Ayer en la noche la derecha se reunió con fuerzas del PDG y la DC, y también esperaba invitar a parlamentarios del Partido Radical. De esta manera, el sector se empoderó en las conversaciones luego de que la comunista Karol Cariola se bajara de la competencia.


Hasta la casa del diputado José Miguel Castro (RN) llegaron ayer, cerca de las ocho de la noche, una serie de negociadores del pacto administrativo por la presidencia de la Cámara de Diputadas y Diputados. Ahí se hicieron presentes parlamentarios de derecha como la UDI, RN, Evópoli y el Partido Republicano.

Sin embargo, además, acudieron representantes de la DC, del Partido de la Gente (PDG) y sorpresivamente del Partido Radical, colectividad que forma parte del gobierno.

Luego de que ayer el Partido Comunista informara que su diputada Karol Cariola se bajaba de la opción de liderar la testera, acusando un veto de sectores políticos a sus militantes, en la derecha iniciaron una arremetida para liderar las conversaciones y sumar una mayoría de al menos 78 legisladores con el fin de tomar el control de la Cámara.

Este jueves, de hecho, estuvo marcado por telefonazos, incluyendo comunicaciones entre dirigentes de Chile Vamos con el oficialismo, además de varias reuniones paralelas que continuaban al cierre de esta edición.

Otra reunión clave encabezó de manera telemática la ministra secretaria general de la Presidencia, Ana Lya Uriarte (PS), cerca de las 18 horas, con jefes de bancadas del oficialismo. En esa cita, además, iba a participar la DC, que ayer desplegó negociaciones a dos bandas.

La derecha también mantuvo varios frentes de conversaciones. Primero por la posibilidad de pactar junto al PDG y a la DC, lo que les permitía superar el umbral de 78 votos.

No obstante, también durante la tarde hubo contactos desde el oficialismo que exploraron la posibilidad de llegar a un acuerdo con la derecha para buscar una carta de consenso, idealmente afín al gobierno, para presidir la Cámara, a cambio de que las fuerzas gubernamentales cedieran espacio a la UDI, RN y Evópoli en las comisiones legislativas, instancias cruciales para definir qué leyes se discuten.

Un nombre que agradaba en Chile Vamos y que también era comentado en círculos oficialistas era el del diputado socialista Raúl Leiva, quien preside la Comisión de Seguridad Ciudadana y es parte de la facción tercerista, que hoy tiene la hegemonía dentro del PS.

No obstante, en Chile Vamos reconocían que la alternativa que estaba más avanzada era la de cerrar un pacto con el PDG, la DC, algunos radicales e independientes.

El análisis de la derecha indicaba que el PDG ya no tiene margen para negociar con el oficialismo al haber roto el pacto administrativo acordado a principios de año.

No obstante, para Chile Vamos también era clave contar con al menos un sector de la DC para evitar sorpresas de última hora.

En la DC estaban molestos con el tono empleado por el PC, que acusó un veto de parte de los falangistas. Sin embargo, algunos legisladores democratacristianos admitían estar divididos entre seguir la alianza con el oficialismo o romper definitivamente para crear una nueva coordinación política con la derecha. Algunos pronostican, incluso, que la bancada DC terminará actuando dividida.

De ahí que en ese bloque tenían consideradas varias ofertas para hacerle a la Falange: desde darle dos períodos para presidir la testera (de un total de cinco), hasta ofrecer vicepresidencias en la mesa y comisiones claves. Con el PDG, en tanto, la idea era ofrecerles comisiones en las que no tenían protagonismo, como Constitución, Salud, Hacienda y Trabajo.

Además, el plan era que de los cinco períodos que tuviera la presidencia de la mesa, destinar uno al PDG y otro para RN y otro para la UDI.

En el PDG, por su parte, la mayoría de sus integrantes ya estaba decidida en pactar con la derecha. La duda, no obstante, serán algunos disidentes o independientes del comité que podrían negociar individualmente con las fuerzas del oficialismo.

El encuentro oficialista

Una nueva reunión telemática sostuvo ayer la ministra Uriarte, con el fin de encontrar una alternativa a la depuesta candidatura de la diputada Karol Cariola (PC) para presidir la Cámara.

La reunión con jefes de bancadas del oficialismo, en la que además estaba previsto que participara la DC, era solo una hebra del abanico de negociaciones que se desataron luego de que el Partido Comunista bajara la postulación de la legisladora, acusando un veto de sectores políticos a sus militantes.

Aunque la declaración de ayer del PC no mencionaba específicamente a ninguna tienda, aludía al incumplimiento de palabra por parte de la DC y el PDG, que junto a un grupo de independientes (como Pamela Jiles, René Alinco, Carlos Bianchi y Andrés Jouannet) habían puesto en duda el apoyo a Cariola, quien fue rostro y coordinadora del comando del Apruebo en el último plebiscito constitucional.

El PDG, por ejemplo, apuntaba precisamente al rol de Cariola en esa fallida campaña, pero la DC también cuestionaba el apoyo que brindaron las diputadas comunistas Lorena Pizarro y Carmen Hertz a una querella de la Comisión Chilena de DD.HH. (ONG ligada a sectores de izquierda), presentada en contra el exdirector del Instituto Nacional de Derechos Humanos Sergio Micco (exmilitante DC). Otros, como Jiles y Alinco, argumentaban el supuesto veto de Cariola a lo que califican como su negativa a tramitar un nuevo retiro de ahorros previsionales.

Con todas esas advertencias sobre la mesa, el PC optó ayer en la tarde por patear el tablero y no continuar con la postulación de Cariola y de ningún legislador de su colectividad. La decisión fue dolorosa para la tienda que dirige Guillermo Teillier, pues Cariola habría sido la primera militante en presidir alguna rama del Congreso en los dos siglos de historia republicana.

En subsidio, Uriarte y los jefes de bancadas del oficialismo iniciaron una carrera contra el tiempo para tener antes del lunes una carta alternativa con el objetivo de mantener el control de la Cámara.

Voces del Frente Amplio y del Socialismo Democrático creen que lo mejor sería llevar una carta oficialista moderada, perfil que calzaría con el de Leiva, que hiciera frente a la estrategia de la derecha que -tras haber sido marginada del acuerdo administrativo de marzo pasado- trabajó una venganza política para apoderarse de la Cámara y eventualmente de todas sus comisiones.

Sin embargo, en la reunión con Uriarte se planteó adelantar el período que corresponde al Frente Amplio, postulación que aún no está definida, pero que podría resolverse entre Gonzalo Winter, Catalina Pérez y Gael Yeomans.

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